KODOKU - Izana Kurokawa

9

Mei

Extrañamente mi cabeza no ha parado de dar vueltas con un par de asuntos:

La primera: ¿Por qué los recuerdos vienen de golpe a mi cabeza? Creí haber superado aquello y que no volvería a recordarlos con tanta intensidad, pero, llega incluso a doler.

La segunda: Izana es extraño en sí, sus pequeñas acciones confunden mi cabeza, y no llego a entender el porque de sus acciones.

Tampoco entiendo los comentarios de Emma y la molestia de Mikey.

—Muchas gracias, Mei —moví mi mano con modestia, le traje a Shinichiro un postre que mamá suele hacer.

—Quise hacerlo, espero les haya gustado.

—Si, Izana está feliz con su bollo —miré a Emma que me miraba de una manera muy rara, y luego a Izana que tenía sus orejas algo rojas.

—¿Uhm? Pues, eso me alegra.

Pero las cosas no terminaban ahí, era rara su forma de ser.

—Mikey —le susurré al momento que se distrajeron —¿por qué Emma hace esas caras?

—¿No lo sabes?

—Aún me cuesta entender algunas cosas.

—No es nada, pídele a Kenchin que te lo explique.

Y eso, me dejaba más dudas, no obtenía respuestas, ni por aquí, ni por allá.

Supongo que no tenía nada de malo, asiqué lo ignoré completamente.

Para mis vacaciones de verano, estuve estudiando demasiado, también estuve viendo alguna preparatorio cercana, o eso creo yo. 

Aunque es un poco difícil, sé que puedo ingresar a cualquier preparatoria con la beca deportiva que obtuve, además que esa me servirá o pueda y renueven la que tengo para la universidad.

Apenas tengo 16 años, muy pronto cumpliré 17, pero, aun así, es mucha presión, ya no quiero saber nada de la vida.

—¡Mei! —me sobresalté un poco por el grito a través del micrófono...

—¿Mikey? —contesté, pero sólo escuché su leve risa.

—¡Mei! ¡tengo dudas! —creo que eso no debería sorprenderme, simplemente les hice una señal para que me esperen un momento y así abrirles, me sorprende que hayan venido no es muy normal en ellos, al menos de parte de Draken.

—Mikey, no grites mucho, aún es temprano, hola, Draken.

—¿Cómo estás Mei?

—Bastante bien, pasen —los guie hacía la sala de estar, papá había salido por trabajo, mientras que mamá volvería pronto, por la tarde —me sorprende su visita, ¿qué sucedió?

—Ne, ne, Memei, ¿estás viendo alguna preparatoria?

—Si, tengo pensado ir a una cercana, ¿por qué?

—Curiosidad, bueno, en realidad, es un favor.

—¿Un favor?

—Como Izana perdió el último año en Filipinas, Shinichiro fue hasta allá, pero, fue inútil, asiqué lo trajo para que termine su último año aquí, y bueno, nosotros también iremos.

—¿Y dónde entro yo ahí?

—¿No lo captas? Quiero que ingreses con nosotros —miré a Draken que sólo negaba con la cabeza como si estuviera arto.

—¿Uhm? de acuerdo, supongo que no tendré problemas para ingresar —me encogí de hombros.

—Entonces, ¿me ayudas a estudiar?