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Luego de lo que pasó, los productores y el mánager decidieron grabar el último episodio del 2 Kids Room la siguiente semana antes de grabar el SKZ CODE.
Youngmin estaba estresada al tener una pila enorme de trabajos que realmente ya sabía como hacer porque eran temas fáciles que ya conocía, pero había una parte de tres trabajos a los que sencillamente no les entendía, y quería llorar.
Llevaba toda la noche trabajando en el comedor de la casa, y de los veinte trabajos que tenía que entregar, solo llevaba cinco. Estaba cansada, no había cenado y quería dormir, pero si lo hacía perdería tiempo y entonces su padre volvería a regañarla.
Y tampoco era novedad saber que ella no comía bien, y las pocas veces que realmente comía como desquiciada era cuando estaba con Minho o con alguno de los chicos, y esas veces eran suficientes para ella para no comer en días porque decía que todo lo que había comido en un día, servía para toda una semana.
Y por ello cuando se levantó a tomar un vaso con agua, sintió el mundo darle vueltas y se agarró de la barra de la cocina con una mano, pues con la otra llevaba el vaso de vidrio.
— Nota mental, hacerle caso a mi psicóloga de ver y tratar mis trastornos alimenticios — Dijo la rubia para ella al sentir como su cuerpo perdía fuerzas.
Soltó el vaso sin ser conciente de que había caído al suelo y había alertado a Chan, que era el único despierto a las tres de la mañana junto a Youngmin.
La menor cayó al suelo desmayada, y su mente antes de caer en la inconsciencia agradeció haber tirado el vaso del otro lado de la barra, o en esos momentos estaría muerta por clavarse quince vidrios en todo el cuerpo y rostro.
Ah, pero su mano izquierda no se salvó, porque al caer se enterró un vidrio, que si bien no era tan grande, fue suficiente para comenzar un pequeño camino de sangre manchar la blanca cerámica de la cocina.
Chan salió de su estudio en casa confundido al escuchar un vaso caer, pero supuso que habían sido alguno de sus tontos chicos que había tirado un vaso por accidente, así que caminó con rapidez al piso de abajo para cerciorarse de que la persona que tiró el vaso no se hubiera cortado con algún vidrio.
Al llegar, notó el comedor lleno de libros, cuadernos, hojas y lápices, y supuso que Youngmin aún trabajaba con sus tareas atrasadas, haciéndolo suspirar al ver la hora y confirmar que ni siquiera había dormido, aunque él tampoco estaba en condiciones de regañarla por no dormir.
