Capítulo 4

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Narrador omnisciente

Después de dos horas, por fin habían finalizado el ensayo. Todos estaban absolutamente agotados y anhelaban llegar a sus casas para tomar el descanso que se merecían. Sin embargo, aún tenían muchos pendientes por hacer cada uno por su cuenta. Como entrevistas, sesiones fotográficas o visitas al estudio de grabación para seguir con sus proyectos por separado. 

Trabajaban demasiado. 

—Vamos a comer todos juntos. —propuso Namjoon mientras caminaban hacia la salida. —hay un lugar que me ha dado curiosidad y me gustaría ir con ustedes. 

—Me apunto. —respondió Taehuyng enseguida, ya que por el momento no tenía nada que hacer y aún quedaban tres horas para la sesión a la que tenía que presentarse. 

—Vamos, entonces. —Jin fue el siguiente en hablar. Logrando que todos asintieran y caminaran junto al líder para ir rumbo hacia el restaurante del que tanto les había hablado. 

Por otro lado, Jungkook se encontraba demasiado pensativo y serio como para prestar atención al tema de conversación. Jimin lo había notado desde que llegaron, pero prefirió no decir nada hasta que sea el momento adecuado. Sabía que su amigo no estaba pasando por un buen día, pero le era difícil ofrecerle su ayuda si no tenía idea del porqué. 

Detestaba verlo así de distraído. 

Media hora más tarde, ya se encontraban en el dichoso lugar del que tanto habían hablado en el viaje. Nam se veía aún más sorprendido que la vez en la que le mostraron las imágenes del lugar como referencia. Se había dado una idea de lo elegante que era, pero no se imaginaba cuánto. Definitivamente había quedado anonadado. 

Mientras tanto, los demás se encontraban haciendo el desorden de siempre cuando de juntarse a pasar el rato se trata. Hobi, jimin y Jin no paraban de reírse de manera escandalosa por algunos chistes que habían escuchado de Tae en lo que esperaban su pedido. Yoongi solo se reía por lo bajo y se tapaba la cara de la vergüenza, pero Jungkook a penas y se involucraba en la conversación. 

Ninguno hablaba de ello, hasta que aprovecharon que el castaño se había puesto de pie para ir al baño.

—Debe ser un asunto familiar. —comentó Yoongi observando hacia el pasillo por donde Jungkook había desaparecido. 

—No lo sé. Ya nos hubiera dicho. —le siguió Tae. 

—Todo lo contrario. Si fuera un asunto familiar no habría venido, ¿no creen?—comentó Jimin esta vez. 

Los demás asintieron. No encontraban una razón para justificar el comportamiento de su amigo, pero querían averiguarlo. 

—Yo hablaré con él. —intervino Namjoon. —hay que hacernos los desentendidos por el momento, después se lo preguntaré. 

Los chicos asintieron. 

Minutos después, Jungkook volvía con ellos al mismo tiempo que llegaba el mesero. Comieron tranquilamente sin volver a tocar el tema y fingieron no notar nada extraño en el menor, quien aún seguía actuando distante. Aunque, por momentos intentaba actuar como siempre. 

Al terminar el almuerzo, agradecieron por la atención y se fueron, no sin antes de dejar sus autógrafos en el enorme pizarrón, el cual ya ha sido firmado por otras celebridades. A la salida se despidieron y se fueron por separado, ya que habían llegado por ellos. 

A excepción de Nam y Jungkook, quienes habían decidido ir juntos. 

El mayor había aprovechado la oportunidad para hablar con él, ya que no se iba a ir sin saber que se encontraba bien. Ya llevaba más de cuatro horas portándose de manera extraña y quedaba más que claro que no iba a pasar desapercibido. 

Algo tenía. 

—Muy bien, ¿ya me puedes explicar?—cuestionó sin rodeos en lo que se estacionaron a unas cuadras del departamento del menor. 

—¿Explicar qué?—respondió Jungkook sin entender a qué se refería. 

—¿Por qué has estado tan distante todo el día?—continuó. —Jungkook, ni siquiera has tomado la leche de plátano que pedí para ti, incluso no la trajiste contigo. 

El nombrado se quedó en silencio por unos segundos, hasta que recordó que, definitivamente, se había olvidado por completo de ello. 

Soltó un largo suspiro y se llevó las manos al rostro recriminándose por haber sido tan inconsciente. Comenzaba a detestarse por eso. 

—Perdón...—se disculpó. —es solo que...te vas a reír de mí. 

Namjoon frunció el ceño y lo miró como si hubiera dicho lo más tonto del mundo, porque en realidad es así. 

—Por supuesto que no. —contestó firme y seguro de sus palabras. —somos hermanos, ¿recuerdas? Y los hermanos se cuidan entre ellos. Pero yo no podré hacerlo si no me dices qué te pasa. 

Y era cierto. Hasta comenzaba a sentirse como un idiota, ¿cómo había podido decir tal cosa? Conocía a Namjoon desde que era un bebé, prácticamente y en ningún momento se burló de él cuando más lo necesitaba. Todo lo contrario. Lo aconsejó y cuidó como si fuera su propio hijo. No había falta ser de la misma sangre para considerarlo como parte de su familia. 

Hasta podría poner sus manos al fuego por él. 

—Tienes razón...Lo siento. —se volvió a disculpar el menor. 

Volvió a quedarse en silencio durante otros segundos más, pensando en las palabras correctas para decirle lo que sentía y hablarle de sus preocupaciones. Aquel tema había invadido su mente desde hace varias noches y se sentía absolutamente frustrado al no poder dejarlo de lado. Y estando Nam a junto a él, debía aprovechar para soltarlo todo. 

Por más loco que suene. 

—Es una chica. —lo dijo sin más. 

Namjoon resultó confundido al principio, pero luego captó el problema. "De seguro se enamoró y no sabe cómo decírselo", pensó. 

—Pero no esa clase de chica. —continuó. —es alguien a la que sueño todas las noches, pero nunca he visto en mi vida. Ni siquiera sé si existe. 

Y entonces, el mayor se confundió aún más, pero por la forma en la que el chico lo decía, sintió que algo más lo tenía preocupado, así que lo dejó seguir hablando. 

—Al principio pensé que solo era mi consciencia creando cosas, pero ella comenzó a aparecer en mis sueños más seguido y fue ahí cuando sentí que no era normal. —hizo una pausa pequeña y comenzó a jugar con el piercing de su labio inferior. 

"Ay no. Mala señal"

—Hasta...hasta la dibujé para...no olvidarme de su rostro. —de nuevo hizo aquel gesto. —Le hice un cuadro, Namjoon. ¡Le hice un cuadro y lo pegué en la pared de mi cuarto!

"Sí", pensó el mayor al escuchar aquello, "Estás bien jodido"

1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora