23

199 29 10
                                    

Mei

—¿Vomite?

—No, no lo hiciste —mentí.

—¿Hice algo vergonzoso? 

—Si, pero fue muy tierno.

—Lo siento.

Reí un poco mientras le servía más café, Izana apenas se había despertado, y apenas lograba recordar lo que había hecho la noche anterior, muy tierno diría yo, estaba avergonzado, pero me parecía adorable.

Se supone y saldríamos hace más de una hora, pero, la resaca de Izana no nos dejaba movernos.

Emma debe estar furiosa.

—¡MEMEI! 

—Ugh, ¿en qué momento aceptamos la salida?

—Lo hicimos por Emma —fui abrir la puerta encontrándome con los chicos algo molestos, yo aún andaba en pijama, y que decir de Izana —Ya estábamos cerca.

—¡Estás en pijama Mei! —reí un poco por ello, mientras los quejidos de Izana empezaban a escucharse —¿Izanii?

—Silencio, por favor.

—Anoche salió con los chicos, debieron ver lo tierno que se puso.

Aunque claro, la salida que teníamos pendiente, pasó a segundo plano, y mejor nos quedamos en casa, al menos Mikey disfrutaba de hacer ruido, aunque Draken empezaba a cansarse del alboroto que hacía.

—Oh, vaya, el hermano Shin se morirá cuándo se entere.

—Lo mejor será evitar algunos detalles, no quiero verlo alterado, suficiente con las llamadas de Kakucho en la mañana.

—Será divertido.

Negué por ello, a veces Emma suele ser cruel, pero incluso ese es su encanto.

Para cuándo nos dimos cuenta, era algo tarde, asique tuvieron que irse, y por mi parte, había logrado terminar mis papeles, en estos momentos me encontraba con Izana, dándole mimos.

—No me dejes tomar más de lo habitual.

—No lo haré.

—Mataré a Shion cuándo lo vea.

—Dudo mucho que esté mejor que tú, Ran también bebió algo.

—Si..., creo recordarlo.

—Vamos a la cama, mañana será un día agitado.

—Odio los lunes.

Tomé su mano para ir a nuestra habitación, me encantaba esta vida, aunque no lo parezca.

Izana

—¡Jefe! —no sé en que momento tenía a los chicos frente a mí, se supone y mi plan era quedarme con Mei para hacerle compañía.

—¡Vamos de fiesta!

—No.

Sus caras lo decían todo, y no sé como terminé en mi cuarto con Ran eligiéndome ropa, mientras Rindou trataba de tomar valor.

—Mei me matará.

—Mei no te hará nada, ve y dícelo.

—¿Por qué no vas tú? ¡es tú novia!

—Ustedes son los de la idea —dije sin más para ponerme una camisa, al rato salió, y cuando salimos, me dejaron a solas con ella, parecía divertida —¿Enserio no quieres que me quede? Puedo salir con los chicos otro día.

KODOKU - Izana KurokawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora