Capítulo 17- Todo hecho cenizas.

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Un fuerte dolor traspasó mi hombro con rapidez al tiempo que el traje gris de aquel sujeto se manchaba con sangre al paralelo.

—Puta perra!—

No había tiempo para quejarse por el dolor cuando él comenzó a descargar su arma contra mi mientras avanzaba. Estaba sola, Klaus en el suelo bajo mis pies y sin señales de Yuri por lo que imagine que él había muerto como tantos otros esa noche, pero yo no planeaba que fuese la última en esta tierra para mí. El sujeto disparaba a los lados, mi izquierda y derecha, era obvio que tan solo buscaba asustarme pero una vez que se detuvo frente a mí sacó otra arma y apuntó a Klaus al mismo tiempo que me apuntaba a mi, entonces empuñe mi arma apuntando a su cabeza yo también. Klaus no se movía y mucha sangre ya se había acumulado bajo él, bajo mis pies. Quería acercarme, estaba terriblemente asustada por él pero aquel no sería más que un movimiento estúpido bajo esas peligrosas circunstancias.

—Dos de nosotros tres van a morir— dijo.

—Yo diría que solo uno...— dije. Él sonrió y dijo;

—Ruégame y quizás no te mate puta—

—Puta tu madre— respondí y él rió.

—Me llevaré a Irina de todas formas asi que muere con dignidad—

—¿Tú eres el tal Paolo?— pregunté, él negó con la cabeza.

—Máximo un placer. Que lástima que nos conociéramos en tan desafortunadas circunstancias Samantha Sánchez, perdón, Jacobs— No me sorprendió que supiese mi nombre, era obvio que sabía todo sobre todos. Así era como se manejaba la gente en ese mundo.

—Aún respira. Acabemos con su sufrimiento— dijo viendo a Klaus. Entonces pegué la pistola a su frente con fuerza pegándole en el proceso.

—Ni se te ocurra perro. Bajala— dije.

—Ah..  ¿Te quieres morir verdad?— preguntó.

—Si lo tocas te mataré. Hoy seré yo quien acabe contigo—

—¿Me amenazas? No me hagas reír mujer. No deberías jugar con pistolas. No le temes a la muerte?— preguntó. Sentí que Klaus se movió pero no bajé la mirada para verle, la mantuve fija en Máximo y dije;

—No le tengo miedo, ¿sabes por qué? Porque yo ya he estado muerta y el infierno no me asusta—

Un disparo se escuchó y enseguida los ojos de Máximo aumentaron de tamaño. Se agarró el costado. Klaus le había disparado. Cayó al piso pero aun así me apuntó, tiró a matar pero no se como lo esquive entonces le disparé en la frente una, dos, tres veces llena de rabia envuelta en un grito visceral hasta que su cara ya no fue más una cara.

—Ahh— escuché a Klaus quejarse entonces me detuve, volví en mí y me arrodille a su lado. Coloqué su cabeza sobre mis muslos. Su estómago sangraba mucho.

—Irina!!!! Alguien ayúdeme!!!— grité con fuerza. Sus manos estaban frías.

—Llévate a Irina de aquí, vallance... Seguro viene más gente... Sam— balbuceaba Klaus.

—Cállate. No te dejaré. Maldición Irina!!! Ayuda!!!—

Irina entonces por fin bajó. Se quedó paralizada al ver a Klaus en esa condición.

—¡No te quedes ahí hija de puta! Ayúdame— le grité.

Juntas arrastramos a Klaus hasta afuera donde a lo lejos vimos a Yuri quien cojiendo corrió a socorrernos.

—¿Dónde diablos estabas?. Subelo. Yo conduzco— dije a Yuri.

Llegamos al hospital. Klaus había perdido la conciencia. Por obvias razones no me dejaron entrar con él así que nos quedamos en el pasillo.

Marcada: Atrapada con Klaus Schmidt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora