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La sala de estar se mantenía silenciosa, con breves sonidos una que otra vez cuando Jimin tecleaba en su laptop. Sus ojos estaban algo cansados y solo deseaba quitarse los lentes y tomar una siesta. Pero tenía que armar un mejor currículo, el anterior quizás había sido muy mediocre.

El problema era; que llevaba casi una hora sentado en el sofá con la computadora en las piernas y sin nada escrito.

Escribía, borraba, volvía a escribir.

― ¿Cómo lo hago ver más profesional? - resopló dándose por vencido.

Se deshizo de sus lentes, cerró la laptop y la hizo a un lado para ir por un vaso de agua a la cocina. Desplazándose pesadamente aún con su pijama y el cabello desordenado, por su solitario hogar de soltero.

Era temprano, cerca de las nueve de la mañana. No había mucho que hacer, normalmente no tenia grandes actividades. Por lo que estar en pijamas y con look de vagabundo era un día más en su solitaria vida.

Despues de beber el agua, observó un pequeño recuerdo que le habían obsequiado en la heladería que visitó con Yoongi el domingo, el cual habia ordenado en una de las encimeras de la cocina, y sonrió ante aquel cálido recuerdo.

Aquella tarde había sido tan linda, sinceramente adoraba convivir con ese omega.

Ah, ¿Cómo sería vivir con Yoongi?... - Se preguntó en una ocurrente fantasía que invadió su mente.

Sonrió para sí mismo y soltó un largo y acaramelado suspiro.

Estaba loco por él, desde el primer día invadió su mente, como un cursi amor a primera vista. Yoongi era único, y además precioso. ¿Qué más podía pedirle a la vida?

Tal vez, que le conceda el deseo de poseer su corazón.

Y sabía, que más allá de ser muy tierno y dócil; Yoongi no sería fácil de conquistar. Lo había notado por sus expresiones y sus evasivas referentes a ese tema.

Pero valía la pena intentarlo, cada cosa por Yoongi valía la pena.

Jimin sintió cosquillas en el estómago que lo hicieron sonreír de nuevo.

― ¿Cómo sería si yo lograra conquistar tu corazón, mi bonito gato?

Siempre irían de la mano, lo llenaría de besos, abrazos y tiernas caricias. Lo consentiría hasta en el más mínimo capricho, y lo amaría con todo su corazón.

Saldrían de viaje a pasear. Dormir juntos, preparar deliciosa comida para él, y decirle lo mucho que lo ama a cada instante.

Todo un alfa amoroso, y leal a su omega.

"Mi omega..."

Nunca había llamado a nadie así, nunca se había sentido tan encantado por alguien de esa manera.

¿Que tal sería?

¡Yoonie! Ya volví del trabajo, cielo. - dijo dejando sus zapatos en la entrada a la vez que se quitaba el saco.

― Volviste temprano - dijo apareciendo por la puerta de la cocina, luciendo un holgado pijama y con el cabello hecho un montón de hondas castañas.

Jimin sonrió y se acercó a él para estrecharlo entre sus brazos.

― Te echaba de menos, cariño - dijo propinado un beso en la cabeza del menor.

― Y yo a ti. - Respondió alzando la mirada hasta Jimin y propinándole un dulce beso en los labios. "

Un ensoñado Jimin sonrió ante la bonita película que acababa de hacer en su cabeza y se mordió los labios.

Min Dumpling ৎ୭ JimSu (resubiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora