❛❛Un omega bonito, con mejillas gorditas como un par de dumplings❜❜
La vida de Yoongi y Jimin da un giro a partir del día en que se encuentran, o desde el día en el que Jimin insistió en cruzar su destino con aquel omega testarudo y tierno.
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Luego de encontrarse con Taehyung en el pasillo, Jimin tocó el timbre y en seguida fue recibido por Seokjin
― ¡Hola! - Saludó el rubio después de abrir la puerta y dejó espacio para invitarlo a pasar.
― Hola, muy buenas tardes - hizo una reverencia frente a él quien también le correspondió con una cálida sonrisa.
― Jin, ¿ya llegó...? - Yoongi se detuvo en medio de la sala en cuanto percibió el aroma del alfa, y sonrió con nerviosismo al encontrarse con sus ojos. - Uh, hola, Jimin.
― Hola, Yoon... - se mordió la lengua antes de terminar de decirlo, quizás le avergonzó un poco la presencia del beta entre ellos. Incluso aún más trayendo aquel pequeño ramo de flores entre sus manos al cual se aferró disimuladamente.
― Bueno, los dejaré. Diviértanse. - Seokjin sabía captar muy bien esos ambientes, así que decidió ser prudente y darles espacio.
A un principio estuvo pensado en quedarse a estudiar las intenciones del alfa, quería conocerlo mejor. Pero le fue suficiente cuando percibió ese sabor tan dulce venir de él y ni hablar de como el aroma de Yoongi se había vuelto aún más escandaloso en cuanto lo vio.
Estaba emocionado, de alguna manera, podía presentir que Jimin era el alfa que habían estado esperando.
― Traje flores para ti, espero te gusten - le tendió el pequeño y tierno ramo de Gerberas.
― ¡Oh! Son tan lindas, muchas gracias - Yoongi las recibió emocionado, nunca había recibido flores en toda su vida, que le había parecido un detalle tan genuinamente encantador. ― Amo las flores. - Agregó mirándolas aún con los ojos llenos de brillo, encantando con sus colores y la forma de sus pétalos.
― Me hubiera gustado saber cuales eran tus favoritas, pero esas tienen un lindo significado - mencionó, satisfecho con haber logrado el objetivo; una hermosa sonrisa en los labios del omega.
― Ah, estas son perfectas. Mis favoritas son las margaritas, pero las gerberas me parecen muy lindas también. - Explicó acariciando sus finos pétalos sin dejar de mirarlas con emoción.
― Lo tomaré en cuenta para la próxima. - Sonrió.
El lobo de Yoongi casi daba saltitos de emoción mientras movía su colita velozmente. Ese alfa hacía sentir muy emocionado e hiperactivo a su lobo.
Por la diosa Luna ¿Cómo le decía que nunca había recibido flores? Tal vez no era buena idea, pero en serio se sentía tan conmovido por ese detalle.
Era como si Park Jimin lo supiera todo. ¿Cómo era capaz de atinar tan precisamente? Quizás no eran sus flores favoritas, pero a fin de cuentas, eran flores, esas que siempre esperó recibir de alguien especial, pero que nunca habían llegado.
― Iré a ponerlas en un jarrón y nos vamos ¿Si?
― Claro, ve. - Asintió sonriendo una vez más por aquel precioso gesto en el rostro de Yoongi, y lo observó ir a algún lado con el ramo entre sus finas manos.
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