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Hola Chicas/os! Les cuento que estoy muy contenta. A mamá le han operado, y salió todo muy bien!
Ahora estoy en el pos operatorio. Sé que las tengo abandonadas/os. Pero les pido, sepan entender. Gracias por sus oraciones, y mensajitos de aliento.
La inquietud, le jugó una mala pasada, a Hasef. Evangeline, lo único que hizo, fue anotar de nombres de centinelas, y personas, en el papel. Aquello, terminó por vencerlo, y hacerle dormir sentado. Despertó adolorido del cuello, mientras su hija Margoth, le tiraba de los pantalones, de su viejo pijama. La niña, siempre hacía aquello, para llamar su atención. En las mañanas.
-Buenos días preciosa - le dijo a Margoth.
La cargo en sus brazos. Luego tomó la nota, que estaba sobre la mesa.
"Buen día dormilón - sonrió contento - . Estaré con tu Padre, y hermano, en la sala de verano del Rey. Date una ducha, y ven a vernos" - Mandona. Pensó sonriendo - " Por cierto. Roncas al dormir. Me siento aliviada, de no haber pegado un ojo, en toda la noche. O de lo contrario, te hubiera amordazado"
Carcajeo.
-¡Papi! - estampó un beso sonoro, en la mejilla de su hija - . ¡Ven, Juguemos!
-Primero. Tienes que bañarte.
Media hora más tarde, ingreso al salón de Verano del Rey. La vió tan fresca. Cómo si nunca, hubiera pasado la noche en vela, escribiendo todas esas listas.
-Buenos días hermosa - dijo su hermano Mabsen, a la pequeña Margoth - . ¿Una noche de bodas, muy larga hermano? - le habló divertido.
-Ya. Vamos Mabsen - dijo él Rey sonriendo - . Deja a tu hermano tranquilo.
-Es que creo, que la letra, mata todo romance - respondió el príncipe divertido. Hasef, creyó que su hermano, se estaba pasando de listo.
-Así cómo la estupidez - dijo Evangeline, mirando fijamente a Mabsen. Mabsen se cruzó de brazos, y se sentó, del otro lado de la mesa. Ella miró a su reciente esposo, y sonrió - . Buenos días Hasef - aquello bastó. Para que él la mire, como tonto embobado.
-Hijo - habló el Rey animado. Al ver, a su hijo feliz - , siéntate junto a tu esposa. Tenemos que hablar.
-Angus, por favor. Lleva a Margoth al jardín - el centinela miró a la familia Real, tras la orden de Hasef - . ¿Pasa algo?
-No. Es que solo creí, que me necesitarían aquí.
-No será necesario, hablaremos cosas de familia - dijo Hasef. Angus asintió, con una nota de molestia. Algo que no paso desapercibido, por Evangeline.
-Entiendo - fingió una sonrisa, y extendió su mano a la niña -. Ven, vamos a ver esas flores, que a ti, tanto te gustan.
Margoth se debatía, si iba hacia a Evangeline, o Angus.
