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Hasef Mahed Arid Ashard. Le tomo llegar a Salem, dos días de viaje. Ya que primeramente, se aseguró de que Daniels Green, Abigail, y el resto de los muchachos, estuvieran a salvo. Aquel día, en donde Angus, y los tres centinelas, le salvaron la vida (A su pequeña, y a él). Le había tomado por sorpresa, el saber, que no eran simples hombres de Rancho. El enterarse, de que habían sido alertados, por Evangeline. Fue otro tanto, y mucho más, sorpresivo. Solo llevaba, una hora en el palacio, y discutía del asunto, con su hermano. Él futuro Rey de Salem.
-¡Pues yo no la creo capaz!
-Hasef. Ella solo te ha demostrado, una cara, creada para su misión.
-¡Eso no es verdad! - habló furioso, el que fuera en el pasado, el hombre, que fingía ser Thomas Ferguson, en Montana - . Si ella, hubiera querido hacerme daño, lo hubiera logrado, sin dudar en el extranjero.
-Mabsen. Creo que Hasef, tiene razón.
-Como he dicho antes padre. No me toca el juzgarla yo, sino los Ancianos de Salem.
-Por favor Mabsen - rogó Hasef con todo su corazón, y cuerpo, a su hermano - . No permitas, que la condenen...
-Lo siento - dijo Mabsen, notando un interés muy grande, de su hermano Hasef - . Eso se sabrá, está misma tarde.
Unas horas después, en el salón de audiencias. Fueron traídos, Kalef, Shante su madre, y Evangeline, a la cuál llamaban Lirio Blanco, en toda Salem.
Hasef Mahed Arid Ashard, se impaciento, al verla entrar al recinto.
-Sabes las reglas - dijo su hermano Mabsen, advirtiéndole, de no interferir en el proceso.
Evangeline miró a Hasef, por unos segundos, luego miró a su hermano. Se notaba, que tanto él como Shante, habían sido torturados, por el verdugo. Para saber, si habían posibles traidores, en el Reino de Salen. Ella, lo hubiera hecho. Miró al Rey, y este bajó la mirada avergonzado.
-Que quedé registrado, en las actas del Reino. El juicio, contra posibles traidores a la corona - dijo el Anciano mayor - . Se le dará, la oportunidad a los acusados, de defenderse. Llamar a sus testigos, de haberlos. Los Ancianos juzgarán, pero el veredicto final, será otorgado por el Rey de Salem.
Durante el juicio, Evangeline mantuvo serenidad. Aunque todo indicaba, que les condenarían a muerte. No les culpaba. Un golpe a la corona, no debía tomarse a la ligera. Después de tantas idas, y vueltas. Él verdugo habló.
-Su Alteza - dijo el verdugo, luego miró a los Ancianos - . Mis señores. Solo la mujer Shante, ha confesado, haber estado implicada.
-Quizás, el duro entrenamiento de Lirio Blanco, le haya permitido, soportar el interrogatorio - dijo uno de los Ancianos. Ella le miró detenidamente, este bajó la mirada avergonzado. Pues en el pasado, ella le había salvado la vida.
