Capítulo 3

258 26 0
                                    

Sunmi's Pov

No dormir por conseguir boletos para ver a mis chicos es mi pasión. 

Dos litros de café es suficiente para mantenerme con los ojos abiertos hasta tener mis entradas separadas, de lo contrario, me volveré loca. Soy consciente de que jamás en mi vida la suerte me ha echado una mano, pero esta vez espero que eso suceda. Cada minuto que pasa hace que me ilusione más con ver a Jungkook de cerca. 

Y si eso no sucede, quemo todo. 

—Faltan dos minutos. —dijo Taemin mientras comenzaba a dar vueltas por toda la habitación. 

—Si sigues caminando así, le vas a hacer un agujero al suelo. —se quejó Suri cruzándose de brazos y mirándola con desaprobación. —y tú lo vas a arreglar. 

—Sí, sí, como digas. 

En este momento no podríamos estar más preparadas que nunca. En línea teníamos la laptop y el celular de Suri, la tablet y el celular de Tae y en mi caso solo mi laptop, ya que mi celular me lo arrebataron. Sin embargo, estaba tan concentrada en el número de fila que nos iba a tocar que eso ya no me importaba. 

Teníamos que conseguir sí o sí esas entradas. 

Suelto un largo suspiro y me muerdo las uñas intentando calmar mis nervios. Repetía en mi mente una y mil veces que todo iba a salir bien y que mañana estaremos felices comiendo perdices y con nuestro pase asegurado al fanmeet que se iba a realizar en Busan. ¿Qué podría salir mal?

"Que terminemos en el número un millón, por ejemplo"

—Y una vez que tengan las entradas, ¿Qué van a hacer?—preguntó Suri. —Ninguna de las dos sabe manejar. 

Cierto. Nos habíamos olvidado de esa parte. Estábamos tan distraídas con el tema de las entradas que nos habíamos olvidado por completo de planear el viaje. No teníamos auto ni brevete, mi madre no tenía tiempo suficiente como para llevarnos y traernos, los padres de mi amiga a penas paraban en su casa y para colmo de los colmos, nadie nos había dado permiso y nosotras aquí como si nada. 

Así de responsables somos.

—Eso es lo de menos. —contestó Tae al respecto. —Igual, con o sin permiso, siempre termino escapando.

Reí por lo bajo al escucharla decir aquello, pero no me sorprendí, porque era verdad. 

Como ahora, por ejemplo. 

Se supone que debemos estar en clase, pero decidimos saltarnos las primeras horas por conseguir las entradas. Suri se negó al principio, pero la convencimos con decirle que le íbamos a hacer las tareas durante una semana, aunque debo admitir que se me hará difícil cumplir con mi palabra, ya que a penas y hago las mías. 

Pero no importa. Solo espero que valga la pena. 

—¡Ya está! ¡Nos está dando un orden en la fila!—exclamó Tae al darse cuenta de que ya había llegado la hora. 

De pronto mis manos comenzaron a sudar y mi cuerpo a temblar. Jamás me había sentido así de nerviosa. Estábamos a nada de saber si tendríamos oportunidad de ver a los chicos o no, así que se me hace normal tener ganas de vomitar. Las tres nos encontrábamos frente a las pantallas, observando con detenimiento el momento en que la página decidía por nosotras y nos tomamos de la mano esperanzadas con conseguir algo bueno por primera vez. 

Me estaba muriendo por dentro. 

Unos segundos después, diferentes números aparecieron en nuestro campo de visión y las ganas de romper todo me invadieron enseguida. No podía creer que esto estaba pasando. El silencio nos invadió durante unos largos minutos, hasta que Tae decidió romperlo con gritos desesperados y llenos de frustración. 

1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora