DIECISEIS

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𝙾𝚌𝚑𝚘 𝙷𝚊𝚛𝚐𝚛𝚎𝚎𝚟𝚎𝚜

Recorrí todos los hospitales y clínicas cercanas a la ciudad hasta que encontré una en la que estaban los Henderson. Ambos señores se hayanban en la sala de espera a la guardia de nuevas noticias sobre mi hijo.

Durante el camino analice mucho la idea de acercarme y decirles que yo era la madre de Adán, que ya no se tenían que quedar pues desde ahora me encargaré de él y lo cuidare.

Pero al verlos tan preocupados por el pequeño tuve un gran vergüenza al tratar de reclamarles un niño que por mucho que yo lo haya alumbrado, era suyo.

La señora Henderson tal como Cinco dijo era una dama muy respetable y a simple vista se notaba su educación y sus buenas intenciones al igual que las del señor Henderson. Ambos se notaban cansados y tenían ojeras, les temblaban las manos por la cantidad de café que tomaban para mantenerse despiertos esperando noticias de Adán.

¿Cómo podría yo reclamarle algo a dos personas que no han hecho más que cuidar y amar a mi hijo?

Su hijo.

La enfermera llego y me acerqué un poco para poder oír lo que le decía a los Henderson.

- Señores deben entender que el estado de su hijo es muy delicado, ustedes sabían perfectamente que el niño se encontraba enfermo no entiendo porque lo expusieron a los fríos climas de estás épocas - comentó la enfermera.

- Pero no lo expusimos, desde que vimos los primeros síntomas de resfriado del pequeño lo hemos cuidado mucho - dijo la señora Henderson entre lágrimas.

- Es cierto, Adán no ha salido de casa más que para ir a la escuela e incluso ahí tomamos nuestras precauciones.

- Señores aunque sus palabras van en contra de los hechos no hay tiempo para discutir, ahora lo importante es velar por la salud del pequeño - dijo y se marchó.

Los Henderson tenían razón ellos no habían expuesto al pequeño.

- ¿Qué te tiene tan triste? - pregunté acariciando su cabello negro.

- Mamá y papá están cansados y no pude ir hoy a jugar al parque con Mike - explicó con un puchero.

- Ou pero que adultos tan flojos - reí - yo no estoy cansada ¿Quieres ir? - pregunte con una sonrisa y el instante dijo que sí.

Salimos durante la fría noche y no me percate ni siquiera de ponerle un abrigo o tan si quiera observar sus síntomas, lo único que me importa era probar que yo podía hacer más feliz a Adán que los Henderson y ahora él pagará las consecuencias de mi egoísmo.

Caminé al patio del hospital sintiendome una completa basura, había expuesto a mi hijo, por mi culpa ahora a estaba grave en un hospital.

Caí al suelo llorando y un terrible lluvia se desató, luego de unos minutos sentí unos brazos rodearme y dejé caer mi cabeza sobre el pecho de Cinco.

Así no lo viera reconocería su perfume a metros de distancia.

- Cinco perdón - solloce abrazandolo - lo he arruinado Cinco, todo esto es mi culpa.

- Lo sé... Lo sé - murmuraba mientras acariciaba mi pelo.

- ¿Que haremos ahora? - pregunte conectando nuestras miradas.

- Nada... Ocho, Adán es fuerte y pasará por esto y más, pero no estará bien si nosotros seguimos interfiriendo en su felicidad y su familia.

- Cinco...

- También lo amo - beso mi frente - pero tú y yo solo lastimamos a los queremos, no merecemos ser sus padres.

Nuestras lágrimas se mezclaron con la lluvia mientras nuestras nuestras palabras trataban de darse consuelo.

Cinco tenía razón, seres como nosotros solo hacen daño.

No merecemos ser padres.

No merecemos ser padres

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Hola putizorres 😘

Que les parece si al primer voto de este capítulo se le dedica el próximo?

¿Que crees que harán ahora Cinco y Ocho?

Las ano 💕

BAD PARENTS  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora