Capítulo 13

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Sunmi's Pov

1880

—Puedo saber, si es que no es mucha molestia, ¿por qué una dama como tú no tiene la cartilla llena?

Jimin se veía como un joven demasiado curioso. En todos esos minutos que se ofreció en hacerme compañía, no ha parado de realizar algún tipo de observación con respecto a mi presencia. Sin embargo, no me molesta en lo absoluto. De hecho, comienzo a sentir que una parte de mí tiene mucho en común con su personalidad. 

—Pues, debo decir que me distraje mucho admirando el lugar. Es sumamente hermoso. —me limité a responder. 

Aunque, esa no era la principal razón por la que me he quedado sin pareja de baile en lo que ha transcurrido de la noche. Si bien es cierto, mis intenciones tenían que ver con no separarme del príncipe Jungkook, pero veo que está demasiado ocupado con su amiga más cercana como para perder su tiempo atendiendo a una joven desdichada como yo. 

Es como si no existiera. 

—Me temo que debo decirte que no puedo creer en tus palabras, Sunmi. —no dudó en contestar.

—¿A qué se debe eso?

—No has parado de mirar en la dirección en la que mi amigo se encuentra en todo lo que llevamos conversando, eso me responde todo. 

En este momento, debo de verme como una completa tonta. Siento como los colores se me suben al rostro y no tengo de otra que desviar la mirada hacia otro lado y fingir que no me ha impactado su comentario para nada. Sin embargo, no entiendo cómo es que pude ser tan obvia. Ya llevaba un largo tiempo viendo como Sanah y Jungkook hablaban y reían sin parar y no podía quitarme esa imagen de la mente. 

Y ahora que recuerdo, tampoco he tenido oportunidad de hablar con ella desde que mi madre y yo llegamos. 

—No es cierto. —me defiendo. —solo pensaba en que el vestido de la señorita Sanah es encantador. 

—¿El vestido o la persona que la acompaña?—insistió. 

A este punto ya estaba por morirme de la vergüenza. Las ganas de meter mi cabeza debajo de un hoyo me invadieron al instante, pero me dije que debía mantener mi dignidad intacta. 

—Por supuesto que el príncipe es un joven cautivador, pero no me refería a su persona. 

—Haré como que te creo, Sunmi. —sonrió de lado y me miró directamente a los ojos, como intentando hacer que me rinda ante él y darle la razón. 

Algo que, obviamente, no iba a suceder. 

El silencio nos invadió unos segundos después, pero no era para nada incómodo. Yo solo me encontraba observando todo mi alrededor tratando de buscar a mi madre con la mirada, pero seguía sin saber nada de ella. Me daba pena el solo pensar que me encontraba parada en una esquina, llamando la atención y luciendo como la mujer que aún no encuentra una pareja de baile decente con la que pasar la noche. No quería dar una mala imagen de mí misma, pero todo estaba saliendo peor de lo que me pude haber imaginado. Las chicas con las que había entablado una conversación agradable, hasta que el nombre de Sanah salió de alguna de ellas, se encontraban totalmente ocupadas coqueteando a su manera y, por alguna razón, quería estar en el lugar en el que se encontraban. 

"Y que el príncipe Jungkook ocupara el lugar de mi acompañante"

Pero nada en mi vida parece salir bien. 

—Baila conmigo, Sunmi. —la voz de Jimin interrumpía mis tristes pensamientos y tuve que girar la cabeza para dirigirle la mirada. 

—¿Cómo dices?

—Tu cartilla está vacía y hay una enorme posibilidad de que te quedes así toda la noche, a menos que me dejes colocar mi nombre en ella. —inquirió. 

No sabía si tomarlo como un halago o una ofensa, pero de todas maneras a una parte de mí no le apetecía aceptar su propuesta. 

—No sé si sea una buena idea. Opino que debe buscar a alguien de su talla. 

—¿Y tú no lo eres?

—Joven Jimin, creo que debe dejar de hablarme de tú a tú, porque se siente demasiado incómodo. —digo. —Además, ya estaba a punto de irme, solo me falta buscar a mi madre y...

—¿Una morena de ojos encantadores que llevaba un vestido color pastel? Sí, sé de quien hablas. —comentó. —Debo decir que uno de mis tíos queridos se interesó en ella y no dudó en llevársela del baile a penas pudo. 

No puede ser.

—Así que solo quedamos tú y yo. —El joven Park se acercó unos cuantos centímetros más y pude sentirme pequeña debido a que mis metro sesenta no ayudaban. No era tal alto como el príncipe Jungkook, pero sí lograba sacarme una gran diferencia. —Y debes saber, querida Sunmi, que no acepto un no como respuesta...Nunca. 

Tragué duro mientras inhalaba y exhalaba profúndamente tratando de mantenerme de pie. Es más que un hecho que estaba en problemas y Jimin no sería capaz de dejarme ir a menos que le conceda una pieza. 

"Solo una y ya"

—Está bien.—me limito a decir. —Aceptaré bailar con usted si promete comentarme cuáles son sus verdaderas intenciones. 

Una amplia sonrisa apareció en su rostro de nuevo. 

—Chica lista. 

—Tómelo o déjelo. 

Soltó un largo suspiro, hasta que volvió a mirarme a los ojos. 

—De acuerdo. Si voy a tener que pasar más tiempo contigo, yo encantado. 

No tenía la más mínima idea de lo que estaba haciendo, pero sonaba tentador. Llegar a la pista de baile de la mano del mejor amigo del hijo del rey, no era cosa de todos los días. Debía estar completamente loca. Sin embargo, mi parte más rebelde quería que el príncipe nos vea para provocarle una pizca de celos. Se ha olvidado de mí en todo lo que ha transcurrido de la noche y estaba tan molesta que entonces comenzaba a darme igual. 

Si él quería pasar el tiempo con Sanah, está bien. Pero detestaba pensar que en algún momento me hizo creer que aquella mirada y aquella sonrisa solo eran para mí, cuando sabía perfectamente que no es así. 

—Por cierto, se me olvidó decirte...—habló Jimin en lo que caminábamos al centro llamando la atención de casi todos los presentes. 

—¿El qué?

—Después de esta noche, no te vas a librar de mí tan fácilmente. 

1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora