A dos bandos (Karma x ___) +18

Orgullo

Los días pasaban normalmente, nada nuevo, ni si quiera en mi trabajo... eso nunca era bueno.

Karma, como todos los días, me acompañó a casa.

-Vamos a volver a competir con la clase A.

-¿Otra vez? creía que ya nos habían dejado en paz.

-Nos la tiene jurada por lo de los exámenes- rio- y ahora también nos la tendrán jugada en el deporte. No tenemos intención de perder.

-¿Pero por qué os peleáis ahora?

-Han descubierto que Isogai trabaja, y ya sabes lo que dicen las normas de nuestra escuela.

-Nada de trabajar si eres estudiante... las conozco, tuvieron que hacer mucho papeleo para que yo pudiese entrar sin necesidad de que dejase el trabajo secundario.

-Pues ahora se han enfadado por eso... en cualquier caso pensamos aplastarlos- sonrió.

-Me parece una muy buena idea- sonreí al igual que él.

Al parecer mis compañeros ya tenían un plan en mente, por desgracia solo participarían los chicos, yo tenía ganas de patear a los creídos del A, pero no se puede todo. Tanto las chicas como los profesores fuimos a la competición, después de lo que pasó en la de beisbol mucha gente se había interesado en ver esta y el cómo terminaría.
El resto de pruebas en la que participábamos llamaban mucho la atención también, peor no tenía nada que ver con el plato fuerte donde se juntó todo el mundo.

Mientras que los chicos se jugaban el estado económico de Isogai yo prestaba atención y animaba a mi clase como el resto de mis compañeras, pero al mismo tiempo no puede no atender a los comentarios que escuchaba por detrás.

"La clase E es patética"

"¿La novia de Karma? no le llega ni a la suela del zapato"

"Son ridículos, no se ni para que se esfuerzan"

"No se qué la ven"

Ningunos de esos comentarios me agradaba pero era algo bastante normal teniendo en cuenta que a nadie le gustaba mi clase y menos mi relación con Karma, ya que se le consideraba el único salvable de la clase que le podría hacer competencia a Asano, el actual rey, en todo.

Mientras que yo le prestaba atención a las conversaciones ajenas que se escuchaban por detrás los chicos habían avanzado bastante, estaban usando todos sus conocimientos de asesinato para ganar. Es verdad que se les complicó en algunos momentos, ganar a unos alumnos de intercambio de ese calibre no era tarea fácil, y si le añadíamos los retorcidos planes de Asano ya se volvía casi imposible. Aunque todo acabó bastante rápido cunado mis compañeros se hicieron dueños del terreno de juego y consiguieron ganar.

No estaba segura de cómo pero habíamos ganado, Isagi estaba a salvo y habíamos vuelto a demostrar que la clase E no es la clase de los marginados y los retrasados. Somos una clase unida por el asesinato que ha creado lazos fuertes, lo suficiente como para demostrar que podemos hacer cualquier cosa.

Ayudé a recoger las cosas junto a mis compañeros, Asano no mintió y cumplió su promesa. Las cosas volvían a la normalidad y aunque eso me asustase, también era agradable.

Después de toda esa emoción volvieron los días intensivos de clase, los exámenes estaban por llegar y Koro-sensei había vuelto a darnos clases personalizadas... era aburrido y cansado, pero es lo que tiene la vida del estudiante, hay que estudiar...

Así lo hice, Koro-sensei me mandó unos ejercicios y los estaba haciendo cuando me llegó una llamada de Karma.

Hemos tenido un problema... y tenemos que hacer un par de cosas para solucionarlo... cuantos más mejor ¿no?

¿Qué tipo de problema?- dije seria ante el tono dubitativo de mi novio.

Hemos matado a un viejo- soltó de golpe.

Estas jodiendo ¿verdad?

Sí, solo lo henos dejado en el hospital

Se hizo silencio.

Pero está bien, el problema es que nos tenemos que encargar de su trabajo.

¿Y donde trabaja?

En una guardería...

Pues buena suerte.

Fui a colgar pero la voz de Karma me lo impidió.

¿No nos ayudas?- puso un tono de pena.

¿Qué gano con eso?

Se volvió a crear un silencio.

Si nos ayudas lo sabrás- susurró en un tono socarrón.

¿Cuándo?

Te paso la información, nos vemos mañana Koro-sensei parece que quiere matarnos. Hasta mañana novata, te quiero.

Y colgó.

Me quedé pensando en sus últimas palabras, te quiero, creo que era la primera vez que me lo decía... por un momento el hecho de tener que cuidar a unos niños desapareció y en mi mente solo quedaron esas palabras... 

Me puse roja solo de pensarlo y decidí seguir con el ejercicio, aunque ahora mucho menos concentrada. Cuando mis neuronas conectaron me di cuenta de que había accedido de alguna manera a lo de cuidar a los niños. Nunca lo había hecho y eso me daba pavor, solo esperaba que los demás supiesen como hacerlo o al menos tuviesen más idea de la que yo tenía.

Cuando llegamos los niños parecían tener mucha energía, demasiada para muchos de mis compañeros que se les notaba que no querían estar allí y de que no tenían la menor idea de como tratar a los niños que les rodeaban. La mayoría eran traviesos pero había una niña en especial que se creía superior, no sabía porqué, pero era seguro de que iba a ser difícil tratar con ella.

Al parecer empezamos a manejar un poco mejor las cosas y mientras que algunos trataban de ayudar con las reformas que estábamos organizando otros ayudábamos a los niños con los estudios y con sus cuidados. Haciendo esto día tras día durante dos semanas llegó nuestro último día, el día donde le daríamos las sorpresa al director de aquel lugar.

En nuestra reforma tuvimos en cuenta todo lo que unos niños y lo que los educadores necesitarían he hicimos nuestro mejor trabajo. Quedó muy bien y el dueño nos lo hizo saber con la cara que puso al ver el lugar.

Pero lo que más le preocupaba a ese señor eran los niños... 

Lo que él no se esperaba era que la niña crida fuese a agradecer a Nagisa por sus enseñanzas. 

Nagisa había conseguido ganarse el corazón de esa niña al igual que nosotros el del resto de niños...

El director estaba contento, Koro-sensei también, pero nosotros no tanto.

Los exámenes serían al día siguiente...