🌉⛓️Capítulo 22 [Un aviso]⛓️🌉

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Los tres se encontraban en la puerta del Noruego, el de Visores golpeó la puerta con cuidado.

-Pasa... Se escuchó adentro de la oficina la voz del Noruego.

La puerta se abrió viendo al de Visores con la chica y el niño.
Mientras que para la visión del de Visores se encontraba su Líder con las piernas sobre el escritorio mientras que el ya mencionado estaba leyendo unos papeles.

-Genial, entonces si se puede poner las patas encima de tu escritorio. Dijo la menor acercándose al escritorio de su Padre y pasar sus manos por el escritorio.

-Tamori... Dijo el Noruego para después bajar las piernas de su escritorio y sentarse bien.

-Ya, perdón. Dijo la menor con una sonrisa para después ponerse a lado del de Visores. -Buenooo, ¿Por qué nos citastes a tu oficina? Pregunto la menor.

-Excelente pregunta Tamori, la razón de su citación es para informarles que vamos a tener una cena familiar. Dijo el Noruego con alegría para después estirar sus brazos hacia arriba.

Los presentes quedaron en silencio.

-A las 6:30pm al restaurante "Hibox", pueden retirarse. Dijo el Noruego rompiendo el silencio.

-Señor, no cree que va estar demasiado ocupado con las reuniones preterminadas. Dijo el de Visores cruzando sus brazos.

-Cancela cada reunión. Dijo el Noruego sonriendo.

-Mhm, de acuerdo. Dijo el de Visores asintiendo con la cabeza y dirigirse a la puerta. -Vamos niños, tenemos cosas que hacer. Dijo el de Visores para después abrir la puerta y esperar hasta que sus hijos salieran.

La menor se acercó a la puerta y grito. -Vamos adoptado. Dijo la menor para que después su Madre le pegará en la cabeza. -Ya perdón, ja. Dijo la menor para después acariciarse la cabeza con cuidado.

El niño salió de la oficina junto a su Madre, dejando solo al Noruego.

*°•6:20pm•°*

-¡Torm, ven aquí! Dijo el de Visores corriendo detrás de su hijo el cual tenía los pantalones en su cabeza y una camisa con las mangas que le llegaba después de las manos, esa camisa solo tenía que remangarse en las mangas.

-¡Ahhh! Grito el niño corriendo por toda la habitación.

El de Visores y el niño estaban en la habitación que el de Visores compartía con el Noruego.

Pasaron unos segundos y el de Visores atrapó al pequeño y lo sentó en la cama y le quitó el pantalón que tenía en la cabeza.

-Quieto, te voy a acomodar la camisa. Dijo el de Visores acomodándose las mangas a su hijo.

El pequeño miro para otro lado mientras que tenía los brazos extendidos de forma horizontal.

De pronto la puerta se abrió mostrando al Noruego con un atuendo elegante.

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