30

167 20 9
                                    

Mei

—Yo voy...

Sonreí por la atención de Izana, hace no más de unos minutos los bebes comenzaron a llorar, pasaron largos meses en la incubadora, pero logramos traerlos a casa.

Han sido noches un poco agitadas, no teníamos energía para nada, Tsuki era quien se despertaba mayormente en las noches, a comparación de Taiyo.

Suspiré algo cansada para ir a ver a Izana, se demoraba un poco a pesar de que los bebes dormían.

Apenas me asome a la habitación, lo vi sentado, usando sus brazos de almohada, mientras Tsuki lo miraba fijamente, para luego verme a mí.

—Cariño..., ve a la cama, yo los hago dormir.

—Un minuto más Mei —sonreí por ello y puse a dormir a los niños, es increíble son tan diferentes, pero tan iguales que son fáciles de diferenciar.

Una vez dormidos, nos dispusimos a ir a nuestra cama, pero, no todo era felicidad, pronto llamaron a una reunión, odiaba ese tipo de cosas, aun así..., Emma y Hina aceptaron cuidar a los bebes mientras no estaba, esta vez, yendo de acuerdo a la ocasión, con algo más ligero.

Una vez entré, observé que faltaban personas, que fueron sustituidas por otras.

—Esto si es un sorpresa.

—Los anteriores socios se desenlazaron con el clan, asique ellos son nuevos, prácticamente —la anciana sabia muchas cosas de esto.

—Ya veo..., entonces podemos comenzar.

En sí..., fue algo intenso, no me agradaba que llegaran nuevas personas sin saber nada.

—Por cierto, señora Sano, no queremos importunar su paz o algo por el estilo, pero, los ancianos están ansioso por saber si tendrá un heredero, ¿o no?

—Izana y yo no lo hemos hablado, es algo que estamos bien así, no habrá niños hasta que estemos completamente estabilizados.

—Entiendo, es comprensible, aun son jóvenes.

Dejamos ese tema para seguir con la reunión, malditos viejos.

Cuando todo estuvo en orden y dimos por finalizada la reunión, varios de los nuevos socios se acercaron a mí, con la intensión de compartir y almorzar a mi lado, a pesar de que ya casi todos acabábamos.

—Señora Sano, es gratificante ver que alguien tan joven sea capaz de manejar al clan.

—¿Uhm? Supongo que gracias.

—Si me permite, ¿podría invitarla a tomar algo? Y bueno..., tal vez... —desconecté, manteniendo mi expresión sería y dura, pronto las puertas fueron abiertas dando paso a los chicos —entonces..., ¿Qué opina?

—Si me disculpan, debo retirarme, fue un placer conocer a los nuevos socios, aun así, espero seguir viendo a rostros conocidos —hice una reverencia al igual que el resto, a la vez que me acercaba a Izana que miraba fijamente al hombre que se acercó hablarme, para tomar mi cintura e irnos, seguidos de Kakucho.

—¿Quién era?

—Un nuevo socio, empezó a decir algo..., no recuerdo lo que dijo —admití sincera —pero, con su llegada me hace ver que tendré una oportunidad de dejar el clan, ¿Qué opinas?

—Digo que suena genial.

Sonreí levemente por ello, y nos encaminamos a casa, mis bebes deben estar desesperando a las chicas.

Aunque parecían estar algo más tranquilos.

—Están dormidos, muchas gracias.

—No fue difícil hacerlo, se parecen tanto a ti en carácter, que son tranquilos, debes admitir que cuando crezcan serán algo más como Izanii.

KODOKU - Izana KurokawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora