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Andhef esperó a Brandon, junto a la plaza principal. Era evidente que ese muchacho, sabía que podía morir. Y él, tenía razón. Había dejado, a dos de sus hombres, cerca. Para que lo intercepten, después de entregarles, la otra parte de la agenda. Vió al auto de Brandon, estacionarse. Miró, en dirección a sus hombres, y no los hayo. Quizás, se hayan movido, al verlo. Pensó.
La puerta del auto, se abrió. Se asombró, de ver bajar del vehículo, a Evangeline. Giró su cuerpo, para irse. Pero le sorprendió, unos de los príncipes de Salem.
-No intentes huir - le dijo Hasef, a Andhef - . Si lo haces, será peor para ti.
-¿Crees que le temo a la muerte? Preguntó Andhef, muy molesto.
-Sé que tu no. ¿Pero que hay de Keyla? - le dijo Hasef, y Andhef le miró preocupado - . Esperemos que al tercer hermano, ese romance tuyo, no le enfuresca. - ambos se miraron molestos - . Ahora. Sube al auto - ordeno el Príncipe, y este obedeció.
Durante el trayecto, al rancho. Todos guardaron silencio. Fue Andhef, quien lo rompió, al ver que le llevaban, en dirección al Granero.
-Mi informante, ya debió dar aviso, de mi faltante.
-Si hablas de Maxwell, él no esta en la ciudad - dijo Evangenline, con una amplia sonrisa - . Se ha ido. En cuanto a Shante, y Brandon. Ya están fuera de ecuación.
-¡Ellos no pueden desaparecer, así como si nada!
-Fui buena escondiendome, en estos años. Créeme. También lo soy, ocultando personas.
-¡Él va a matarte!...
-Puede que tenga la intención, pero le va a costar, el hacerlo - le dijo Eva - . Además, creo que, al que debería de matar, es a ti. Y no a mi. Ya que yo, no mate a Margoth, eso lo has hecho tu.
-¿Crees que él te creerá?
-Lo hará, cuando vea esa grabación - Evangeline, señalo hacia una cámara, en el rincón, del Granero - . Ahora. Dime quién es él. O juro, que traigo a tu hermosa Keyla, y la hago pedazos, frente a tus ojos - Hasef miró a Ev. ¿En verdad, ella haría algo tan malvado? - . Por cierto. Debería, de darte vergüenza. Ella es, quince años menor que tu - Andhef sonrió con soltura.
-Le he enseñado, a moverse, como un pez, en el agua - ella le miró con asco. Andhef odiaba hablar así de Keyla. Porque aunque le pesaba, por ser ella extranjera, la amaba - . Si hubiera, estado con vida Margoth. También, se lo habría enseñado - el golpe, en el rostro de Andhef, sonó con fuerza.
-¡Vuelves hablar de mi hija! - dijo Hasef, furioso - . ¡Y te mato!...
-¡Eres un idiota Príncipe! - le dijo Andhef, volviéndose a reincorporar. Pues había caído al suelo, por causa del golpe - . Tu ex esposa. Era tan puta, que todo medio Reino de Salem, se la había montado, como yegua...
