Después de varios minutos en un taxi que pare al momento que salí del apartamento de Adrián llegó a un bar que queda a unos pocos, que digo pocos, estoy casi a una hora de mi casa. Le pago y bajo para entrar, la música está en un tono un poco bajo y lo agradezco porque no me gusta el ruido, voy hacia la barra para pedirme un trago, nunca he tomado y creo que hoy será el momento.
Al llegar tomo asiento en una de las butacas que hay, quito mi bolso de mi hombro y lo dejo encima de la barra. Al segundo viene un mozo hacia mi, me da una sonrisa y me inspecciona de arriba hacia abajo. Enarco una ceja del tiempo que ya ha pasado y no quita su vista de mi.
—¿Qué hace una mujer tan hermosa en un lugar como este?—habla después de unos minutos en los que no hizo nada más que verme con profundidad, como si quisiera llegar a lo más profundo de mi.
— Eso no le incumbe—lo miro mal, el chico agranda más su sonrisa y me guiña un ojo.
— Jumm, agresivas, como me gustan —puse una mueca de asco y le saqué mi dedo medio — Calmate fiera, era un alago.
— Pues, muy malo tu alago —sonreí falsamente — Ahora, puedes dejar de molestar y ofrecerme algo para tomar que para eso vine, me quitas mi tiempo con tus estupideces.
— Estoy a tus ordenes, princesa — su forma de decirme solo me dio ganas de darle una cachetada e irme de este lugar, ¿como era posible que trabajará gente como esta? — Tengo para ofrecerte, vodka, Ron, Tequila, también tengo chupitos.
— Dame lo mas fuerte que tengas, por favor — suplico, rogando en mis adentros que no se oponga y me de lo que quiero.
—¿Con que fuerte, eh? —finge pensar, aparece una de sus tantas sonrisas— Pues, entonces te irá bien un Whisky Bruichladdich X4. Está de lo mejor y es uno de los tragos más fuertes, y adivina que —pongo cara confusa, no tengo ganas de jugar — Serás la primera en pedirlo en la noche de hoy —chilla de la emoción, agitando sus manos en el aire.
Se da vuelta sin darme tiempo a responder, empieza a escoger vasos y echar un líquido de color un tanto amarillo. Vuelve a mi y lo deja frente mío, lo miro sin saber que hacer. Nunca he tomado y no se que se hace exactamente, me quedo viendolo hasta que escucho a que alguien carraspea, subo la mirada y me encuentro con el mozo mirándome con confusión.
—¿No lo tomarás?
— Nunca he hecho esto —suelto un risita tímida.
Este pone cara de terror —¡¿Qué?!— grita haciendo que personas a nuestro alrededor volteen a vernos de inmediato—¡Oh por Dios! ¿cómo que nunca has tomado? —niego avergonzada— Bueno, como es tu primera vez, lo haremos juntos ¿te parece?
Sonrió y le agradezco con la mirada. Vuelve a buscar un vaso y vierte el mismo líquido color amarillo.
— Toma tu vaso, a la cuenta de 3 lo haremos al mismo tiempo, ¿vale? —asiento con la cabeza y tomo mi vaso— 1...2...y... 3 —lo acerco a mi boca lentamente y vierto el líquido de un solo golpe, sintiendo el amargo correr por mi garganta.
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Una relación, 4 corazónes
Romance- Jade Anderson creía tener el novio perfecto, que no rompía ni un plato, pero todo cambia al encontrarlo con otra mujer siendole infiel. - - Aleksi, Lukas y Kristian Bakken, tres hombres acostumbrados a compartirlo todo se cruzan en la vida de la p...