❛❛Un omega bonito, con mejillas gorditas como un par de dumplings❜❜
La vida de Yoongi y Jimin da un giro a partir del día en que se encuentran, o desde el día en el que Jimin insistió en cruzar su destino con aquel omega testarudo y tierno.
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Debajo de la ducha, Yoongi estrujaba su cabello lleno de espuma por el champú y luego dejó correr el agua sobre todo su cuerpo, empapándolo una vez más y lavando todo el jabón esparcido por su piel de lechosa, tersa e impecable, perfecta como la porcelana, virginal en toda su extensión.
Su cabello dócilmente obedeció cuando lo echó atrás para apartarlo de su frente, y cerrar la llave de la regadera. Escurrió sus pies descalzos y tomó una toalla para envolverse por completo antes de salir a su habitación.
La música que había puesto en el reproductor continuaba sonando con su playlist favorita, no solía hacerlo seguido, pero aquella tarde tenía tantas ganas de escuchar música que utilizó la rehusada práctica para ducharse.
Una vez estuvo cómodamente vestido, y con el cabello casi seco, salió a la reducida sala de estar del pequeño pero cómodo apartamento que compartía con su hermano.
― ¿Dónde estuviste toda la tarde, GiGi? – de pronto, la voz de Namjoon lo sacó de su paz interior y se fijó en él.
― Por ahí – respondió deteniéndose – con Taehyung – añadió.
― Amh... - se recostó del sofá. – No sé cuando es que ustedes van a...
― ¡Ah, Namjon ya no comiences! – se quejó de inmediato, sin darle oportunidad al moreno de acabar. – Tae es mi amigo, además andábamos también con Jimin – exhaló.
― ¿Park? ¿Él hijo de la rectora?
― Si, él.
― Uh... pero él salió hace un año.
― Si, pero parece que le ha costado conseguir empleo, así que ayuda a su madre en la universidad. – Apoyó una de sus manos sobre su cadera – Espero que no sea tan difícil para mí, no quiero tener que tomarme un año sabatino justo después de graduarme.
― No lo creo, Yoongi. Tienes el mejor promedio de tu promoción, es obvio que saldrás incluso con honores, y eso te puede ayudar mucho, además este ultimo trimestre serán las pasantías, eres lo suficiente bueno para quedar fijo en cualquiera de las compañías en las que estés de prueba.
Yoongi tomó un largo respiro y exhaló con algo de alivio, Namjoon tenía razón, de seguro tendría suerte, se esforzaba a diario por tener las mejores calificaciones y eso iba a ayudarlo mucho.
― Eso espero... ¿Qué te apetece de cena?
― ¿Tú qué quieres comer?
― Yo nada, ya cené -. Namjoon asintió y ajustó el par de gafas que traía puestas sobre sus ojos.
― Entonces no te preocupes, Gi, con un sándwich me conformo – dijo dedicándole una tierna sonrisa a su hermano mayor, quien no evitó sonreír también.
― Bien. – Asintió el omega y continuó su camino a la cocina.
― ¿Puedes adornarlo bonito? Así como siempre lo haces, con el palillo y la aceituna – dijo mirando al mayor terminar de llegar.
― ¡Si, señorito! – respondió y encendió la luz de la cocina.
Tal vez siempre renegaba de tener que compartir su espacio con su hermano, pero a final del día sabía que no podría estar tranquilo sin haber al menos hecho la cena para Nam, ése alfa no sabía ni freír un huevo, y si no fuera por Yoongi tal vez moriría de hambre.
La costumbre de cocinar para él era algo que extrañaría cuando se mudara lejos.
Mudarme...
Eso le recordaba a cuando viajó a Seúl para iniciar su carrera universitaria, el primer año tuvo que venir solo, porque Namjoon aún le faltaba un año más para salir del bachillerato.
Aquel primer tiempo fue raro, no conocía a nadie, el movimiento de la ciudad era aún más veloz a la que estaba acostumbrado en aquel pequeño pueblo de Daegú, y la moda era aún más irreverente, así como las personas.
De alguna manera, siempre había sido sobreprotegido por su familia y en aquel entonces tuvo que hacerse cargo de cuidar de él por cuenta propia. Juiciosamente volvía de clases lo más temprano posible, y no salía por las noches a ningún lado, durante ése tiempo solitario fue tomándole gusto a ése ritmo de vida y de pronto, se hizo una rutina bastante cómoda.
Para cuando Namjoon también ingresó a la misma universidad, ya Yoongi había conocido a Taehyung, un adorable alfa que vivía en el mismo piso que él.
Yoongi le sonrió a la nada en medio de aquellos recuerdos. Ya habían pasado cinco largos años, en menos de tres meses iba a graduarse, y tan solo parecía ayer cuando había llegado más chico y tímido a ése enorme campus rodeado de tantos jóvenes universitarios. Ahora era un adulto apunto de ser todo un profesional.
Y, había una cosa que le daba más que nostalgia, era algo de miedo, miedo de pensar en el futuro.
Desde niño su prioridad siempre fue el amor por los estudios, era a lo que se había dedicado de lleno en toda su vida, pero ahora estaba al borde de la meta, un titulo universitario que orgullosamente iba a llevar casa, para honrar a su familia, para haber cumplido el sueño de sus padres, y finalmente gratificarse a sí mismo por tantos años de esfuerzo.
Pero luego de todo eso ¿Qué seguía?
Ese era su mayor miedo...
"¿Qué sigue?"
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Mini capitulo porque de verdad necesitaba actualizar. Ando de viaje y pues. Casi no tengo tiempo de escribir en el teléfono. Normalmente lo hago desde la computadora.
Los extraño mucho^^ Nos seguimos leyendo, gracias por apoyar mi fanfic.
