Pensamientos

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Karma tomó mi mano haciendo que nos parasemos en seco y atrajo mi cabeza hasta su pecho.

-No te pongas en lo peor, y si así es estoy seguro de que Koro-sensei luchará cómo lo ha hecho por Itona.

-Nadie sabe nada de esto- mi otra mano agarró su camisa fuertemente tratando de aguantar las lágrimas.

La mano que estaba en mi cabeza se empezó a mover para acariciarme mientras que la que estaba en mi mano simplemente la sujetaba más fuerte dándome consuelo.

-Gracias por estar ahí, no todo el mundo querría estar cerca de una asesina- reí.

-Yo no soy como todos y tu eres mucho más que una simple asesina.

Sonreí ampliamente, después de mis pensamientos sobre lo que podría estar pasándole a mi hermana ese comentario me alegró.

-Voy a preguntarle a Itona si sabe algo sobre mi hermana. Es una fuente muy importante de información.

-Buena idea.

Después de ese pequeño bajón seguimos andando hasta llegar a mi casa, cuando me despedí de él simplemente me lancé a la cama y terminé por dormirme rápidamente.

Desperté tranquilamente y miré el reloj que tenía en mi habitación...

Llegaba tarde.

Me vestí lo más rápido que pude y salí de casa sin siquiera desayunar. Tomé el siguiente tren al que solía tomar normalmente y maldecí todo lo que pude maldecir por quedarme dormida.

Corrí hasta la clase, las escaleras me habían matado y ahora trataba de recuperar el aliento, eso me pasaba por saltarme las clases de educación física.

Toqué la puerta y koro-sensei se posicionó justo delante de mi.

-Llegas tarde ___-chan.

-Perdón, he tenido unos pequeños contratiempos.

Traté de disimular el echo de que me había quedado dormida.

-Pasa- se apartó para que pudiese ir a mi sitio.

Me senté y saqué mis cosas, la clase estaba tranquila y ahora teníamos un compañero más, Itona.

-Ya pensé que no vendrías.

-Creí que estabas dormido.

-Estaba, pero ahora que estas aquí ya tengo un motivo por el cual estar despierto.

Me sonrojé, Karma no solía decir ese tipo de cosas pero la verdad era que me gustaba.

-Deberías preocuparte por la clase.

-Eso es aburrido...- volvió a tumbar su cabeza sobre la mesa.

Reí levemente y empecé a prestar atención a la clase, aunque duró poco, ya me había aburrido y ahora quería volver a dormirme.

La clase por fin acabó y me levanté para hablar con mi nuevo compañero.

-Itona- llamé su atención.

-¿Eres..?

-Llámame ___, ¿puedo preguntarte algo?

-Mientras no me molestes mucho...

-Supongo que no quieres hablar mucho de ese sitio donde te hicieron esas cosas- apunté a la banda que llevaba en la frente- pero quiero saber si había alguien más allí.

-Sí.

-¿Quién?

-No lo se, una chica.

-¿Sabes su nombre?

-No, solo se que no quería estar allí.

Lo miré por un momento y pensé en qué otras preguntas podía hacer, pero sabía perfectamente que daba igual que tanto preguntase, si no sabía responder a las más simples de poco me servirían las más profundas.

-Gracias- me mordí el labio de la frustración y me fue de vuelta a mi sitio.

Las clases siguieron con normalidad al igual que el resto de mi día, la única diferencia era que mi preocupación no se había ido. Por un momento pensé en decírselo a Koro-sensei, pero no sabía si él podría hacer algo teniendo en cuenta la poca información y mucha vigilancia que tenía sobre ese sitio.

Traté de dormir algo, pero me era imposible y decidí escribir a mi superior para intentar conseguir algún trabajo de última hora. Era posible que matar tranquilizase mis nervios.

Conseguí un trabajo, debía matar a uno de los míos. Alguien que también había ocupado mi mismo puesto, pero que se había convertido en un cabrón que nos perjudicó y mucho.

Me dieron algo de información y yo traté de averiguar el resto. Gracias a este trabajo estuve gran parte de la noche haciendo mi plan tratando de distraerme.

Una vez que todo estuvo listo simplemente me encaminé hacia la casa de mi victima.

Una vez allí traté de encontrar algún lugar por el que poder entrar sin necesidad de forzar nada. Fue imposible.

Todas las ventanas estaban cerradas al igual que las puertas. Miré cual era el lugar más lejano a la habitación donde mi objetivo dormía y menos gente me podía ver. Esto me llevó a la puerta trasera.

Forcé la puerta y luego entré silenciosamente en la vivienda para encontrarme con mi víctima durmiendo plácidamente en su cama.

Poco le duraría esa alegría.

Por desgracia este era un encargo de uno de los jefes y tenía instrucciones.

Empecé por atar a mi victima para evitar que me hiciese daño y que no pudiese controlar la situación. Luego simplemente busqué un cojín y lo aplasté en la cara del hombre que dormía.

Este se despertó de inmediato cuando empezó a no poder respirar, por desgracia para él sería imposible hacer nada ya que estaba atado.

Este tipo de asesinatos no eran mis favoritos pero también habían sido parte de mi trabajo más de una vez.

Una vez el sujeto dejó de moverse quité las cuerdas que lo sujetaban para luego abandonar la casa sin ser vista y sin dejar rastro.

Avisé de que había terminado con mi trabajo y volví a casa para poder descansar un poco.

Mis pensamientos se enfrentaban a mi cansancio, pero, por suerte, el cansancio ganó dejándome libre de ellos por unas horas.


Al día siguiente sí llegué a tiempo y en cuento entré vi como las chicas estaba discutiendo con los chicos por no se que cosa...

-¿Karma no ha llegado?-le pregunté a Nagisa.

-Itona le ha pedido un sitio para poder saltarse las clases.

Suspiré mientras que Nagisa sonreía condescendiente. Fui a mi sitio y esperé a que la clase comenzase.










-Itona ha fallado, las cosas empezarán a centrarse en ti, ahora tú eres la más importante, te guste o no.

Odiaba a ese hombre, no era la primera vez que trataba de convencerme sin éxito, pero ese chico era distinto a mi, me alegraba el hecho de que había fracasado.

-No sonreirás tanto cuando vuelvas a ver a tu hermanita. Todos esos niñatos me dan igual, tu solo debes centrarte en el objetivo, no pasa nada si matas por el camino a sus alumnos.

Eso ara algo que no pensaba hacer, entre esos alumnos estaría mi hermana, y estaba segura de que sería la primera en ponerse en medio.

A dos bandos (Karma x ___) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora