1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)

Capítulo 26

Sunmi's Pov

El tiempo había pasado a la velocidad de un rayo. El año estaba a solo un mes de su fin y yo no podía estar más feliz de poder terminar mi etapa escolar con buenas calificaciones. Sobre todo, porque mi esfuerzo me había permitido ingresar a la Universidad de Seúl, como siempre lo había deseado. Me alegraba pensar que mi vida estaba yendo por buen camino, a pesar de lo difícil que había sido llegar hasta donde estoy. Más aún porque había tenido el apoyo de mis personas. 

Y Jungkook es una de ellas. 

Desde aquella vez que llegó a mi casa para pedirme disculpas por el malentendido que había generado una enorme ola de odio hacia mí, hemos estado más cerca que nunca. Si bien el salir a las calles todavía se me hace bastante incómodo, puedo decir que la calma ha vuelvo a mí gracias a su apoyo. Él siempre está pendiente de lo que me falta y qué no. Incluso, hay veces en las que me llama para preguntarme si ya comí o si dormí bien y eso me abraza el alma. Es como el mejor amigo que siempre quise, pero con sentimientos de por medio. 

Aunque solo sean de mi parte. 

A diferencia de Jimin y el resto de los chicos, mi amor por Jungkook es como la de una mujer que vive enamorada de su esposo. O como la de una novia viendo al chico de sus sueños llevarle el almuerzo al trabajo, a pesar de lo cansado que está. Estar a su lado se siente increíble. Sin embargo, sé que no puedo ir más allá de ello. En todo este tiempo que venimos conociendo cada una de nuestras cualidades y defectos, él no me ha demostrado nada más que cariño, como a cualquier Army que asiste a cada concierto. Y está bien. Puede que duela o me haga sentir como la más estúpida de todas, pero con tan solo darle un abrazo y recibir un mensaje de buenas noches de su parte, me basta. 

"Sí, rompí las 3 reglas"

Aunque, no puedo despreciar ni desaprovechar cada momento que la vida me está dando a su lado. 

—Me estoy desmoronando. —escucho a Taemin hablar a mis espaldas. —¿Qué será de mi vida cuando nuestros chicos se vayan al servicio? Voy a extrañar tanto al de sonrisa cuadrada. 

—¿Por qué tanto lloriqueo?—interrumpió Suri. —Deberías estar feliz de que los cuatro se vayan juntos, al menos. El Hopi y el Jin no corrieron con la misma suerte. 

—Hobiiii, es Hobiiiiiii, Suri-ahhhhh. ¿Te lo tengo que repetir?

Sonrío de lado al escucharlas. Pero, nuevamente, la tristeza me invadió por completo al recordar que ya no voy a ver a los chicos por un largo tiempo. 

—¿En serio tienes que hablar de eso ahora, Tae? No quería acordarme. —digo. 

Ella soltó un largo suspiro y se paró a mi lado para luego abrazarme por los hombros. 

—Perdón, es que...estoy algo sentimental. 

Y no la juzgaba, porque yo estaba igual. 

Hace un par de días que Hybe mandó un comunicado a través de Weverse y todo el fandom colapsó. Había llegado la hora de despedirlos a todos. El dos mil veinticinco estaba más lejos que nunca y no teníamos de otra que esperar hasta que los siete vuelvan a juntarse de nuevo. La sola idea de no tener ningún live de alguno de ellos me da jaqueca. ¿Cómo iba a soportar tanto tiempo sin saber de su existencia? 

—Te entiendo, pero creo que deberíamos cambiar de tema. —continúo. — podríamos planear nuestro viaje de verano, por ejemplo. 

—¡Sí a todo!—exclamó Suri. —Vamos a la Isla Jeju. 

Estaba a punto de responder, pero el sonido de mi celular indicando un mensaje entrante acaparó toda mi atención. Cuando lo tomé y vi la notificación en la pantalla, sonreí como una tonta.