Capítulo 2

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1880

Sunmi's Pov

Jamás en mi vida me había imaginado que iba a terminar en este lugar. Si me lo hubieran dicho, tal vez habría terminado riéndome de manera descontrolada, rechazando cualquier tipo de comentario al respecto. Es un mundo diferente al mío. A penas conocía el exterior del castillo por algunas fotos que lograba ver en el periódico, pero ahora todo es distinto. Si no hubiera asistido al baile real hace dos noches, el príncipe Jungkook jamás me habría invitado a tomar el té. 

Y yo jamás habría puesto un pie aquí. 

—¿Son hermosas verdad?—escuché su voz a mis espaldas, pero solo me limité a seguir mirando las flores que decoraban el enorme jardín de manera mágica. 

Aún seguía asimilando el hecho de tenerlo demasiado cerca, así que se me hacía imposible mirarlo a los ojos sin sonrojarme o tartamudear mientras intentaba pronunciar alguna palabra. 

—Le confieso que jamás en mi vida había visto tantos tulipanes. —contesté después de unos segundos. 

No se movió de su lugar. 

Pude observarlo de reojo y noté como intentaba llamar mi atención observándome de manera detenida. Los nervios me invadieron enseguida y entonces sentí mis manos sudar a pesar de haberme desojado de los guantes hace más de media hora para dejarlas al aire libre. Era la primera vez que un hombre se encontraba así de cerca y no sabía cómo reaccionar. 

—Es usted muy hermosa, señorita Kang. —dijo de repente y sentí mi cuerpo temblar. —Debo admitir que esa fue la razón por la que decidí invitarla a pasar el día conmigo. 

Esta vez, me vi obligada a mirarlo a los ojos. Aquella confesión me había tomado por sorpresa, pero no iba a negar que algo dentro de mí brincaba de felicidad. Si bien es cierto, mi aspecto no era el indicado para alguien como él, pero no podía evitar sentirme más que feliz al saber que creía en mi belleza. 

—No diga esas cosas, majestad. Me da mucha pena, aunque debo agradecerle por sus sinceras palabras. 

—Yo solo digo la verdad. —siguió.—Pude haber observado a muchas damas aquella noche, pero al verla brillar mientras bailaba supe que no podía dejar pasar esa oportunidad. 

Sus palabras habían sido tan ridículamente románticas, que hasta sonreí de la vergüenza, sintiendo como comenzaba a ruborizarme. Era más que un hecho que el príncipe Jungkook era todo un poeta cuando de impresionar a una dama se trataba, y más si era una mujer completamente inexperta como yo. 

—Si sigue así, voy a terminar convirtiéndome en un tomate, majestad. 

—Y en uno muy hermoso. 

La tarde pasó de maravilla. El príncipe Jungkook no se despegó de mí en ningún momento que, incluso cuando tuvo que atender a un llamado durante unos minutos, me pidió que lo acompañara y esperara. Disfrutamos de unos deliciosos pastelillos en el jardín acompañados de su hermana, quien había sido muy amable conmigo al igual que todos las personas que trabajaban para ellos. Entablamos una conversación larga sobre diferentes temas, hasta que tuvo que irse dejándome sola nuevamente con el mismísimo ángel caído del cielo. 

Por primera vez en mi vida me sentía como una princesa. 

—No puedo creerlo, ¿en serio llegó a escaparse?—cuestioné mientras intentaba contener la risa. 

—Así es, señorita Kang. Y eso no puso muy felices a mis padres. —respondió con una amplia sonrisa. —Pero no podía dejarlo ahí solo y abandonado. 

Aquella historia me había tocado el corazón. De tan solo imaginar a un pequeño Jungkook corriendo hacia la granja solo para cuidar del pequeño Gureum, se me apretujaba el corazón. 

—Era un caballo bebé en una granja abandonada. No tenía dueño, así que decidí que me lo llevaría a casa. —continuó. 

Definitivamente, el príncipe Jungkook tenía un alma muy noble. El haber decidido desobedecer a sus padres para rescatar a un pequeño ser vivo que necesitaba de cuidados y cariño, lo decía todo. Estoy segura de que será un buen rey. 

—Fue un gesto muy bello de su parte, majestad. Estoy segura de que Gureum le estará eternamente agradecido. 

Su mirada mantuvo una batalla con la mía durante unos segundos. En ella supe que el tocar este tema le había causado nostalgia, ya que aún sigue dolido por la pérdida. Y lo entendía a la perfección. Cuando era pequeña, la primera mascota que tuve desapareció sin dejar rastro. Recuerdo haber llorado durante más de dos meses, mientras intentaba buscarla, pero algo dentro de mí me decía que todo era en vano. 

Tiempo después tuve que aceptarlo. 

—Gracias por sus palabras, señorita Kang. —habló después de unos segundos. —son muy reconfortantes. 

—Entonces, ¿la volveré a ver?—preguntó mientras caminaba junto a mí en dirección al carruaje

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—Entonces, ¿la volveré a ver?—preguntó mientras caminaba junto a mí en dirección al carruaje. 

—Si usted lo desea, sí. —respondí. 

—Créame, señorita Kang, que es lo que más deseo desde la primera vez que la vi. 

Una amplia sonrisa se formó se dibujó en mis labios y me detuve para mirarlo a los ojos. El príncipe Jungkook me llevaba una cabeza, así que debía mirar hacia arriba. 

—Gracias por tan agradable tarde, majestad. La pasé muy bien. 

Sus ojos sonrieron primero antes de que sus labios lo hagan. Se acercó un poco más y pude oler su aroma, el cual es demasiado embriagador. De pronto, uno de sus sirvientes se acercó con un gran ramo de flores y se lo dio para luego volver a dejarnos a solas. No debía preguntar para saber que...

—Son para usted. —me dijo mientras me lo extendía. 

Abrí los ojos tanto como pude y mi niña interior comenzó a brincar y saltar de la alegría por tan romántico regalo. Los tulipanes eran mis flores favoritas y el príncipe Jungkook me había regalado muchas de ellas. No sabía qué decir. 

—Es usted muy detallista, majestad. —dije. —Debo admitir que es la primera vez que alguien me da un regalo como este. 

"¿En serio, Sunmi? ¿No tenías otra cosa más que decir?"

—Entonces, es un honor ser el primero. —respondió. —y espero también ser el último. 

1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora