6

806 99 0
                                    

Mei

Emma había estado para mí en todo momento, desde aquel día donde fui rechazada. Había sido un ancla que me ayudó a sostenerme.

—Mei, es hora.

Hoy sería mi último día en la secundaria, decir que estaba emocionada sería mentira, no me agrada mucho la idea de que pronto cumpliré la mayoría de edad, no había preparado nada para mi viaje.

Desde ese día, algo se había roto entre mi padre y yo, pero, eso provocó que mamá y yo nos uniéramos.

—¿Llevas todo? 

—Si, todo lo necesario.

—Es algo temprano para ir a la escuela —ambas giramos en dirección a papá, hasta que miró el calendario, recordando el porque me iba tan temprano —entiendo, supongo que no puedo hacer nada.

—Esta bien, iré con Emma al karaoke, luego cenaremos juntas, trataré de no volver tan tarde.

—Entiendo, llámanos si ocurre algo, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

Salí a paso apresurado, no iba a medio camino cuando un par de autos pasaron furiosamente a mi lado, ya sabía quienes eran, y por ende, siempre me los encontraba a la vuelta de la esquina.

Eran personas horribles.

Apenas llegué al parque más cercano, me detuve a desayunar, no pude hacer ni siquiera eso, al menos, no los veré en todo el día, y con mis practicas en la tarde, era mucho mejor.

—¡Mei! —me giré ante aquella voz, asiqué sonreí en grande, no podía empezar mucho mejor este día —lo siento, esperaste mucho.

—Descuida, no fue mucho, vamos, hoy será mi último día de secundaria, esperemos y Mikey no se haya quedado dormido.

—Lo dudo mucho, hoy llegaron mis hermanos de su viaje a Filipinas.

—Oh, es cierto, llegaban hoy.

El resto del día la pasé entre risas y pequeños sollozos junto con mis compañeras de clase, a partir de ahora cada uno tomará distintos rumbos y algunos iremos a la misma preparatoria.

—Ne, Mikey-chan, ¿por qué no te diviertes con nosotros? —jalé un mechón de su cabello comenzando a molestarlos, la confianza había crecido mucho por decirlo así.

—Memei, no molestes —me dio un manotazo para para que lo dejé pero miré a Draken que igual reía por ahí, era gracioso que no aparente estar en secundaria.

—Mira, Draken si se divierte, vamos, Mikey-chan.

Pero sólo conseguí que ahora peleemos un poco, pero comenzamos con un pequeño baile entre todos, esa era la manera de despedirnos, a comparación de los de segundo año que deben estar en su última clase, era divertido.

Cuando todo pareció calmarse, comenzamos a despedirnos, fuimos por Emma, parecía que igual saldría, asiqué nos la llevamos.

—Tengo hambre —dije pensando en algo que pueda comer.

—Ahora que lo dices, yo también —miré a Mikey para luego correr en la misma dirección.

—¡Mei! ¡Mikey! ¡esperen! —reí un poco por ello, apenas llegamos, miré la puerta del restaurante, era divertido hacer esto con Mikey, luego miramos a Emma algo agitada, no le gustaba hacer estas cosas.

—Fue divertido, debes admitirlo.

—Si con divertido te refieres a que cada uno iba a caer al piso con cada empujón, si, hubiera sido más divertido verlos en el piso.

KODOKU - Izana KurokawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora