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Los nervios le inundaban enteramente, le costaba controlar sus emociones coladas entre la ansiedad del momento.

Se suponía que habían salido antes, pero cada vez se sentía más emocionado, lleno de expectativas y aún más enamorado de Yoongi.

Verlo de nuevo era como un amanecer en el cielo de su corazón, Yoongi era el sol que le daba un nuevo brillo a su mundo y eso lo hacía sentir inmensamente feliz.

A pesar de que hasta aquel entonces, no eran más que simples amigos.

Había salido un poco antes de la hora acordada, para detenerse con calma en una floristería y escoger un lindo ramo de fragantes flores para su bonito crush.

Nunca había hecho algo parecido, no desde que era oficialmente un adulto. En su juventud llegó a regalar flores sólo porque eso era lo que se suponía debía hacer.

Pero ahora era diferente, regalar flores tenía un significado más especial y una motivación más arraigada. Quería bonitas flores para su bonito amor.

― Buenas tardes. - Hizo una breve reverencia entrando al hermoso local cubierto y adornado de todo tipo de flores, con distintos colores y un juego de fragancias bastante agradable.

― Buenas tardes ¿En que podemos servirle? - Respondió el chico detrás del mostrador. Y el alfa terminó de llegar hasta él.

― Quiero un pequeño ramo de flores, algo sencillo pero que no deje de ser tierno y... - se mordió el labio, no sabía como explicar lo que traía en mente.

― Oh, supongo que son de este tipo - señaló un ramo en exhibición y Jimin lo miró detalladamente.

― Algo así, pero un poco menos frondoso...

― ¿Es para alguna ocasión en específico? - Inquirió dando pequeños toques en su barbilla con la punta del lápiz.

― Bueno.... tendré una cita, con alguien especial para mí, y quiero que sea un detalle pintoresco y tierno, tierno así como lo es él. - Explicó un poco avergonzado y el chico de cabello negro en corte honguito asintió divertido.

― Umh... creo que ya se que es lo ideal - sonrió y fue en busca de algunas flores, papeles y cintas.

Jimin se quedó quieto mirando como el chico se dedicaba delicadamente a armar su ramo, parecía animado y lo escuchaba tararear a la vez que trabajaba. Era un omega bastante carismático.

Imaginó por un momento que entraba a esa tienda en algún tiempo de su vida y que a quién encontraba detrás del mostrador era un tierno Yoongi vestido de uniforme y con una florecilla detrás de la oreja.

Hubiera sido como un cuento de hadas, y se enamoraría otra vez, sin dudarlo.

Sonrió para sí mismo después de aquella fantasiosa ensoñación y volvió la vista hasta el chico que venía con un pequeño pero detallado ramo de flores para él.

― ¿Qué tal? ¿Está bien así o con menos flores? - Le enseñó.

Era un ramo de Gerberas, eran tal vez unas cuatro a cinco, en colores rosa y blanco y algunas ramitas rellenando uno que otro espacio. Envueltas en un papel beige y una cinta blanca sujetando todo el ramo.

― Oh, es hermoso. Me gusta mucho - afirmó Jimin con los ojos brillantes, era la combinación de detalles y tonos que había imaginado.

― Según lo que entendí; hice la selección de flores. Las Gerberas son flores que simbolizan la belleza y la inocencia, también la pureza del primer amor... ¿Encajan con lo que quiere expresar?

― Uh... Tienen un hermoso significado, creo que son justo las que necesitaba - Sonrió emocionado. Ya quería ver el rostro de Yoongi al recibirlas.

― ¡Eso es genial! - Expresó satisfecho de su obra.

Min Dumpling ৎ୭ JimSu (resubiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora