A dos bandos (Karma x ___) +18

Golpe de realidad

Como ya no teníamos que preocuparnos por las clases me dediqué a descansar todo lo que podía, todavía estábamos preparando el plan para acabar con nuestro profesor, una vez llegásemos a la isla lo pondríamos en marcha, hasta entonces solo nos quedaba descansar todo lo que pudiésemos antes de volver al estrés de ser la clase E y querer un mejor trato.

Estaba tan tranquila tirada en mi cama cuando alguien llamó a la puerta y tuve que dejar de estar tan cómoda solo para abrir la puerta.

-¿Karasuma-san?- estaba algo confundida ya que no era una visita nada esperada.

-Tengo que comentarte un par de cosas- su cara seria de siempre no cambiaba.

-Claro, pase.

Le guie hasta el salón para poder hablar más cómodos.

-¿Qué pasa?

-¿Sabes quién es Lovro?

-Sí, es uno de los mejores asesinos que existen, ¿qué pasa con él?

-Al parecer lo han contactado para que os ayude en vuestro entrenamiento.

Alcé mis cejas y sonreí levemente debido a la sorpresa.

-¿Puedo volver a verle?- mi sonrisa se hizo aún más notoria.

-¿Lo conoces en persona?

-Hemos coincidido un par de veces cuando yo iba a misiones de riesgo, es un gran asesino, mis compañeros podrán aprender mucho de él.

-Estoy de acuerdo con eso.

-¿Algo más?

-Sí, una última cosa. Han reabierto el caso de tu hermana para que otros departamento tenga acceso de nuevo- era incapaz de esconder mi sonrisa de la alegría que me daba saber que la investigación volvía a estar abierta oficialmente- el problema es que creen que puede estar relacionado con gente como Itona- mi sonrisa se borró al instante.

-Es decir que si a mi hermana la tiene gente como esa es posible que la usen para atacarnos.

-Exacto.

-Eso no pasará, es mi hermana, estoy segura de que nunca haría algo así.

-Solo te lo comento para que estés preparada, ___-san, se que esto no te va a gustar, pero debes estar preparada para ser capaz de matar a tu hermana si es necesario.

Esas palabras me afectaron como un balde de agua fría, era incapaz de decir nada, ni siquiera sabía en qué pensaba, solamente estaba quieta con la mirada perdida.

-Piénsalo, yo me voy ya, que tengas una buena tarde ___-san.

Karasuma se fue de mi casa dejándome sola con mis pensamientos.

¿De verdad tendría que matar a mi hermana?

Pero hace poco que se que esta viva.

No la quiero matar yo.

¿Podría hacerlo?

Pero entonces moriría de verdad.

No quiero...

Cuando me quise dar cuenta las lagrimas corrían por mis mejillas y mi nariz moqueaba. Limpié mi cara y salí por la puerta para dar un paseo.

Solo dejaría que mis pies me guiasen, no tendría rumbo fijo.

Caminé un buen rato hasta que ya no sabía ni el porqué estaba donde estaba.

-¿Novata?

Reconocí esa voz, pero no me giré, sabía que mis ojos seguirían rojos y no quería que me viera de esa manera.

-___...

Al escuchar mi nombre con su voz sentí como si la realidad me hubiese golpeado y empecé a sollozar, él se dio cuenta rápidamente y se acercó a mi.

-¿Qué ha pasado?

Yo era incapaz de pronunciar palabra por lo que Karma  tomó mi mano y me llevó a un lugar un poco más apartado.

-Si no me dices que ha pasado no te puedo ayudar.

-No quiero la ayuda de nadie- solté cortante, mis lagrimas habían cesado un poco.

-Bueno, pues déjame aunque sea escuchar...- su cara de preocupación me hacía sentir culpable por lo que acababa de decir.

-Es mi hermana... puede que la tengan como a Itona- recordar eso no me hizo sentir mejor- y me han dicho que si es necesario deberé de matarla- en ese momento las dudas se volvieron a apoderar de mi y un nudo se hizo en mi garganta.

Karma como respuesta tomó mi cabeza y la llevó hasta su pecho apoyándola mientras que una de sus manos me rodeaba y la otra me daba caricias en la cabeza.

Estuve un rato abrazada a él hasta que me tranquilicé.

-Siento haber sido tan borde antes...- de verdad me había sentido culpable.

-No te preocupes por eso... cuando te vi me preocupé porque estas lejos de tu casa y ya es tarde.

-¿No has pensado que podría haber tenido un trabajo?

-No, si hubiese sido eso no te habría visto, además de que no me habías dicho nada, y cuando tienes trabajos por la noche sueles mandarme algo quejándote.

-Siento que me conoces demasiado bien- reí, lo que decía era verdad.

-Te acompaño a casa.

-No hace falta, puedo volver sola, tu también estas bastante lejos de tu casa.

-No era una pregunta, te voy a acompañar.

-Como digas Akabane- discutir con él sobre algo tan tonto no valdría la pena y la verdad era que tampoco estaba como para hacerlo.

-¿Ha habido alguna noticia sobre el plan de asesinato?- yo estaba algo más metida en el plan que Karma ya que tenía experiencia.

-Nada interesante, estamos detallando el plan, no podemos fallar en nada. También estoy segura de que pronto conoceremos a alguien que nos va a dar muchas ideas y nos ayudará a mejorar nuestras habilidades.

-¿Quién?

-Ya lo verás, no seas cotilla.

-Una pista.

-Vale...- pensé por un momento en qué podía decirle- lo conozco.

-Eso no me sirve, no sé a quien conoces del mundo del asesinato.

-Yo ya te he dado una pista, deberías haber sido más concreto.

Puso una cara seria a lo que yo reí y me burle un poco.

-Si lo se no te acompaño.

-Lo haces porque me quieres, no digas tonterías.

Karma se puso rojo ante ese comentario y yo empecé a reírme más fuerte.

-¿Ves como no lo niegas?

-Cállate.

Sonreí triunfante porque había conseguido poner nervioso al gran Karma Akabane. 

Poco después llegamos a mi casa.

-¿Quieres pasar? podemos cenar juntos.

-Con eso último me has ganado.

-Eres un interesado, por cierto, ¿no te dirán nada tus padres?

-Se han vuelto a ir de viaje, creo que no se darán cuenta de que no estoy en casa.

-Casi estás más tiempo tu solo en casa que yo.

Me giré a ver a Karma y su cara no era de mucha felicidad precisamente.

-No te pongas celoso, viene gente aburrida del gobierno y objetivos de mis misiones. 

-¿Matas a gente aquí?

-Sí, pero no me gusta porque luego tengo que limpiar.

Me lavé las manos para empezar a cocinar algo que pudiésemos cenar.