—Jimin, cálmate, dime que sucede, hablemos ¿pasó algo? ¿Hice algo malo?—Yoongi trataba de hablar calmado, mas una posición difícil la suya, teniendo a su ser amado llorando desconsoladamente mientras su cercanía solo le alteraba más.—¿Tú lo sabías?— Yoongi permaneció en silencio al no entender la pregunta —¡YOONGI! ¿LO SABÍAS?— sollozó el omega sin poder mantener la calma.
—¿Saber qué? Jimin no puedo entenderte, hablemos den...
—¡Que tú y yo somos almas gemelas, Yoongi! ¡Que somos destinados! —gritó sin poder contenerse.
Las hilaciones de pensamientos en la cabeza de Yoongi se detuvieron, su sangre dejó de circular, su corazón dejó de latir y su respiración desapareció.
"Almas gemelas" "Destinados"
No entendía absolutamente nada, pero la sola ilusión de estar ligado a Jimin de esa manera. De manera que el destino lo quisiera así, de manera en que no haya forma de separarlos; estremeció la satisfacción del vampiro.
—Jimin...Yo no...Cachorro... —Enhebró Yoongi las palabras con un semblante inusual y anonadado— No lo sabía, pero...
—No te acerques —Susurró Jimin. Él odiaba a las parejas destinadas, el miedo lo carcomía vivo y las inseguridades lo mataban por dentro; sin embargo, la presencia de Yoongi era paradójica, tanto miedo y a la vez tanta paz.
—Pequeño, hablemos. Sé...sé que le tienes miedo a todo esto. No estoy seguro de cómo lo sabes, pero necesito que te quede algo claro— expresó con tono dulce mientras mantenía su distancia, aunque por dentro moría por tocarle— Tú no eres tu madre, y yo definitivamente no soy tu padre.
—Pero puedes hacerme daño— pensó Jimin con un poco más de calma.
—Primero muerto antes que hacerte derramar una sola lágrima que no sea de felicidad —El omega se estremeció, y no solo por la seguridad y ligereza de aquellas palabras; sino porque el vampiro estaba tras su espalda.
Estaba Yoongi esperando, parado con su mano extendida, la confianza de su omega. Y aunque este dudó, no tardó en juntar ambas extremidades. Jimin estaba venciendo su peor temor, y se sentía tan a gusto.
El peligrís no dudó un segundo en tomar al menor para sentarlo en el sillón. ¿Había quedado claro ya que deseaba besarlo de mil maneras?
El departamento conseguido por Hoseok estaba demasiado cómodo para tener un precio accesible. Jimin estaba seguro de que su amigo había utilizado sus influencias, mas no podía reclamarle nada.
Dicha morada consistía de dos habitaciones y lo necesario. Aunque la sala y el comedor eran compartidos, Jimin no podía estar más agradecido.
En efecto, era un lugar cómodo, pero la calidez de este, solo podía ser llenado ppr una persona.
—Cachorro ¿Cómo lo supiste? —cuestionó una vez ambos sentados y con las manos de Yoongi sobre las del omega.
—Ji-Jihyung —susurró el ahora rubio con temor notando su error al creer cualquier cosa que saliera de los labios de ese tipo.
El peligrís se paró de golpe y miró hacia cualquier lugar que no fuera el omega: estaba seguro que sus ojos demostraban su enojo; no quería asustar al omega. Sin embargo, sus orbes escarlata fueron divisados por el rubio, quien en un instante estuvo al lado del chico.
—Jimin, pequeño... —habló pausadamente el vampiro aún sin mirarlo a los ojos. Sin embargo, en aquel segundo lo notó: el aroma del omega estaba cargado de suavidad.

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『 𝑶𝒍𝒐𝒓 𝒂 𝑺𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 』
Hayran KurguJimin es constantemente rechazado por su aroma, por ello usa supresores en todo momento. Yoongi es un ser que puede ser completamente normal a la vista de cualquiera, incluso era popular. Tenía amigos, buenas calificaciones, era talentoso y muy gua...