¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola Hermosas! Espero que estén bien. Yo aquí con mucho trabajo! Espero que pasen lindo día. Abrazos millllll!
Lira acompañó a su Reina, hasta el viejo Granero, de la casa de sus padres.
Ambas libraron cualquier obstáculos, porque conocían el lugar. Shina. La impostora. Había crecido en esos paramos. En su niñez, todo era opulencia, hoy decadencia, y soledad.
Corrieron la madera, que privaba de movimiento, el cerrojo del lugar, e ingresaron. Allí. En medio del lugar. Atada de pies y manos. Estaba la verdadera Reina. Shina sonrió. Su media hermana, estaba hecha un desastre. Mientras que ella, se veía, increíblemente hermosa, con esas ropas.
-Buenas tardes hermanita. ¿Cómo has estado hoy? - Hanessa, levantó la mirada, haciendo un gran esfuerzo.
-Dejame ir... Por favor - susurró la verdadera Reina. Shina carcajeo, y abofeteo el rostro, de su media hermana.
-¡No pienso dejarte libre! - le gritó como loca - . ¡Tu siempre lo has tenido todo! ¡El amor de mi padre, el dinero, todo! ¡Todo!
-No sabia de tu existencia. Lo juro - dijo Hanessa, con un hilo de sangre, que se derramaba, desde la comisura de su boca - . Yo no sabia que nuestro padre, tenia otra mujer...
-¡Dirás zorra! - dijo dandole otro golpe en su rostro - ... Porque así le llamo a mi madre, antes de morir - Shina lloró, al rememorar ese día, donde su padre, las rechazaba. En tanto Hanessa, luchaba por mantenerse conciente, a causa del dolor infringido - . Cuando ella le pidió, que se hiciera cargo de mi. ¿Sabes lo que dijo él? - la Reina no podía responder, estaba agotada. El hambre, y el dolor, la atosigaban, a cada instante. En esas semanas, apena probó bocado - . Dijo que solo tenia tres hijos. Y que su unica hija, algún día sería Reina. Que yo no podía opacar, el buen nombre de tu familia - ella sonrió como loca - . Pero adivina qué. Yo ahora lo tengo todo, y tu nada. Ni siquiera él. Se dio cuenta, de que hablaba con otra, cuando se presento en el palacio.
-¿Quieres agua? - Shina fue por la jarra, que había dejado allí, para torturar a su media hermana - . Si. Claro. Que torpe soy - tomó la jarra, y le arrojo, el recipiente encima. De la desesperación, por agua. Hanessa, intento beber algo, pero le fue imposible hacerlo - . Eres patética. Lo único bueno que tienes, es que te pareces a mi. De esa forma, pude robarte todo. Incluso a tu amado Hasef. Por cierto. Folla como los dioses - ella mintió, porque Shina siempre inventaba algo, para no estar a solas con él. Ya que ella, prefería a las mujeres. Y esa mujer era, su fiel Lira - . Pero, el que me da más pena, es tu hijo Hasef. Él esta destruido, por su difunta esposa. Deberías verme actuar, soy toda una madre preocupada...
-¡Dejales en paz! O...
-¡No me amenazes! - le grito Shina, dandole otro golpe, en el rostro. Aquello fue suficiente para Hanessa, y cayó inconciente, como otras tantas veces.
