The sky is gray

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Cuando todo acabó 1/2

Narrador omnisciente

Wendy se encontraba sentada en el suelo del "baño", ella sostenia con fuerza el martillo de cocina, luego de la llamada con su madre ninguno había hablado otra vez. Ambos se encontraban haciendo los últimos arreglos para enfrentarse a ese loco.

Finney llenaba de tierra el teléfono, ya había colocado la reja en el agujero y amarrado el cable de pared a pared.

Wendy estaba descansando su pierna para no forzar más la lesión.

Luego de unos minutos, ella se levantó con ayuda de la pared, le sonrió a su hermano y él supo que no había vuelta atrás. Finney volvió a la habitación, mantuvo el teléfono en su mano y espero que el raptor apareciera, cuando la puerta sono los niños se acomodaron mejor.

El teléfono fue sostenido con miedo, pero con una fuerza que creía no tener, Wendy hizo lo mismo con el cable, la idea era que el raptor fuera guiado por el chico hasta el baño y ahí acabarían con él.

Ella espero escuchar la desagradable voz de sus pesadillas, sin embargo no fue así, un hombre distinto entró esa vez y parecía ser que estaba de su lado. Sin embargo ella no se movió de aquel lugar, no iba a arruinar su plan solo porque existiera la posibilidad de un tipo bueno.

-¿Quieres saber como te encontré?...- Finney negó, retrocediendo al observar como el raptor bajaba las escaleras, el hacha atravesó el cráneo del hombre y el niño ahogo su grito de terror. Wendy vio desde su escondite como el cuerpo caía y el hacha era cruelmente retirada del cráneo, tuvo que morder sus labios para no gritar o vomitar.

-¡Todo esto es tu culpa! Maldición, mate a mi hermano por ustedes...- El raptor se detuvo, observo hacia el colchón y luego hacia el niño, su rostro pareció contraerse de rabia -¿Donde esta ella? Mi niña...mi ...- Él grito de rabia hizo temblar a ambos chicos, Finney tuvo que correr al ver el cuerpo del raptor balancearse sobre él. El hacha se perdió al impactar con el colchón.

Finney salto la trampa, Wendy de inmediato tiro del cable y el hombre mayor acabó dentro del pozo. Mentiría si dijera que no sonrió al escuchar el grito de dolor, el raptor había quebrado su pie por la reja, pero los pequeños trozos de botellas se incrustaron en su piel.

Sin perder el tiempo, Finney atino el primer golpe justo en el rostro, pero eso no fue suficiente para derribarlo. Mientras peleaban, el raptor consiguió sostener a Finn por el cuello, Wendy no dudo en tomar el martillo y golpear con fuerza la máscara. El ruido que provoca al destrozarse, hizo que la rubia se atreviera a golpear nuevamente, él solto al chico para cubrir su rostro.

-Te lo prometí, el mundo entero vera tu enfermo rostro...-

Finney se incorporó con la ayuda de su hermana, ambos observaron el cable y ella asintió con la cabeza. Sin cuidado alguno, el chico salto y enredo el cable al rededor de su cuello, los minutos pasaron y el raptor dejó de cubrir su rostro. Wendy se mantuvo apoyada en la pared, sus ojos no se despegaron del raptor y él solo pudo observarla con pánico.

El sonido de su cuello quebrandose lo fue todo, Finney lo dejo caer y giro para observar a Wendy, no podía descifrar lo que pensaba, pero estaba seguro de que ambos se sentían igual.

Él cruzo el pozo, cargando a su hermana en brazos para salir de ese lugar, al final todo había acabado. Ya no existía nada que los detuviera en aquel sótano.

Wendy se aferro a su hermano, escondiendo su rostro en el hombro ajeno, sin embargo Finney no se detuvo. Subió cada escalón con seguridad, sus brazos sostenían con fuerza a su hermana, ambos eran libres.

Al llegar a la puerta utilizaron la llave que habían escondido, estaba nublado e incluso así tuvieron problemas para ver, sin embargo el sonido de las ambulancias eran claros. Sus amigos los habían encontrado.

Gwen fue la primera en correr hacia ellos, Robin detrás junto al resto de los chicos. Emily y Griffin fueron los únicos que se detuvieron a la mitad de la calle, la chica comenzó a llorar e intento correr dentro de la casa, Bruce la detuvo.

Emily Ransone era hija del hombre que acaban de sacar en una camilla, ella grito y se aferro con fuerza a Bruce, el chico estaba asombrado pero aun así no la solto ni un instante. Que su padre fuera un monstruo no la convertía a ella en lo mismo.

Sin embargo Finney y Wendy no se arrepentía de absolutamente nada, incluso en el fondo hubieran deseado una muerte peor para ese hombre.

Wendy bajo de los brazos de su hermano y como pudo abrazo a su chico, ella se aferro a él tanto como le fue posible, quería quedarse entre sus brazos lo que le quedaba de vida y esperaba que fuera demasiados años. Sus manos viajaron al rostro del moreno, se veía demacrado y aún en ese estado era el chico más hermoso.

Los paramedicos no tardaron en acercarse con una silla de ruedas, el resto sólo fue una imagen borrosa, ambos hermanos fueron trasladados al hospital y podían jurar recordar a su padre llorar, pero no mucho más.

Por ahora solo querían descansar.

SAY YES  Robin Arellano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora