¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola Chicos. Cómo están. Les mando un gran abrazo a todas/os. Espero que les encante este capítulo.
Próxima semana. Estreno Novela. ❤
Luego de discutir, un buen tiempo con su hermano, a causa de haberlo alejado de Ev. Hasef fue a su recámara, molesto. Creyendo, que no vería a esa mujer allí. Entro, y dio un portazo. Ella salio del baño, con la toalla, cubriendo su cuerpo. Era evidente, que terminaba, de darse un baño. Él la miró sorprendido.
-No sé porque te sorprendes - dijo ella, aun molesta con él - . Tu padre, no me dará otra habitación, en el palacio.
-Y no tiene porque, esta es nuestra habitación.
-También lo fue, de tu anterior matrimonio. Incluso recuerdo, que esa era su cama - él miró el inmobiliario, ella tenia razón. Nunca había reparado en eso -. En fin. Dormiré en ese sofá.
-No será necesario - le dijo él - , daré la orden, de que cambien estos muebles, ahora mismo - ella se encogió de hombros.
-Has lo que quieras, es tu habitación...
-Nuestra - ella lo miró por unos segundos. Él estaba maravillado, de lo hermosa que era, a la luz del reflejo del sol, que aun se colaba por su balcon. Pues las gotas de agua, sobre su piel, daban la sensación de pequeños diamantes, sobre su cuerpo - . Lo siento - dijo él, finalmente. Tomando asiento en un rincón de la habitación - . Sé que me has dicho que Bill, es un amigo. Pero es mas fuerte que yo. No sé lo que me pasa.
Ella respiró profundo, tomó de su valija, una larga vieja remera, y se la colocó. Pues Hasef, había corrido la mirada, dándole privacidad. Tomó de su equipaje, una bolsa de gomitas frutales. Aquellas que a su esposo, le gustaba. Camino hacia él, y las arrojó en su dirección. Él se quedó sorprendido, al ver el paquete.
Miró en dirección a ella. Estaba parada frente a sus ojos, y él sonrió con torpeza. Evangeline tomó asiento junto a él.
-Si hacemos esto, debes saber, que no me arrepiento, de haberle dado muerte ese día - él la miró aturdido - . Dejame explicarte - él Príncipe asintió - . Si Margorite, hubiera seguido con vida. Tu madre, o tu hermana, hubieran estado muerta. Eso sin contar, que pudieron ser ambas. Pero sé, que no solo ellas hubieran muerto. Con el tiempo, lo hubieran estado toda la familia Real. Ellos, no se hubieran detenido, hasta obtener el trono. Ella fue usada. La conservaron con vida. Solo por la criatura, en su vientre. Pero el fin de ella, hubiera sido la muerte. Así que, haya sido yo, o ellos. El destino de Margorite era morir.
-Comprendo.
-Ahora. Si permaneces en Salem, jamás, podrás tener a Margoth contigo.
