A dos bandos (Karma x ___) +18

Plan

Esa noche Karma se quedó a dormir y fuimos juntos a clase el día siguiente.

-¿Karma llegando pronto?- Koro-sensei estaba detrás de nosotros y nos había logrado sorprender- eso es nuevo...- su cara pilla era fácilmente reconocible.

Karma se puso rojo, y en cuanto yo me acordé de la noche anterior también me puse roja. Tenía que inventarme una excusa, sino Koro-sensei no nos dejaría en paz y seguramente se terminaría enterando toda la clase.

-No pienses cosas raras, le he obligado a venir pronto porque hoy viene un gran amigo.

-Así que conoces a nuestro invitado.

-Sí, hasta he llegado a trabajar con él.

-En ese caso creo que ya está por aquí, ve.

Tomé a Karma de la mano y lo arrastré corriendo hasta llegar al aula.

Cuando llegamos ya había compañeros entrenando y fui rápidamente a cambiarme para poder entrenar también.

Rápidamente tomé un cuchillo y me puse ha hacer los movimientos que Karasuma nos había enseñado.

-Veo que tu técnica sigue siendo impecable.

Me giré contenta ya que sabía a quién pertenecía la voz.

-Mi técnica siempre es perfecta, para eso entreno.

-Hace mucho no te veo en las misiones.

-Estoy ocupada con la del pulpo extraterrestre, solo me mandan otras más pequeñas. Tampoco me quejo, así tengo más tiempo libre.

-Estoy seguro de que puedes matar a tu profesor, eres una gran asesina. Por cierto, tengo entendido que aquí hay un chico que-

-Sí, tu información es correcta, Nagisa, el de pelo azul, se que podrás enseñarle algo interesante.

Lovro se fue junto a Nagisa y yo seguí con mi entrenamiento, por el rabillo del ojo pude saber que era lo que le estaba enseñando, Nagisa realmente tenía un gran potencial.

Unos pocos días después ya estábamos de camino a nuestro premio que le habíamos sacado a los mejores, los del gobierno intentaron prohibirme ir pero en cuanto les dije que teníamos montado un plan para matar de una vez a nuestro profesor no tuvieron otra opción mas que dejarme ir.

-¿La primera vez en un barco?- Karma, al igual que yo, se dedicaba a ver el mar.

-No, una vez hice una misión en un crucero, terminé el primer día y tuve una semana para disfrutar.

-¿Mataste a alguien y nadie se dio cuenta?

-Venía solo y estamos rodeados de agua, no es difícil deshacerse de un cuerpo en mitad del océano. El hombre ya había pagado, lo que haga después a los empleados les da igual.

-Das miedo.

-Soy una asesina, ¿qué te esperabas?-reí.

-Me alegra no ser un enemigo- se acercó más a mi poniendo una de sus manos en mi mentón y girando mi cabeza para darme un tierno y corto beso en los labios.

Estaba a punto de decir algo, pero me interrumpieron.

-¡Ya veo la isla!

En cuanto llegamos algunos se empezaron a divertir mientras que otros poníamos todo a punto para poder empezar con nuestro plan de asesinato. Nos iríamos turnando para distraer al profesor.

Iba junto al equipo de francotiradores para poder comprobar bien el terreno y sus dificultades.

-No debería haber ningún problema si os quedáis por aquí, las hojas os taparán bien pero no os llegan a quitar vuestro campo de visión. Seguro que colará.

No paraba de moverme de un lado a otro para comprobar que todo iba bien y no había nada fuera de lugar.

Perfecto.

Todo estaba listo para por la noche.

Empezamos montándolo en un barco para que se marease, las anotaciones de Nagisa sobre las debilidades de nuestro profesor habían sido de gran ayuda. 

Ahora es donde empezaba nuestro verdadero plan. Todos se fueron a sus puestos mientras que algunos guiaban a Koro-sensei hasta donde estaba la trampa que tanto tiempo llevábamos planeando.

Estaba encerrado, no podría hacer nada aún sabiendo el plan así que se lo contamos brevemente. Todo estaba listo y procedimos a poner el video.
Mientras que nuestro profesor se moría de vergüenza el nivel del agua empezó a subir y con eso ya habíamos conseguido algo de ventaja.

El asesinato dio comienzo en cuanto los compañeros de mi clase estallaron los tentáculos prometidos por la máxima puntuación en los exámenes.

Rompimos la capilla y mis compañeros crearon una jaula de agua, perfecto para encerrar a Koro-sensei y empezar con el ataque.

Los francotiradores darían el último golpe.

Algo explotó y en cuanto nos quisimos dar cuenta Koro-sensei ya no estaba, nos pusimos a buscarlo como locos hasta que apareció una especie de pelota que según él era su forma de defensa perfecta, era irrompible aunque él no podría hacer nada por veinticuatro horas.

El plan había fracasado y algunos estaban decepcionados o enfadados con la situación. Karma por otro lado disfrutaba torturar al profesor ya que este no se podía mover.

-Miradlo por el lado positivo, si Koro-sensei ha llegado al extremo de tomar esa forma significa que nuestro plan realmente no ha salido mal, de no ser porque Koro-sensei es lo más raro que vamos a ver nunca esto habría salido bien- intenté animarlos.

Koro-sensei me dio la razón pero no fue motivación suficiente como para que los demás se animasen.

Cuando volvimos a la terraza del hotel nadie estaba de ánimos para nada, los francotiradores se culpaban a si mismos, nunca creímos que las cosas se pondrían peor.

Nadie lo pensaba hasta que Nakamura se desplomó.

La gran mayoría de mis compañeros estaban bastante enfermos. Los atendamos como pudimos con lo que teníamos pero sería imposible curarlos sin tener el remedio, y para conseguir el remedio debíamos hacer caso a lo que nos pedían aquellos que nos estaban intentando matar.

-Es obvio que el virus estaba en el zumo, ¿quién más ha bebido?- me apresuré a preguntar.

Nadie dijo ni hizo nada por lo que supuse que ninguno más había bebido zumo.

-___, tú si que has bebido del zumo- Karma parecía preocupado.

-Pero yo no me siento mal.

Lo miré y después el pelirrojo puso su mano en mi frente.

-No tienes fiebre... ¿cómo es que tú no estás mal?

-Puede ser por mis entrenamientos...- dije pensando por lo bajo.

-¿Qué clase de entrenamientos?- ahora más que preocupado parecía enfadado.

-Entrenamiento especial... los agentes de campo del gobierno tiene que hacerlo, ¿verdad Karasuma-sensei?- le guiñé el ojo algo nerviosa intentando que me siguiese el juego.

-Claro, pero ahora el tema es cómo vamos a hacerlo para conseguir el antídoto.

Agradecí al profesor internamente por cambiar de tema.