La verdad, trae libertad. 24.

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Besos a todas!!

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Besos a todas!!

Mabsen quedó sorprendido, al oír a Margoth decirle, que sabía que él, había dado muerte, a su verdadero padre. Ya que recordaba todo.

-Margoth, yo no puedo, cambiar el hecho, de lo que le hice - habló mortificado.

Ella le tomó las manos, y le miró a los ojos.

-No debes angustiarte - dijo su sobrina, con gran ternura - . Ese hombre, aunque me procreó. Jamás fue mí familia. Hasef, y tú. Junto a toda la familia Real. Fueron más míos, que yo de él.

-Pero también, hubo un momento, en qué...

-Quisiste matarme - él lloraba, pues no podía estar, frente a ella. A causa de la vergüenza - . En ese momento, lo creíste necesario. El Reino de Salem, no debe estar, sujeto a una sola persona.

-¡Pero eres nuestra Margoth!

-Lo sé, y es por eso, que sé perfectamente, lo que implica, la seguridad de una nación. Puedo ser una niña. Pero sé perfectamente, que Salem debe prevalecer, antes que cualquier bien personal.

-Margoth. No hables así...

-Sé que te agobia, el sentir el peso de culpa. Pero debes dejar de hacerlo. Ese hombre, te ha robado gran parte de tu vida - Mabsen de sorprendía, de lo desenvuelta, que era su sobrina. Pese a tener corta edad. Sin duda, era hija de Hasef y Eva - . No dejes que él, siga apagando, al Mabsen que realmente eres.

-¿Entonces, no me odias?

-¿Cómo podría? - dijo Margoth, y le abrazó con fuerza - . Sacando a mis padres, eres la mejor persona, que he conocido en mi niñez - él lloró - . Tío Mabsen. Creo que debes hacer caso, a un consejo, que me dió Hadasa. Tienes que despertar. Tienes que dejar, de darle poder al pasado, y seguir viviendo. Debes aferrarte, a los que te aman. Necesitas olvidar, lo que daña a tu alma.

-Es un buen consejo.

-Lo es - dijo riendo - . Solo ella sabe, que sé todo, lo referente a mí procedencia - le dió una palmada, a su mano - . Y ahora tú. Por lo que debes prometerme, que guardarás el secreto también - él dudó - . Házlo.

-De acuerdo. Lo hago, porque te lo debo - ella sonrió - . Porque detesto ocultar cosas a mí hermano.

-Tranquilo tío. Prometo decirles, cuando me sienta lista.

-Me parece bien. ¿Qué pasa? ¿Por qué miras tu reloj?

-Es tarde. Debes descansar, antes de cenar.

-Bien. Lo haré. Gracias - dijo él. Luego de despedirse, vio a su sobrina, salir corriendo de su habitación.

¿A dónde iba, con tanta prisa?
¿Sería prudente seguirla?

Mejor no - pensó. Quería descansar un poco, antes de la cena. Mientras pensaría, en el consejo, que su centinela, había dado a Margoth.

Mabsen, halló a sus centinelas, esperando como escoltas, junto a la puerta de su recámara.
Ambos lucían muy bien. Pero no podía engañarse a si mismo. Le encantó ver a Hadasa, lucir ese vestido negro, informal.

El Amor De EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora