Narrador omnisciente.
Los fuertes golpes contra la puerta de la cabaña solo despertaron a _______, quien rápidamente miró a esta, sabiendo perfectamente quien era. Unas punzadas se instalaron en su cabeza por haber bebido tanto en la noche. Y antes de que pudiera decir algo o hacer algo, alguien que no se esperaba entró con rapidez a la cabaña.
—¡______! ¡Tienes que venir a...! —Dylan abrió los ojos como platos al observar la escena que tenía delante—. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Oh por dios!
—¡Dylan! —gritó ella, mientras se cubría un poco con las sábanas al ir notar que iba en sujetador.
Dylan se quedó en shock, mientras miraba a la chica y al resto de la cama. _______ no entendió el porqué hasta que vio lo mismo que Dylan. Abrió los ojos como platos y miró a Dylan sin saber que decir.
Los presentes en la cabaña seguían totalmente dormidos. ______ se levantó con rapidez pero sin hacer mucho ruido. Y Dylan en ese momento se quedó paralizado. La pelinegra no se dió cuenta de aquello cuando miró que estaba en ropa interior. El corazón le latió tan rápido que solo le llegó a agarrar una de las camisetas que permanecían en el suelo e intentar taparse con ella.
—Aquí acaban de pasar muchas cosas —Dylan levantó las manos, aún con una expresión sorprendida en el rostro.
—Sal de aquí, espérame fuera, Dylan —le ordenó la chica, y de inmediato el castaño asintió, cerrando la puerta a su paso.
_______ miró asustada hacia la cama. No recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior, pero sin duda sabía que había bebido mucho. Se puso el suéter que había agarrado anteriormente y después unos jeans negros. Decidió no despertar a ninguno y salió de ahí, viendo como Dylan estaba ahí, de brazos cruzados, con una expresión divertida.
—No digas nada, no me acuerdo de lo que pasó anoche para llegar a eso —empezó a hablar ella, mientras caminaba hacia las mesas.
—Creo que tengo trauma —contestó el pequeño, tocándose la frente para exagerar sus palabras, con la otra mano apoyada en la cadera—. Yo no los hubiera dejado solos, pueden imaginarse cualquier cosa cuando se despierten.
—Puede, pero tampoco quería estar ahí metida —respondió ella, y soltó un suspiro al no recordar nada de lo que había pasado anoche—. ¿Cómo es posible que no recuerde nada?
—Bueno... creo que todos bebieron mucho —le contestó, mientras aún seguían caminando hacia las mesas—. Yo me cambiaría de suéter, si fuera tú.
—¿Por qué? —ella frunció el ceño, sin siquiera pararse a mirar la prenda.
—Porque es de Thomas —respondió, y cuando vio la expresión de la chica, soltó una carcajada enorme, mientras ella observaba el suéter azul del pelinegro.
—Ay mierda —miró hacia atrás—. Ya no puedo volver a cambiarme, no pienso entrar ahí.
—Tampoco es para tanto, igual no notan que es suyo —Dylan intentó tranquilizarla, y sonrió al ver como Connor lo estaba saludando al acercarse a la mesa.
Ambos se sentaron, ella al lado de Minho y Brenda, mientras que Dylan al lado de Connor y Gally. Los cuatro chicos los saludaron con una sonrisa.
—Que temprano te levantaste, ¿no? —Brenda la miró, acariciando su espalda. Pero después frunció el ceño al observar el suéter—. ¿Este suéter no es de Thomas?
—¿Qué? No, ¿por qué? —la miró, y todos los de la mesa la miraron curiosos—. Es de Newt.
—Este no es un color que Newt usaría —comentó Sonya, entre cerrando los ojos contra la chica.
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3. Una niña en la cuidad
De TodoThomas, Newt y los demás buscan la manera de rescatar a sus amigos de CRUEL. Pero claro, el camino no es plano, se van a encontrar baches, piedras, incluso de cranks y de más para llegar hasta lo que quieren. ¿Lo conseguirán? ¿Destruirán CRUEL? ¿Sal...