CAPÍTULO 2

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Kristian abre la puerta de la habitación lentamente, eso solo hace que mis nervios aumenten

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Kristian abre la puerta de la habitación lentamente, eso solo hace que mis nervios aumenten. Al estar totalmente abierta, Lukas que ha estado todo este tiempo atrás mío me invita a pasar empujandome levemente, suspiro para calmarme un poco y poder agarrar fuerzas para lo que viene.

¿Qué cómo hemos llegado aquí? La respuesta es fácil. Luego de habernos presentado en aquel bar se sentaron en las butacas que estaban a mi lado en la barra, empezaron a pedir tragos e invitándome a tomar con ellos. El tiempo pasó entre risas y pláticas sin sentidos, y en preguntas un poco incómodas hacerca de mi ex relación, preguntas que obviamente no les respondí porque no los conocía y no iba a hablar de eso con ellos.

De la nada las pláticas fueron tomando otro rumbo, con besos intermedios y tocaditas leves, pero muy leves. Así las cosas se fueron calentando, salimos del bar, me subieron a su auto, y he nos aquí, en una habitación de hotel.

Entro a la habitación y siento como pasos detrás me siguen. Las manos me empiezan a sudar, así que las paso por mi pantalón secandolas un poco, Aleksi se para frente a mi para acariciar mi mejilla y dejarme un beso en la frente para luego quitarse el saco que tenía puesto junto con mi bolso de mano.

Siento manos recorrer mi cuerpo, bajan desde mis hombros, llegan a mi cintura y vuelven a subir para llegar a su punto de partida y volver a repetir el proceso. Mi piel se eriza de solo sentir esos toques, cierro los ojos y suelto un gemido leve de lo bien que se siente.

Los abro rápidamente al ya no sentir esos toques que me estaban volviendo loca poco a poco. El lugar que ocupa Aleksi lo está ocupando Kristian que este me ve con esos ojos tan azules como el mar para hundirse en ellos y no salir nunca más.

Corta el pequeño espacio que nos separaba, besa mis labios violentamente dejándome quieta y sacándome un jadeo por la sorpresa. Después de unos segundos empiezo a seguir su ritmo, es algo brusco y rápido, pero no es complicado de adaptarse.

Los toques en mi cuerpo vuelven, pero esta vez a mis pechos apretandolos suavemente, suelto otro gemido que es callado por el beso que tengo con Kristian. Este se separa, me da una miradita divertida y deja un pequeño beso en mis labios.

Volteo mi cabeza hacía atrás para ver quién toca mis pechos y veo a Lukas mordiendo su labio inferior levemente. Me ve y me da un beso, este en cambio no es brusco, es más suave y dulce, se separa y besa mi nariz. Me voltea completamente y empieza a quitar mi camisa con cuidado, le ayudo en el proceso para acabar con esto rápido.

—¿Impaciente, cheeto?—voy sintiendo como mis mejillas se van calentando ante el comentario que acaba de soltar. Asiento, porque estoy más que ansiosa por sentirlos.

Termina de quitar mi camisa y veo como sus azules claros se convierten en uno oscuro de solo ver mis tetas dentro de mi sostén. Está vez tomó yo la iniciativa y tomo sus hombros acercandolo a mi y besarlo con fuerza, sigue mi beso, tomándome por la cintura y pegandome mucho más a él.

Una relación, 4 corazónesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora