¿Un teatro de asesinato?

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Al día siguiente, todos seguíamos contentos por los puestos que habíamos obtenido en los exámenes. Seguíamos con la alegría de haber conseguido matar a los del edificio principal y con las ganas de seguir demostrando la cantidad de potencial que teníamos.

-¿Qué está pasando?- el edificio empezó a temblar y todos nos asomamos por las ventanas para ver si podíamos saber algo.

El director Asano estaba fuera junto a algunas escarbadoras y demoledoras. Koro-sensei entró en pánico en cuanto el director se puso a explicarle la situación y aún más cuando le dijo que estaba despedido.

Ahora era nuestro pulpo el que debía defender nuestra clase.

La prueba que le puso Asano en un principio parecía imposible, en un principio pensé que gracias a la rapidez de nuestro profesor no sería difícil superar la prueba y hacer que la bomba no estallase, pero no había contado con que Koro-sensei se pondría tan nervioso como para fallar desde su primera pregunta. Parece ser que al pulpo no se le da bien pensar bajo presión.

Las cosas parecían jodidas, ya no teníamos tanta fe en que la prueba podría salir bien.

-He memorizado todos lo libros de texto de todo Japón- Koro-sensei acaba de resolver uno de los problemas en apenas un segundo.

Algunas sonrisas empezaban a aparecer tanto en mi rostro como en los de mis compañeros. Ese pulpo había resuelto todos los problemas que correspondían a cada libro, solo faltaba uno. Asano debía resolverlo.

Ahora nuestro director tenía la muerte a un simple movimiento de muñeca. 

O se rendía ahora y aceptaba su derrota dejándonos en ese sitio con Koro-sensei cómo profesor, o seguía tan orgulloso como siempre y optaba por la opción de intentar realizar el problema con la posibilidad de muerte.

Eligió hacer ese simple movimiento de muñeca.

De un momento a otro una luz resplandeciente se hizo ver y un sonido algo fuerte escuchar. Cuando por fin se pudo volver a apreciar la escena el director estaba recubierto por la piel de Koro-sensei. Él había decidido salvarle antes de que se precipitase.

Y gracias a que nuestro tutor ganó la prueba y de las palabras que le dio al director, conseguimos que la clase E permaneciese activa, al menos sí hasta final de año.

Ahora que todo había acabado Koro-sensei nos tenía que dar nuestro premio por nuestros puestos en los exámenes. Una de sus principales debilidades.

Si todos bloqueábamos sus tentáculos podríamos ralentizar sus movimientos hasta el punto de poder matarlo hasta con facilidad.



¿Un festival de drama? 

Demasiado dramático estaba siendo todo ya como para ahora tener que representar una obra de teatro justo cuando más necesitamos estudiar para los exámenes...

-¿No se cansan de ponernos obstáculos?- resoplé mientras apoyaba mi cabeza sobre el escritorio. 

-Cómo se nota que has entrado nueva este año, por algo eres la novata.

-Y yo que pensé que duraría poco aquí metida...- susurré con algo de cansancio.

-Y pensar que quieres hacer una de las carreras más largas y que más hay que estudiar de todas...- empezó a tirar suavemente de mi pelo para molestarme un poco, pero la verdad es que estaba tan cansada de todo el trabajo que me mandaban últimamente que ignoré por completo al pelirrojo.

Volví a ignorar a mi clase en cuanto empezaron a asignar puesto, sinceramente me daba igual lo que me asignaran mientras que no tuviese que memorizar nada.

-¿Por qué no ponemos a una pareja real?

Abría vuelto a pasar del comentario de no ser porque la única pareja que había en la clase E éramos Karma y yo. Levanté la cabeza de golpe.

-Ni de coña- fue lo primero que dije.

-Ya pensé que te abrías dormido- el pelirrojo me miraba de arriba abajo.

-Vamos... todos en el edificio principal saben que estáis saliendo, quedaría muy bien darle algo de realismo.

-Uno, no se me da bien actuar. Dos, no quiero hacerlo. Y tres,- pensé por un momento, pero no se me ocurrió nada nuevo, tampoco me había esmerado mucho en pensarlo- sigo sin querer hacerlo, no me haréis cambiar de opinión.

-Venga... te prometemos que no te pondremos muchas líneas... por una vez que Karma parece interesado...- todos se giraron a mirarme con cara de pena.

-No voy a sucu- una mano tapó mi boca y me sentó en la silla de golpe.

-Lo haremos, no os preocupéis. Cuanto antes tengamos el dialogo mejor.

Quité la mano que tapaba mi boca de un golpe algo brusco y miré a mi novio con una mirada asesina mientras que él tenía una sonrisa pícara y una mirada divertida que luego se dirigió a mí.

-Te odio- musité intentando que me oyera teniendo en cuenta todo el ruido que volvía a haber en mi clase.

-¿Entonces cómo es que sales conmigo?- sonrió ladinamente.

-Pues muy buena pregunta... será porque me gusta ser más inteligente, carismática y con mejor aspecto que mi pareja- ahora era yo la que sonreía.

-En ese caso supongo que no te gustará venir a practicar a la casa del tonto, soso y feo a practicar las líneas que nos asignen...

-Bueno tampoco me voy a negar si me invitan... sería de mala educación.

-Entonces que te parece el sábado a las cinco.

-Me parece una idea fantástica.

Mi clase seguía discutiendo sus roles mientras que nosotros compartíamos miradas cómplices a la misma vez que ignorábamos el resto de las conversaciones.



Tienes un nievo trabajo.

La información te llegará en el correo de la mañana.

Cuando miré los mensajes de mi móvil leí lo que mi jefe me había escrito de madrugada. Ese mismo día debía ir a casa de Karma así que más me valía que el trabajo se acabase rápido o que estuviese planeado para otro día.

Fui a ver el correo, según la hora que era ya debería haber llegado. Así fue, la buena noticia era que la misión se realizaría de madrugada. La mala noticia que era ese mismo día, y sabiendo lo que ocurre cuando me mandan una misión un sábado presentía que iba a dormir bastante poco. 

Solo esperaba estar medianamente decente para la representación y que toda la práctica no se hubiese ido a la mierda.

  

A dos bandos (Karma x ___) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora