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Youngmin caminaba por el parque cerca del cementerio luego de haber huido de Minho, que lo hizo por tres razones.
1. Su compromiso con Jinseok era público, y verla besándose con su ex novio solo causaría problemas con el mismo Jinseok y podrían hasta hundir la carrera de Minho, y eso no estaba en sus planes.
2. Estaban en un cementerio, precisamente frente a la tumba de su madre. Claro que no iba a besarlo ahí.
3. Sus nervios le ganaron, porque a pesar de hacer su mayor esfuerzo por alejarse de Minho y alejarlo de ella, le era imposible no velar por él o pensar en él.
El 10% de su mente estaba en sus problemas emocionales, su ansiedad, su padre, Jinseok, su pelea con Yeonjun, su boda, su hermana, Lily, su notable anemia casi llegando a anorexia, y sus increíbles ganas de quitarse la vida en cualquier momento.
El otro 20% de su mente estaba en un líder que se creía loco con problemas de vejez y falta de autoridad, un adicto al gimnasio y a Samsung, un hurón pintor, dramático y molesto, un quokka que no sabía que más meter a sus mejillas aparte de comida y un control remoto, un niño pecoso que hacia el trabajo del sol y hasta lo opacaba, un tonto que le hacía bullying a su mayor por ser viejo cuando él tampoco es que era tan jóven, y un zorrito del desierto que había secuestrado la cuenta grupal de Instagram solo para él. Y sin hablar del otro zorrito molesto, irritante y de poca paciencia que llevaba a su lado muchos años y aún no le había cortado la cabeza.
Y finalmente el 70% de su mente lo ocupaba un gato-nejo de dudosa procedencia que tenía una personalidad rara, un hermoso cabello y hermosos ojos de gatito. Minho era el que rondaba su cabeza las 24 horas del día, y solamente él podía opacar cualquier pensamiento malo que llegara a su mente en cualquier momento.
Ya no sabía que más hacer, y su cabeza daba vueltas y vueltas tratando de encontrarle un sentido a su vida, un propósito por el cuál seguir viviendo y seguir adelante, pero no había.
Iba tan sumida en sus pensamientos que no notó a la persona que caminaba hasta ella, y ambas se chocaron.
━━ Lo lamento, iba distraída ━━ Se disculpó la pelinegra agachándose para ayudar a la señora con la que había chocado y tirado su canasta de frutas por accidente.
━━ No te preocupes, cariño ━━ Le dijo la amable señora de al parecer unos cuarenta años.
Entre ambas recogieron las frutas y las colocaron en la canasta que Youngmin levantó, y la miró con sorpresa, pues dicho objeto realmente estaba pesado.
