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Una fría y lluviosa tarde de agosto llenó las calles de Corea del Sur, provocando que las personas usaran paraguas para protegerse de la lluvia o de plano nadie saliera de sus casas, aunque ese no fue el caso de Lee Youngmin, que se dirigía al departamento donde vivía ya que se fue temprano de la empresa porque se desmayó.
¿El motivo? Su anemia.
Estaba intentando comer lo posible, pero terminaba vomitándolo todo, y eso la tenía aún peor. Encima la boda era a finales de agosto, precisamente en dos semanas, y tanto su padre como Jinseok la tenían harta y hostigada con el tema del vestido.
Lo único que agradecía era el hecho de vivir cerca de la empresa, y por ende prefirió caminar bajo la lluvia que irse en auto como siempre.
Cuando llegó, se limpió en la entrada y sacudió el paraguas, y finalmente entró al prestigioso lugar donde estaba su departamento, precisamente en el quinto piso.
Al llegar, dejó sus tacones en la entrada junto al paraguas mojado, al igual que su saco, pero lo que no dejó fue su bolso, pues ese iba en su habitación, así que caminó con el miró alrededor en busca de sus gatitos mientras se quitaba la corbata.
Hasta que sintió una mano tapar su boca y pegarla a la pared con fuerza, logrando sacarle un jadeo de dolor y sorpresa ante ese acto, y abrió los ojos con miedo al ver quién había hecho eso.
━━ Te dije que me las ibas a pagar, Youngmin ━━ Jinseok sonrió con diversión y acercó su rostro al de la menor, sintiéndola temblar del miedo. ━━ Oh, ¿tienes miedo, linda Youngmin?
La menor intentó soltarse o golpearlo, pero el pelinegro la apretó contra la pared y le evitó cualquier tipo de movilidad tanto en la manos como en las piernas, y la desesperación llegó a ella con rapidez.
Jinseok quitó su mano y acarició su rostro con delicadeza, escuchando la respiración agitada de la pelinegra.
━━ Jinseok, no lo hagas ━━ Susurró con la voz entrecortada. ━━ Haré lo que quieras, pero por favor no lo hagas ━━ Dijo con la voz quebrada.
━━ Precisamente lo que quiero que hagas es esto, mi amor ━━ No sabía que hacer, porque no podía bajar las manos para tomar su teléfono, y estaba a punto de ponerse a llorar del miedo y la impotencia.
━━ Por favor no ━━ Volvió a decir con las lágrimas amenazando salir de sus ojos, y Jinseok rió.
━━ ¿Cuántas veces me has golpeado por defender a ese imbécil? ¿Cuántas veces me has humillado por él? ¿Cuántas veces te has ido en mi contra por él? ━━ Preguntó con rabia, tomando el rostro de la menor y apretándolo, haciéndola sollozar. ━━ Me voy a vengar tanto de ti como de él, Youngmin. Y que mejor manera que haciéndote mía.
