Capítulo 8

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Sunmi's Pov

1880

Mientras caminaba por la plaza junto a su madre, Sunmi no dejaba de pensar en aquel joven de mandíbula bien perfilada y ojos impresionantes. Le llevó varios días darse cuenta de los verdaderos sentimientos que la invadían cada vez que lo tenía cerca, pero por fin tenía todo claro. Era más que un hecho que se había enamorado. 

Llevaba una semana completa sin poder verlo y disfrutar del tiempo junto a él. Incluso, hasta comenzaba a pensar que se había aburrido de su presencia y por ello ya no se acercaba a ella. Sin embargo, supo que se estaba equivocando cuando una gran canasta de flores tocó su puerta de manera sorpresiva. El príncipe Jungkook se las había enviado junto a una pequeña carta escrita a puño y letra, disculpándose por no poder visitarla, pero que pronto estarían juntos de nuevo. 

Muy romántico. 

Desde ese entonces, la amplia sonrisa que emanaba su rostro no se le desaparecía. Todo lo contrario, aquel hermoso gesto le daba más esperanzas. Por fin sentía que la persona correcta había aparecido en su vida, ya que todo estaba yendo de maravilla. 

—¡Sunmi-ah!—alguien exclamó muy cerca y tuvo que comenzar a buscar de quién se trataba con con la mirada. Hasta que sus ojos chocaron con los de Sanah. 

Abrió los ojos tanto como pudo al verla acercarse y sonrió de lado intentando parecer amable. 

—Hola, Sanah. 

—Me da gusto verte por aquí. 

—Ella es mi madre. Madre, te presento a Sanah, una amiga muy cercana del príncipe Jungkook. 

La madre de Sunmi miró a la chica de pies a cabeza. La examinó durante algunos segundos hasta que se vio convencida de que no le daba buena espina. Podía darse cuenta de ello a través de sus ojos. Y no le gustaba para nada lo que veía. 

—Es un placer. —saludó la señora intentando sonar amable, pero muy en el fondo solo quería dejarle las cosas en claro. 

Con su hija nadie se metía.

—El placer es todo mío. —respondió Sanah con una sonrisa amplia dibujada en su rostro. —Y que gusto que me las encuentro por aquí, me gustaría invitarlas al baile que ofrecerán mis padres esta noche. 

Sunmi se vio sorprendida por aquella invitación, ya que no esperaba ser tomada en cuenta. Sin embargo, no estaba dispuesta a rechazarla. Si los padres de Sanah son muy cercanos a la familia real, entonces eso significa que el príncipe Jungkook también estará presente. Y las ganas de volver a verlo eran más que cualquier otra cosa, así que la decisión estaba tomada. 

—Nosotras encantadas de asistir. —se adelantó antes de que su madre responda por ella. 

Estaba tan entusiasmada con la idea de poder bailar una vez más con el hijo del rey, que no pensó en lo muy exaltada que estaba siendo. 

—Perfecto, las veré ahí, entonces. —respondió la joven muy contenta con la respuesta. 

Había preparado algo significativo para ellas esa noche, y no podría disfrutarlo si las invitadas de honor no estaban presentes. Sanah quería demostrar que su mundo era completamente distinto al suyo y que no debían esforzarse por encajar en él. Sobre todo Sunmi, quien había arruinado toda opción de acercarse más al príncipe Jungkook desde que se cruzó en su camino. Sin embargo, aquel baile iba a ser su única oportunidad para hacer que su amigo de toda la vida cambie de opinión y corra hacia ella como siempre lo quiso. 

Sabía esconder perfectamente su verdadera personalidad detrás de esa máscara de niña buena. 

Más tarde, Sunmi se encontraba nuevamente en un lío. Sus amigas estaban junto a ella eligiendo el mejor vestido para la ocasión, pero ninguno parecía gustarle. Se trataba de esos momentos en los que se sentía disgustada consigo misma como para aceptar que cualquier prenda de vestir pueda quedarle a la perfección. Y es que sentía que su presencia debía ser más que notable. 

—Estás exagerando, te ves más que hermosa, Sunmi-ah. —comentó Yeri mientras la veía observarse al espejo una y otra vez, tratando de convencerse de que lo que veía era de su agrado. 

Pero no fue así. 

—No me agrada mi cuerpo. —contestó entonces. —Ya no sé si sea bueno que vaya. 

Suri caminó hacia ella y la tomó de las manos tratando de tranquilizarla. Era normal que se sienta así de nerviosa, sobre todo si estaba comenzando a formar parte del círculo social de la familia real, pero no por eso debía minimizarse. 

—Eres una mujer muy bella, Sunmi. Y nada ni nadie puede demostrar lo contrario. —le dijo. —Y si el príncipe Jungkook o nadie más se da cuenta de ello, pues se lo pierden. 

—Y nosotras somos testigos de ello. —intervino Yeri. —así que ponte ese vestido y ve a ese baile a demostrar todo lo que tienes, cariño. Estoy más que segura que cientos de miradas se posarán en ti y no te dejarán en paz. 

—Esta noche, concéntrate en ti. 

Vaya forma de levantarle los ánimos. Ahora Sunmi se sentía más que lista para darles la razón. Al principio se encontraba preocupada por todo lo que piensen de ella, pero ya nada importaba. Por una vez en su vida quería sentirse especial. Quería llamar la atención de los demás sin tener que depender de alguien. Y si ese alguien tampoco se daba cuenta de lo muy valiosa que era, no podía hacer nada al respecto. Solo obligarlo a darse cuenta de lo que se estaba perdiendo. 

"Lo que le espera, príncipe"


1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora