Capítulo 22

223 20 2
                                    

Sunmi's Pov

La semana en la escuela se estaba poniendo más ajetreada. Los exámenes estaban por comenzar y ni siquiera había empezado a leer las notas que los profesores nos habían dado para apoyarnos. Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar del cansancio, pero debía hacer un esfuerzo si quiero ver buenas calificaciones en mi reporte de notas.

La cabeza me daba vueltas.

—Yo digo que nos reunamos todos los días para estudiar juntas. —acotó Taemin, mientras caminábamos a las escaleras que nos daba al gimnasio. —soy un cero a la izquierda en mate, así que quiero que me ayuden.

—¿Cómo te voy a ayudar en algo que tampoco sé?—respondió Suri.—a penas me acuerdo de la tabla del cero.

Casi me río al escuchar aquello, pero entonces recordé que, prácticamente, esa podría ser yo. Digo, he estado tan ocupada todo este tiempo, que ya no me acuerdo de los temas que hemos trabajado en los últimos días.

Y con ocupada me refiero a que siempre hablo con Jimin y olvido que el mundo existe.

Es que es tan inimaginable, que hasta ahora no me lo creo. No hemos dejado de mensajearnos desde la última vez que nos vimos y debo decir que mi cuerpo desborda felicidad. No tengo palabras para describir mis sentimientos en este momento, pero me conformo con poder vivirlo. Es una completa locura.

—Sunmi-ah, ¿nos estás escuchando?

Levanté la mirada de golpe y me obligué a centrarme en el presente.

—Uh...sí.

—¿Qué dices?

Fruncí el ceño sin saber a qué se refería.

—¿De qué?

—Sobre quedarnos a dormir en casa de Suri el fin de semana, así podemos estudiar mejor.

No tenía cabeza para entrar mucho en el tema, así que solo asentí.

—Sí, está bien.

Minutos más tarde, nos encontrábamos en la clase de baloncesto, practicando algunos tiros. No soy buena del todo, pero puedo decir que al menos no se me cae la pelota de la mano cuando corro con ella, así que es un avance. Mientras tanto, no puedo esperar a que se acabe la hora para llegar a casa y seguir hablando con Mimi, que es uno de mis pasatiempos favoritos.

Ha pasado el tiempo y ahora lo veo como si fuera mi mejor amigo, aunque son pocos días, pero eso no cuenta. Hablar con él se siente como estar en casa.

"Se siente muy familiar"

***

A estas horas de la noche, las calles de Seúl estaban completamente repletas. La hora punta se encontraba en su máximo esplendor y la gente trabajadora salía de sus oficinas para dirigirse a la parada de autobuses más cercana. Yo me encontraba en una de ellas, esperando con ansias a que Minho aparezca, ya que mi madre tuvo la grandísima idea de enviarlo a encontrarse conmigo para asistir todos juntos a una cena. No estaba de buenas para una en este momento, pero cuando se trata de comida pongo todo mi esfuerzo. 

Dos minutos después, logro divisar a mi amigo del otro lado de la calle. Junto un par de personas, esperaba a que el semáforo se coloque en el color indicado para cruzar la pista. Sin embargo, cuando eso pasa, me adelanto. En cuanto nuestras miradas se cruzan, le digo que me espere y él obedece. Es ahí cuando comienzo a camianar en su dirección. 

—¡Sunmi, cuidado!—grita en cuando a penas doy unos cuantos pasos y paro en seco ante su desesperación. 

No entiendo qué es lo que pasa, pero cuando veo que un auto viene directo a mí a una gran velocidad, entro en pánico. Intento correr, sin embargo, mis piernas me dicen que no lo haga y paran en seco para luego regresar al otro lado de la calle en retroceso, en la acción termino cayendo por el desequilibrio y cierro los ojos esperando mi desenlace. 

Entonces, un fuerte chirrido hace temblar mis tímpanos, hasta que se detiene y todo queda en absoluto silencio. 

"Dios santo"

—¡Sunmi-ah! ¡Sunmi-ah!—los gritos de Minho interrumpen mi estado de shock y levanto la mirada para verlo corriendo hacia mí para agacharse a mi altura. —¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Te golpeaste?

—Yo...—las palabras no salen de mi boca. —Sí...uh, estoy bien. 

Pasan al menos unos par de minutos y puedo ver como algunas personas se han parado a nuestro alrededor para ver qué ha pasado, pero eso no es lo menos que me importa en este momento. 

—¡Oye! ¡Imbécil! ¿A caso eres ciego?—gritó nuevamente, esta vez mirando en dirección hacia el auto que aún seguía delante de nosotros, a solo unos centímetros de distancia. 

De pronto, la puerta del piloto se abrió de golpe y de aquella máquina lujosa descendió un joven encapuchado todo apresurado. Llevaba una mascarilla en el rostro, por lo que se nos hizo difícil identificarlo. Sobre todo si queremos presentar cargos en su contra por tremenda irresponsabilidad de su parte. 

El chico caminó hacia nosotros y tuve que ponerme de pie para enfrentarlo. Estaba molesta. Pudo haberme matado por no tomar el volante de manera adecuada. 

—¡Estás loco!—le exclamé histérica.—¡¿Cómo se te ocurre ir a toda velocidad aún sabiendo que puedes causar un accidente?! ¡Estás mal de la cabeza!

No obtuve respuesta de su parte. Sabía que estaba siendo muy dura, pero no tenía espacio para la paciencia. Y lo peor de todo es que no dejaba de pensar en que estuve a punto de morir y dejar a mi madre a la interperie. ¡Aún tengo una vida por vivir! No pienso aceptar esa idea. 

Recién pude conocer a uno de mis ídolos y no pienso mudarme al otro lado cuando a penas y estamos comenzando una bonita amistad. De solo imaginarlo me da dolor de cabeza. 

—¿Sunmi?...

"¿Qué?"

Inhalo y exhalo profúndamente. Fruzo el ceño y la confusión me invade al instante con un toque de intriga. ¿Cómo demonios sabe mi nombre? Bueno, Minho lo dijo en voz alta mientras corría hacia mí, pero aún así sonaba como si me conociera de toda la vida. 

—Sunmi...—volvió a repetir, mientras intentaba adivinar de quién se trataba. Sin embargo, no podía porque tenía el rostro cubierto. 

—¿Se conocen?—preguntó mi acompañante. 

—No sé...yo...

Una pequeña punzada en la mente me invadió en ese momento. Algo dentro de mí se removió en cuanto comencé a reconocer la voz de a pocos, hasta que me di cuenta de lo tonta que había sido desde un principio. 

El mercedes del año, la gorra, el outfit completamente negro, la postura y esa profunda mirada confirmaban el noventa y nueve por ciento de mis sospechas. Solo faltaba observar aquel detalle en la mano para...

"Santa mierda"

Trágame tierra y escúpeme en...No. Mejor me quedo enterrada. 

—Jungkook...

—¿Jungkook?

—Sunmi...

—¡Oh, por Dios! ¡Es Jungkook!



***


Volvíiiiiiii!!!!!!!

La universidad me está matando 😭 Perdón por no actualizar seguido :(


1880: TODO ES OBRA DEL DESTINO//JJK (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora