Happy Birthday

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Este es un especial por el cumpleaños de Wendy Blake, se mencionan personajes de otro fanfic (La chica de la patineta)
Espero les guste y recuerden que esto solo es un especial, el final de la historia es otro.















El día en que llegaste al mundo cientos de copos de nieve derritieron mi corazón, mi hada de invierno.

Invierno 1988

Naci un seis de diciembre, el día estaba helado fuera, tal vez la nevada más fuerte del año, sin embargo mis padres dijeron que jamás se habían sentido tan cálidos como hasta ese momento.

Soy la mayor, la valiente, la cobarde, como el invierno contra el verano, mi vida y yo vivimos en un baile eterno de contradicciones. Tal vez si todo hubiera sido distinto, si mi historia hubiese  acabado de otra forma, quién sabe si hoy estaría celebrando mi cumpleaños número veinticinco. Nadie, nadie sabría sobre Finney o sobre mí,  sobre los otros niños, ese monstruo hoy sería un vulnerable anciano cuidado y apreciado por la sociedad. 

Sin embargo sigo viva y cada respiro que consigo dar a él lo hunde un poco más en su tumba.

Dejo de lado la nube de pensamientos que se forma en mi mente, con los años conseguí apartar cualquier tipo de idea dañina, Robin estuvo ahí para ayudarme con eso, mis hermanos y amigos igual.  Pero el más afectado fue Finney, él casi no lo consigue y de no haberlo hecho yo me hubiese ido con él.

Termino de cortar las verduras y el escándalo llena la sala de estar, la voz de Gwen acompañada de Grace es todo lo que se escucha, luego Finney pidiéndole que se detenga y la encantadora risa de su esposa. Anna Collins llegó en el momento indicado para salvar a Finney de su horrible pesadilla, aunque ella me confesó que mi hermano fue su salvavidas en el medio de un océano plagado de  turbulencias.

Limpio mis manos antes de salir de la cocina, justo a tiempo para atrapar a uno de los mellizos de un golpe seguro contra el suelo, desde que comenzaron a caminar Robin y yo no hemos tenido descanso. Acomodo al pequeño de un año en mis brazos y él besa mi mejilla, tomando luego mi cabello para jugar.

–Gracias por viajar desde tan lejos solo por mi cumpleaños, es lindo verlos a todos antes de las fiestas– Gwen es la primera en acercarse, pero es Grace quien toma al bebé de entre mis brazos, ambas lo llenan de besos y le preguntan si recuerda a sus tías, el niño acaba por reírse y tirar de la nariz de mi hermana.

–Supongo que no me recuerda–

Finney se burla un poco y Anna lo mira mal, él le sonríe de forma nerviosa antes de decir que ira en busca de Robin, es entonces que la pelirroja lo ignora y llega a mi lado. Ella pasa su brazo por mi cintura y yo por sus hombros, es entonces que noto lo cercana que nos hemos vuelto con los años.

–¿Cómo va todo? ¿La vida matrimonial? – Ella niega con la cabeza y yo me rio, al parecer mi hermano sigue centrado a fondo con sus estudios, siempre ha sido un chico muy inteligente.

–Lo digo de verdad, no entiendo a tu hermano, si yo digo "tal vez" él cree que es un "sí" y si digo  "no" él también piensa que es un "sí"–

Ambas nos dirigimos a la cocina para preparar café, ella sigue hablando de anécdotas recientes y yo solo me pregunto en qué momento mi hermanito creció tanto. Ahora es todo un hombre, casado y preparando un doctorado, vive en Londres y al fin está consiguiendo que el mundo lo escuche, la que me preocupa es Gwendolyn.

Mi hermana menor vive con su pareja, Grace Holler, la verdad es que al inicio fue chocante y algo difícil de entender, pero luego de informarnos y comprender mejor la situación todos lo aceptamos. Lo único que no acepto es el hecho de que ella trabaje como oficial de policía en New York, todo por la cuñada de la hermana de su novia, es decir todo por Rose Hopper y su brillante placa que la embobecio a los trece años.

–¿Tú qué tal has estado? Ya sabes, el parto fue difícil, todos pensamos que no lo soportarias...–

Cuando los niños nacieron fue un momento difícil, después de todo mi cuerpo sufrió grandes lesiones en mi adolescencia, no solo por los golpes del raptor, pero al final ellos estaban bien y yo gozaba de buena salud.

–Todo bien, solo me hacen falta horas de sueño– Ella ríe y yo igual –Entre las horas de trabajo en el hospital y la crianza de los chicos, la verdad apenas estoy durmiendo bien–

Luego de preparar el café, lo llevó en una bandeja al comedor, Anna trae las galletas y el azucarero. Juntas preparamos la mesa y por las escaleras podemos ver a los chicos asomarse.

Los Stagg y Yamada son los últimos en llegar, pero cuando lo hacen tres niños pequeños entran corriendo por toda la sala, los pequeños y adorables hijos de Bruce y Dian de quienes Finney y yo somos padrinos.

Robin viene hacia mi con nuestra niña en brazos, la sostengo en cuanto ella estira sus pequeñas manitos, su rostro tiene algunos lunares y sus ojos son tan negros que podrían compararse con la noche, sin embargo el varón es todo lo opuesto. Son como la noche y el día, eso fue lo primero que Gwen dijo cuando los conoció.

Mi esposo deja una caricia en mi cabello y luego un beso en mi mejilla, ambos sonreímos y tomamos asiento junto con el resto de la familia.

–Entonces Grace intento perseguir a una paloma en pleno Central Park, tenían que verla fue demasiado chistoso–

Mi cuñada no tardo mucho en pellizcar a Gwen y ambas comienzan  una batalla de miradas, Gwendolyn perdió luego de unos minutos.

Finney se acomodo mejor, él había tomado a su ahijado en brazos y lo miraba embobecido, ignorando lo mucho que Robin hablaba sobre su gimnasio  y lo increíble que había sido la última película que fuimos a ver al cine.

Mi familia tal vez estaba loca, pero era totalmente mía y jamás, ni por un instante, podría dejar de quererla.

Ver a Emily jugar con los hijos de nuestro mejor amigo o a Griffin conversando alegremente con Grace, tal vez también a Dian discutir con Bruce por apoyar equipos diferentes de béisbol,  todo eso llenaba mi alma de una sensación cálida. Estaba viva y hoy cumplía veinticinco años, esperaba poder pasar muchos cumpleaños más junto con mi familia.

Muchos cumpleaños más con Robin Arellano como mi esposo, como mi alma gemela y compañero de vida. Esperaba ver a mis hijos crecer y a mis futuros sobrinos nacer, soñaba con todo aquello en una bonita casa con la nieve golpeando la ventana.

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¡Hola! ¿Qué tal están? Espero que muy bien.

Aquí les dejo un pequeño especial por el cumpleaños de Wendy, como verán no es muy extenso y en él se encuentran personajes de otros fanfics que me pertenecen y otro que no, por si gustan ir a leerlos. También  comentarles que este es el último especial de Say Yes, con esto cierro por completo este fanfic, aún así pueden ir a leer la continuación en I Say No, pero sepan que se centra en Bruce Yamda y Dian Taylor.

Solo quiero decirles que estoy muy contenta por todo el apoyo y amor hacia Wendy, ambas estamos muy agradecidas, espero les gustará este fanfic y recuerden que la nieve es muy bonita.

-besos Eli

SAY YES  Robin Arellano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora