Capítulo 19

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Sunmi's Pov

Mientras intento acomodar los libros en el estante según el género, la música relaja el ambiente. Hasta el momento, todo ha ido bien en mi nuevo trabajo y no me quejo. Sobre todo, porque es un horario que no interrumpe mis estudios, así que me es fácil venir aquí por las tardes hasta el cambio de turno. 

Siento que estoy avanzando. 

Gracias a mi paga del mes, pude conseguir un nuevo celular y ahora lo cuido como si se tratara de mi propia vida. A final de cuentas, tuve que contarle a mi madre sobre lo sucedido con el equipo anterior y, como era de esperarse, me dijo que era responsabilidad mía conseguirme otro con el que me pueda comunicar. 

Y eso hice. Debo decir que se siente extremadamente bien cuando consigues algo con tu propio esfuerzo. 

—¿Buenas?—escucho desde la entrada y decido dejar de acomodar los libros para atender al cliene que acaba de ingresar. 

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte?—pregunto como siempre y entonces espero a que me de su orden. 

La chica me pide un libro de repostería. Lo necesita para sorprender a su novio con una exquisita cena por su aniversario y le contesto que ha venido al lugar indicado. Ella sonríe mientras me sigue hasta el pabellón de libros de comida y le indico cuáles son los que más le convienen, si quiere dejar a su novio con la boca abierta. Minutos después, paga el monto correspondiente y se va con su pedido en la mano, no sin antes de darme las gracias y decirme que volverá para obsequiarme algún que otro pastel. 

Muy lindo de su parte. 

Espero unos segundos más en recepción, por si otro cliente aparece, hasta que decido volver a lo de antes cuando veo que nadie más se acerca a la tienda. 

Camino hacia el pabellón de las revistas nuevamente y sigo ordenando todo lo que está en la caja, ya que el dueño fue muy estricto al decir que no quiere ver ninguna de ellas en la bodega. Para mí, no es nada del otro mundo, así que me apresuro en dejar todo listo antes que la hora del almuerzo llegue. 

Sin embargo, cuando estoy a punto de acabar, me detengo en seco al ver una revista con la portada de los chicos mirando en mi dirección y me le quedo varios segundos observándola. Aquel sentimiento extraño que me invadió ese día, volvió a mí tan rápido como mis ojos se fijaron en los del castaño de piercing en el labio. 

Se suponía que a había dado por perdido todo. 

Su voz repitiendo mi nombre una y otra vez no deja de atormentarme. Sobre todo, cuando no entiendo el porqué si se supone que ha pasado un mes. 

"Dios, por favor, ayúdame"

—¿Disculpe?—otra voz interrumpe mis pensamientos y sacudo la cabeza para volver a mi realidad y atender al joven que me acaba de llamar, antes de dar una mala impresión. 

Camino de nuevo hacia la recepción y puedo verlo parado esperando a que lo asistan, pero cuando logro ver con claridad su rostro, mis ojos se abren tanto como pueden y comienzo a sentir que mi corazón está a punto de salirse de mi pecho. 

Esto no puede estar pasando. 

—Hola, Sunmi. —una sonrisa coqueta se dibuja en su rostro y mis piernas flaquean al escuchar su voz en vivo, desde la primera vez que nos vimos. 

Aunque, en ese entonces, su cabello estaba más corto de lo que está ahora. Pero, ese no es el punto. Park Jimin está frente a mí actuando como si fuese una persona normal entrando a una librería, mientras pronuncia mi nombre con total tranquilidad. Algo que, definitivamente, me asusta. 

1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora