Preparativos

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Cuando me desperté todo me daba vueltas, estaba algo mareada y me dolía la pierna donde anteriormente me habían dado. Miré a los lados en busca de alguien, pero nadie estaba por allí, miré más atentamente a mi alrededor, pero esa habitación no me sonada, no era el mismo sitio donde nos solían atender a la gente contratada por el gobierno.

Estiré mi brazo para poder darle al botón que avisaría a la enfermera. No tardó mucho en llegar y ponerme al día sobre mi situación; por el momento me quedaría unos días en ese hospital hasta que todo el asunto del traslado se arreglase, lo de mi pierna no era un gran problema, el problema fue que dañó algún musculo y haría una pequeña rehabilitación que me ayudaría a estar como antes del disparo. También me comentaron que mis compañeros estaban bien.

Después de eso me quedé tranquila y me volvía a tumbar en la cama. Revisé mi móvil y vi unos cuantos mensajes de mis compañeros del clase. Sé que en un principio no quería hacer amigos ni nada parecido, pero he de admitir que ver mensajes preocupados suyos me hizo feliz. Nunca pensé que se podrían preocupar tanto por mi.

Revisé todos los mensajes y los fui contestando, total me sobraba tiempo en ese lugar y tampoco tenía nada mejor que hacer. Cuando llegué al chat de Karma empecé a leer. Los primero mensajes no se diferenciaban de los del resto de mis compañeros, pero el último me hizo recordar el acuerdo que teníamos.

Mis padres han preguntado por la cena, ¿qué nos inventamos?

Ese mensaje me dejó pensando, por un momento se me había olvidado por completo, era obvio que no podíamos contarles la verdad, pero tampoco me hacía mucha gracia mentir sobre todo este asunto.

Le dije que me trasladarían en un par de días y que mejor lo hablábamos en persona. Después de eso estuve preguntándome qué podíamos decir, si retrasarlo o inventarnos una escusa para justificar mi estado.



En estos momentos me encontraba en una ambulancia de camino al hospital que ya era más familiar para mi, el trayecto fue aburrido, pero tampoco se le podía pedir mucho, era un simple traslado.

Me subieron a la habitación para que acomodase todas mis cosas, después una enfermera vino para guiarme hasta la sala de rehabilitación. Allí había muchas personas cada una por una causa diferente, desde brazos y piernas amputados, hasta personas como yo que simplemente debían recuperar movilidad por poca que fuese. La gente del gobierno debía estar siempre al cien por ciento.

Hice mi corta rehabilitación antes de volver a subir a mi habitación para encontrarme con Karma sentado el el sillón.

-¿De verdad estás bien?- se acercó para abrazarme.

-Estoy bien, lo que me sorprende es que te hayan dejado entrar.

-Ventajas de tener a Karasuma como profesor- me giñó el ojo divertido, pero esa diversión pronto cambio por una cara seria- lo siento- susurró- no quise tratarte así.

-Solo estabas molesto, habría reaccionado de la misma forma, he de admitir que no me sentó muy bien, pero sí que es verdad que debería haber dicho algo, no te preocupes, lo comprendo.

Karma dejó salir una sonrisa tierna antes de besarme.

-Ahora lo más importante, ¿qué hacemos con tus padres?- mi tono preocupado no mentía.

-He pensado que lo mejor sería cancelarlo.

-¿Estás loco? no puedo hacer eso, tus padres llevan esperando mucho, quedaría muy mal si cancelase ahora tan de repente.

-¿Y qué se te ocurre? tú eres la de las tapaderas.

-Eso me lo dan mis jefes, pero creo que tengo la solución.

-Dispara- ambos sonreímos .

-Me he caído, simple. Es la pierna, podría haberme torcido el tobillo, ya sabes como de aparatosos son los vendajes, sería creíble.

-Es tan simple que podría funcionar.

-Lo se, diré que me caí por andar despistada, tampoco hace falta dar muchos detalles, y si preguntan más simplemente diré la verdad, estoy en rehabilitación por precaución.

-En ese caso problema resuelto, y por si te preguntan hemos pasado mucho tiempo juntos en las vacaciones, nombra algunas de las actividades que hayan hechos los otros grupos cuando distraíamos a Koro-sensei, no te compliques.

-Vale, en ese caso todo listo.

Antes de que pudiese decir nada Karma se lanzó y empezó a besarme.

-Te echaba de menos.

Seguimos así por un rato hasta que escuchamos que llamaban a la puerta y nos separamos.

-¿Cómo te encuentras ___?

-Estoy bien, me han dicho que no me fuerce en los entrenamientos, pero volveré para empezar el nuevo ciclo.

-Me alegra oírlo, Karma ya es hora de irnos.

La cara molesta de Karma realmente era graciosa.

-En seguida voy- su tono también era el de una persona bastante molesta.

Karasuma volvió a cerrar la puerta y el pelirrojo me tomó la mano.

-Dime cuando vayas a salir, te acompañaré a casa.

-Vale, yo te aviso- sonreí para luego darle un corto beso, uno bastante dulce.



Pasaron una par de días más y me hicieron las últimas pruebas, las que decidirían si me iba a casa o no.

-Todo perfecto, recuerda las instrucciones que te hemos dado. Buena suerte con tu misión- asentí con una sonrisa y le mandé un mensaje a Karma.

Ya me han dado permiso para irme a casa, te veo por la tarde?

En ese caso como y voy para el hospital.

Guardé todo lo que tenía en la habitación para que fuese más fácil a la hora de irnos y me tumbé en la camilla esperando la hora de la comida, eso significaría que poco después llegaría Karma.

Así lo hizo, apenas había terminado de comer y él ya estaba allí, tomó algunas de mis cosas y bajamos, me despedí de los que me habían estado tratando y nos fuimos a la parada del bus.

-Mis padres insistieron en cancelarlo cuando le dije que te habías hecho daño, pero al final han aceptado a continuar.

-Entonces todo el plan va bien, ¿al final cuándo les viene bien?

-Tenían pensado el martes, pero si no te viene bien a ti podemos cambiarlo.

-El martes es perfecto, no te preocupes, intentaré no quemar la casa.

-Es decir que si veo cenizas no me tengo que asustar- se rio.

-Eso ha sido cruel- le pegué una colleja- pero tienes razón- susurre.

A dos bandos (Karma x ___) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora