Capítulo 11

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Resulta que la señora Lin nos la puso fácil, a las finales. Suri no fue tan dura al decirle que no necesitábamos de su compañía, ya que "queríamos vivir la experiencia solas" y para nuestra buena suerte, entendió. Por otro lado, Minho ya se había enterado de todo. Al sentirse presionada por tantas preguntas de su parte, Taemin soltó nuestros planes de un escupitajo. Sin embargo, el que está a punto de volverse mi hermano, no hizo nada más que reírse al escucharla. Y eso significaba que todo estaba bajo control. 

Por el momento. 

El único problema que teníamos, era el de las entradas, pero sé que ya se nos ocurrirá algo al respecto. Solo debíamos tener a la suerte de nuestro lado y seremos felices. 

—Muy bien, ya estoy lista. —nos decía Tae en lo que tomaba su pequeña mochila y se la colgaba en la espalda. —Army bomb, agua, alcohol y muchas ganas de poder abrazar a Taehyung. 

Sonreí de lado al escucharla. 

—Yo solo llevaré mi celular para grabar todo su desmadre y guardarlo de recuerdo. —le siguió Suri. Muy linda ella. 

—Ya quiero ver tu cara cuando tengas que tomarnos una foto con los chicos. 

De las tres, Tae era la más confiada. Ya me gustaría tener toda la fe que ella tiene, pero lo único que puedo sentir ahora es que las piernas me tiemblan. Supuestamente, hemos llegado hasta aquí para cumplir nuestro sueño, pero hay algo dentro de mí que no puede evitar pensar en todas las desventajas que tenemos. Si tan solo hubiéramos conseguido las entradas el mismo día que salieron, todo sería fácil, pero henos aquí.

—De acuerdo. —Minho llegó a la sala de estar con su cargador en la mano y con un movimiento de cabeza nos indicó que lo sigamos hasta la salida. —Ya vámonos. 

La señora Lin se despidió de nosotras con un fuerte abrazo y nos pidió que volvamos temprano para la cena. Gracias al cielo la firma de autógrafos no es un evento que lleva demasiado tiempo, así que eso no era problema. Sin embargo, no podíamos prometer nada. Qué sabe Dios ocurrirá cuando estemos en el lugar. 

—¡Esto es una locura!—exclamó Tae mirando a su alrededor muy sorprendida

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—¡Esto es una locura!—exclamó Tae mirando a su alrededor muy sorprendida. —¡Hay demasiada seguridad! ¿Qué se supone que haremos?

—No tienen ningún plan por lo que veo. —comentó Minho en un tono burlesco. 

Estaba a punto de volverme loca. Mientras miraba a todos lados, tratando de hallar alguna idea que no termine en desastre, los nervios me comían viva. Había muchas personas alrededor, así que no podía concentrarme del todo. Se suponía que encontraríamos la forma de burlar la seguridad o algo por el estilo, pero ni en un millón de años lo lograremos si hay más de diez hombres de dos metros y medio en cada puerta. 

Todo estaba mal. 

—Miren el lado positivo, al menos estamos en Busan. —escuchamos a Suri decir por sobre todo el bullicio. 

Army se estaba preparando para ingresar al recinto y no habían dudado en adornar el ambiente con las canciones de los chicos. 

—¡Pero yo quiero ver a Taehyung!

—Hay muchas personas revendiendo entradas, ¿por qué no les compran y ya?—Minho seguía. 

No sonaba una idea para nada mala, pero tenía sus desventajas. Podían estafarnos como tampoco no. Sin embargo, así quisiéramos hacerlo, no teníamos el dinero suficiente. Conseguir una de esas entradas nos costaría el doble de lo que puede costar una normal. Además, no se debía pagar por ellas. Solo bastaba con la suscripción en Weverse para conseguirla.

—Ni hablar. —digo entonces. —y creo que ya tengo una idea, estaba pensando en...

Pero antes de que termine la oración, un golpe seco en mi hombro me interrumpió por completo y entonces salté hacia adelante debido a la fuerza con la que alguien me había chocado. Levanté la mirada un poco aturdida, pero para nada incómoda, ya que sabía que el lugar estaba rodeado de personas corriendo de un lado a otro. Sin embargo, una parte de mí me decía que pudo haber sido más cuidadoso. 

—Lo siento mucho. —me dijo el chico en lo que hacía varias reverencias como manera de disculpa. —perdóneme. 

Y sin esperar a que diga algo al respecto, siguió con su caminata apresurada. No logré verle bien el rostro, ya que llevaba una mascarilla que lo cubría por completo, pero logré ver sus ojos, los cuales se me hicieron familiares. 

A las finales, le resté importancia y volví a mirar a mis acompañantes con la intención de continuar con mi discurso, sin embargo, al percatarme de un pequeño sobre en el suelo, decidí dejarlo de lado por unos segundos para recogerlo. Hasta hace unos segundos, no había logrado percatarme de él, así que deduje que era del muchacho que, sin querer, se había cruzado en mi camino. 

—Se le cayó esto. —susurré para mis adentros. No sabía si era importante o no, pero una corazonada me decía que debía intentar devolvérselo. —¡Oiga! ¡Joven!—alcé la voz lo más fuerte que pude, pero no funcionó. 

—Vas a tener que quedártelo, ya se fue. —habló Minho en un tono despreocupado. 

—Quizá sea dinero, quiero ver...—Suri se acercó a mí y me arrebató el sobre de las manos para luego abrirlo con curiosidad. 

Estaba a punto de regañarla por revisar cosas ajenas, pero el gesto que apareció en su rostro me dejó intrigada. Sea lo que sea que haya ahí dentro, la sorprendieron demasiado. 

—¿Qué?—preguntó Taemin. —¿Qué es?

Y entonces, ella llegó a su lado para verificarlo. 

Pronto las dos quedaron completamente mudas y yo seguía sin entender nada. No podía creer que le estaban prestando más atención a un sobre que a nuestra emergencia, estaba a punto de explotar de la frustración. 

—Sunmi...

—No me distraigan, necesito pensar. 

—Pero...

—Hablo en serio, Suri. 

—Sunmi-ah...

—Ya se me olvidó lo que les iba a decir. —la interrumpí. —por favor, chicas. Ayúdenme a idear algo para lograr ingresar. Las puertas se abrirán pronto. 

—No creo que sea necesario. 

—¿Y eso? ¿Cómo que no? —observé a Taemin como si hubiera dicho lo más ilógico del mundo. —si no tenemos entradas no ingresamos. 

—Eso es lo que intentamos decirte.

—¿El qué?

Y entonces, Suri me pasa el sobre y con un movimiento de cabeza, me invita a que vea lo que hay dentro. Frunzo el ceño antes de hacerle caso, para luego abrirlo y sacar el contenido. 

Lo siguiente que viene es una Sunmi a punto de caer de bruces al suelo. 

"No puede ser"


1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora