𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠
Me transporte hacia la cocina de los Henderson encontrandome con Ocho, la conversación con Adán enserio me había afectado ¿Cómo era posible que ese niño fuera tan listo? Bueno es mi hijo, eso es una buena razón.
— ¿Sucedió algo? — pregunto Ocho sosteniendo un plato de cereal con leche en sus manos —.
Supongo que estaba raro, no era muy común verme con los ojos llorosos.
— No, realmente creó que es mejor irnos ya — dije nervioso.
— ¿Qué? — exclamó ella — No, Cinco era mi turno de verlo, quiero hablar con él — insistió Ocho.
— No, Ocho volvemos otro día, hoy tiene sueño y supongo que lo mejor será dejarlo descansar — mentí.
Ocho suspiro y me miró resignada — Bueno... Pero volveremos pronto.. prometelo Hargreeves — insistió levantando su meñique.
Levanté mi meñique y justo cuando iba a tomar el suyo lo escuchamos — ¿Hargreeves? — sonó la voz de Adán en las escaleras, sus pasos se escucharon y el se acercó hasta quedar frente a nosotros — ¿Ustedes? ¿Hargreeves? — hablo nervioso.
Ocho me miró pidiendo explicaciones y yo simplemente negué igual de confundido que ella.
— Hola pequeño, ¿Cómo estás? Alguien me dijo que seguías domrmi... — intento acercarse pero Adán se alejó.
— Ustedes son los sujetos que aparecen en mis sueños — soltó haciéndonos abrir los ojos sorprendidos.
Sabíamos del poder de Adán, pero nunca lo sentimos como una amenaza debido a que el mismo nos había comentado de que no lograba controlarlo, ni siquiera el mismo lo tomaba enserio.
— Ustedes son los adultos que escucho buscando nombre para su bebé — cada palabra era como un golpe que destruía la pared de nuestra mentira — Y el bebé... Soy yo — concluyó.
Di un suspiro y me atreví a hablar— Adán, nosotros... No es lo que parece solo déjanos explicarte — trate de calmarlo al ver su agitada respiración.
— Adán pequeño — decía Ocho mientras trataba de acercarse.
— No me toques! — grito entre lágrimas.
— Adán, lo sentimos — susurré mientras trataba de no quebrarme. Si para mí este momento era una mierda, no me imagino lo que él debe estar sintiendo, solamente es un niño.
— Adán! Adán hijo! — sus padres lo escucharon.
— Ocho vamos — dije tomándola del brazo — Porfavor Ocho.
— Hijo porfavor — pidió ella.
— Largo!!! No los quiero aquí!!! — gritaba.
— Ocho — insistí.
— Hijo...
— Váyanse! — sollozo agachando su rostro.
Note como sus lágrimas cayeron al piso y al escuchar pisadas acercarse tomé a Ocho en brazos y nos transporte afuera de la casa.
Desde ahí pudimos ver cómo los Henderson bajaron y Adán al instante el se acercó colgó de ellos abrazadoslos con fuerza.
— Mamá, papá— lloro en el hombro del sujeto a quien llamaba padre.
Aquel sujeto que no era yo.
3 meses después
Ya habían pasado unos meses desde la última vez que pude ver a mi hijo. Ocho no salía de la habitación más que para cuando teníamos que trabajar, a ambos nos dolía el desden de Adán.
— Ocho — me senté a su lado — Ocho no podemos seguir así — dije con la mirada en el suelo.
— Lo perdimos Cinco, ahora él nos odia — sollozo.
— Nunca debimos volver a su vida, él estaba bien sin nosotros..
— Perdón por no escucharte, solo quería estar con él un poco más.
— Ambos tenemos la culpa, yo tampoco debí acercarme a él.
Ella se abrazo fuerte a mí, escuché sus sollozos y sentí sus lágrimas mojar mi pecho.
— ¿Ahora que haremos? ¿Que más nos queda? — pregunto sin verme.
Tome su rostro y la hice mirarme — Iremos por nuestra familia — dije y ella me miró con una ligera curiosidad — por nuestros hermanos.
Sus ojos brillaron y una pequeña sonrisa se formó en sus labios — le podremos fin al apocalipsis — asentí y bese su frente.
Ya no podíamos acercarnos a nuestro hijo, tampoco haríamos más esfuerzos para que nos perdonará, Adán tenía derecho a estar molesto y odiarnos.
Lo único que nos quedaba era darle un futuro, un mundo en el que él pueda vivir una larga vida.
El viviría con Henderson.
Nosotros seríamos lo que siempre hemos sido.
La disfuncional familia de los Hargreeves.
Fin
Adiós putizorras 😘
Las ano 💕
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BAD PARENTS [TERMINADA]
Fanfiction𖨆☂︎𖨆☂︎𖨆 - ¿Seguro de que es lo correcto? - le pregunté a mi esposo quien sostenía a nuestro a bebé en brazos. - No podemos tenerlo Ocho, no aquí - negó evitando mi mirada. - Aún es muy pequeño - dije tratando de convencerlo - Deberíamos quedarnos...