Narrador omnisciente.
—Lo siento... mucho... —Thomas siguió disculpándose con el rubio, pero no servía de nada, él no podía escucharle— Lo siento, Newt, lo siento...
Minho caminó con cuidado hacia Thomas, sin saber lo que pasaba. Cuando llegó tocó el hombro del chico con delicadeza. Iba a preguntar el porqué estaba llorando y gritando así, pero la razón se le mostró frente a él.
El corazón le dejó de funcionar por pequeños segundos. Abrió los ojos al ver a Newt ahí tirado, muerto. Se quedó totalmente paralizado. Su mirada se desvió a Thomas, y enseguida entendió la bala que Newt tenía a un costado del pecho.
—¡¿Qué has hecho?! —le gritó de pronto—. ¿QUÉ MIERDA HAS HECHO, THOMAS? ¡LO HAS MATADO! ¡LO MATASTE! —empezó a gritarle, pero sin atacarle, simplemente le gritaba, se había quedado tan sorprendido y paralizado que no pudo ni siquiera acercarse lo suficiente a Thomas para golpearle.
Brenda, Dylan, Sartén y Gally corrieron hacia ellos, y se quedaron igual que Minho. Thomas no le hizo caso a ninguno de ellos y se levantó, apoyando con cuidado la cabeza de Newt en el suelo. Inmediatamente los cinco lo miraron, pero no dijeron absolutamente nada.
—¿T-Thomas...? —Sartén habló, completamente devastado ante lo que veían sus ojos.
—Thomas, ¿qué has hecho? —preguntó Gally, tratando de mantener la calma.
—Y-Yo... yo no... no quería... —Thomas trató de formar una frase completa, pero la culpa y el dolor inundaron su cuerpo de inmediato, mientras las miradas confundidas de sus amigos le quemaban la piel.
—¿No querías qué? —estalló Minho, las lágrimas ardiendo en sus mejillas—. ¿Matarlo? ¿Es eso lo que ibas a decir? ¿Eh, Tom?
—Minho... —la voz de Gally se escuchó de nuevo, agarrando el brazo del nombrado antes de que hiciera algo.
Thomas apretó los labios, sintiéndose pequeño ante la mirada de su amigo. Tenía todo el derecho a que le gritara y a que le golpeara si hacía falta. Se lo merecía.
—¡No, Gally! —trató de zafarse de su agarre, pero al no poder se giró de nuevo a ver a Thomas—. ¡¿Estás contento?! ¡Míralo! ¡Míralo, Thomas! —el nombrado cerró los ojos con fuerza—. ¡Lo he perdido por tu culpa! ¡______ lo ha perdido! ¡Para siempre! ¡ESTÁ MUERTO POR TU CULPA! ¡Podíamos salvarlo! —siguió gritando, su voz haciendo eco por el lugar.
Jorge y Vince se miraron confundidos al escuchar algo de aquello. Connor frunció el ceño y volvió a salir del Iceberg, tratando de entender lo que estaba pasando.
Cuando Minho dejó de gritar, Gally dejó de sujetarlo, pero el asiático no se movió de donde estaba. El pelinegro no dijo absolutamente nada. No tenía con qué excusarse, Minho tenía toda la razón.
Thomas los miró por un segundo y después se acercó a agarrar de nuevo la pistola, cambiando totalmente su expresión. Estaba muy enfadado en ese momento, y sus amigos lo sabían. Y es por eso que decidieron no decirle nada. El pelinegro no esperó mucho más y caminó lejos de ahí, tratando de mantener controladas sus emociones.
Aquel lugar se había quedado en puro silencio. Apenas se podían escuchar las gotas golpear el suelo. Dylan, Gally, Brenda y Sartén se miraron entre ellos, mientras que Minho permanecía con los ojos clavados en su mejor amigo. Sintió una gran presión en su pecho, quería apartar la mirada de su amigo, pero era inevitable. Simplemente no se creía que en tan sólo minutos, Newt permanezca sin vida en el suelo, delante de sus ojos. A manos de Thomas.
A manos de Thomas. Eso es lo que Minho no llegó a entender. Es decir, ¿Thomas? ¿Por qué lo mataría? Minho sabía que al pelinegro le gustaba, ¿cómo lo mataría? Le dió vueltas a aquello, y por un momento pensó que aquello era imposible. Pero volvió a pensar que sí lo era, ya que la pistola permanecía a su lado y Newt tenía una herida de bala a un lado de su pecho.
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3. Una niña en la cuidad
De TodoThomas, Newt y los demás buscan la manera de rescatar a sus amigos de CRUEL. Pero claro, el camino no es plano, se van a encontrar baches, piedras, incluso de cranks y de más para llegar hasta lo que quieren. ¿Lo conseguirán? ¿Destruirán CRUEL? ¿Sal...