BAD PARENTS [TERMINADA]

DIEZ

4 𝚍𝚎 𝚓𝚞𝚗𝚒𝚘 𝚍𝚎𝚕 2008

𝙰𝚍𝚊́𝚗 𝙷𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗

Los niños de mi salón ya habían entrado a clases, yo preferí quedarme en el castillo del salón de juegos, no quería escuchar a los maestros enseñarles cosas a mis compañeros que yo ya sabía.

Mamá dijo que debía tratar de hacer amigos pero durante la mañana nadie me habló, incluso se rieron de mí cuando me senté junto a la maestra.

En casa siempre me sentaba junto a mami, no sabía que debía ir a un pupitre. Ya no quiero volver a ese salón de clases.

Me quedé sentado escondido en el gran cilindro por dónde se pasa para deslizarse por el tobogán. Escuché unos pequeños ronquidos y decidí acercarme. El sonido provenía de un niño gordo que tenía la cara llena de chocolate y su suéter con migajas de galletas.

- Oye! Oye despierta! - di un par de palmadas en su cabeza.

- mmm no - negó y giro al lado contrario para seguir durmiendo.

- Despierta, tu maestra te debe estar buscando - seguí insistiendo.

- El recreo termino - dijo y se levantó rápido para salir del cilindro. Justo cuando iba a irse giro su cabeza y frunció sus cejas hacía mí - Espera ¿Porque tú no vas también a tu salón?.

- Porque la maestra me dio permiso de salir... ya que soy muy listo y... Ya se las clases que ahora está enseñando - mentí y me miró duduoso.

- Wow eso es genial - sonrió y se sentó a mí lado - mi nombre es Mike - extendió su mano y la tomé cordial.

Después de todo debía hacer amigos.

- Adán - respondí.

- Bien, podemos ser amigo - dijo él.

- ¿Amigos?

- sí, amigos.

- ¿Y que hacen los amigos?.

- Pues juegan, se comparten sus cosas y salen a pasear al parque - comentó.

- Bien creo que podemos ser amigos - respondí dudoso.

Mike empezó a hablarme sobre como era su familia y el porque no le gustaba su salón de clases, me comentó que el castillo era su lugar seguro y que si le compartía de mi lonchera también dejaría que sea el mío.

Terminamos el almuerzo que mami me envió y aún quedaba mucho tiempo.

- ¿Ahora que hacemos? - pregunto él viendo que cada momento se hacía más aburrido.

- No lo sé ¿Que haces tu para divertirte? - pregunte y el colocó una mano en su barbilla para pensar.

- Ya se! Vayamos a un parque - exclamó alegré.

- ¿Estás seguro? ¿No conozco ninguno por esta zona? - respondí yo.

- Tonterías, cuando mi nana me trae siempre vemos un parque antes de venir, no debe estar tan lejos - comentó.

- ¿Y como saldremos sin que los maestros nos vean? Si nos descubren nos castigarán y nos mandarán a clases.

- No te preocupes, dejamelo todo a mí - dijo seguro.

Desconfiado acepte, después de todo mamá dijo que nada malo pasaría si hiciera amigos.