🌉⛓️Capítulo 13 [a sick love]⛓️🌉

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*°•Una semana después•°*

El Narcisista y el Artista se encontraban preocupados, había ya pasado 1 semana y el de Cuencas no aparecía, haciendo que hasta las autoridades pusieran sus manos en el caso.

*°•Con el de Cuencas•°*

El de Cuencas se encontraba encerrado en una celda como un prisionero, no quería estar ahí, quería estar con su hijo y amigos, quería salir de ese lugar, tenía muchas preguntas, ¿Cómo ambos sobrevivieron a la explosión?, ¿Tamori ya no lo recuerda?, Solo quería respuesta a sus preguntas...., Además de haber intentado sacarse el collar que tenía en su cuello.

Unos segundos después la puerta de la celda se abrió, dejando ver al Noruego con algo en la mano.

-Hola Thomas~. Dijo el Noruego al entrar en la celda.

-¿Qué quieres? Pregunto el de Cuencas mientras que veía hacia otro lado.

-Mhm.... Quiero que seas parte del ejército Rojo. Dijo el Noruego mientras que se acercaba hacia el de Cuencas.

El de Cuencas al oír eso lo alejó.

-No pienso ser parte de tu puto ejército. Dijo el de Cuencas con enojo.

El Noruego lo vio con enojo para después agarrarlo del brazo con rapidez y gritarle.

-¡Vas a formar parte de mi maldito ejército si o si, o tendre que obligarte como le obligue a Tamori! Grito el Noruego mientras que mostraba lo que tenía en la otra mano, era un control.

El de Cuencas al escuchar el nombre de su hija en la conversación puso sus cuencas como platos blancos.

-¡Estúpido! ¿¡Qué carajos le hicistes a Tamori!? Pregunto exaltado el de Cuencas.

El Noruego sonrió de una forma muy aterradora para después soltar al de Cuencas y presionar un botón del control.

El de Cuencas empezó a sentir un dolor en su cuello al punto de empezar a llorar, era un dolor indescriptible, era como la función de una mordida de tiburón junto a la quemadura con lava, más o menos así.

-¡Pa-para! ¡Te- te lo ruego! Dijo el de Cuencas mientras que agachaba la cabeza y lloraba junto al intento de quitarse el collar con una sola mano, cosa que no funcionó.

-Lo detendré...si solo aceptas entrar entrar a la armada. Dijo el Noruego mientras que sonreía.

El de Cuencas asintió con la cabeza a la petición del Noruego.

-Vamos.... No te escucho~. Dijo el Noruego mientras que se acercaba al de Cuencas.

-¡Si, si me voy a unir a tu armada! Dijo el de Cuencas llorando.

El Noruego dejo de presionar el botón, se arrodilló y agarró al de Cuencas del mentón.

El Principio....Del Final....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora