Compartiendo 4

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Al fin llegó el sábado, la idea era quedarme con Senjuro y salir juntos desde mi departamento pero, bueno Rengoku igual cambio las reglas del juego, en fin, el viernes se le notaba más activo, logramos acordar las pautas de trabajo, ahora tendremos el mismo programa de enseñanza, lo cual significa que para planificar la semana deberemos quedarnos un día en especial para ver cómo se impartirá la clase,  al menos en los cursos de preparatoria, por qué en secundaria eso lo veo yo aparte.

Cómo sea el día estaba perfecto, el cielo despejado, lista para una jornada con mis personas favoritas.

Estaba algo atrasada, por lo que al salir del edificio me estaba esperando

Estaba algo atrasada, por lo que al salir del edificio me estaba esperando

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(cc a autor de imagen)

al verme me abre la puerta del copiloto

- Perdón, no encontraba los pases del parque que compré en línea -  indique

- tranquila, al menos los encontraste. - me dijo tranquilo

- no hubiera sido mas fácil re imprimirlos? onee san - dijo Senjuro

- en realidad eso hice, pero la impresora sintió mi apuro - conteste

Rengoku se ríe mientras se pone el cinturón - las impresoras huelen cuando uno necesita un documento porque siempre presentan problemas - 

- así es - dije riéndome también.

- bueno, pongámonos en marcha hermano- dice Senjuro alegre.

Rengoku inicio la marcha del vehículo, en el camino Senjuro iba planeando a las atracciones que subiriamos, la única que no me  gustó fue la casa de los sustos, en si me alegra que escoja esa como atracción final, pero temo desmayarme a medio camino.

Al llegar cambiamos los pases por pulseras, compré entradas que nos daban pase a todas las atracciones, de la comida Rengoku dijo que el pagaría.

Así que en primera instancia nos subimos a un carrusel, claro que Rengoku se quedó abajo, pero Senjuro y yo, corrimos a buscar un par de caballos.

Cada vuelta que daba el carrusel saludábamos a Rengoku como un par de niños pequeños, él nos devolvía el saludo con una sonrisa, en una vuelta no lo vimos, y ya en la última nos espero en la salida de la atracción.

Había ido a comprar un par de paletas de caramelo, nos las entrego, felices la recibimos.

- ahora sí son niños pequeños - indico.

- que dices Rengoku, a mí me relajo ir en el carrusel - dije mientras saboreaba la paleta.

-mientras se comen el dulce que tal si pruebo suerte en el tiro al blanco? - dijo

- yo también quiero hermano - dijo Senjuro

Ambos jugaron un buen rato hasta que ambos sacaron un premio.

Cuando te alcanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora