Capítulo 17

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Pov Armando

Conduzco a toda velocidad hasta llegar al apartamento de Betty, no sé qué tiene pensado pero mi imaginación ha volado por miles de posibilidades, una mejor que la otra.

Apenas cruzamos la puerta intento lanzarme como un lobo hambriento hacia ella, pero me detiene poniendo una mano sobre mi pecho.

-Espérame aquí- se desaparece cerrando la puerta del baño, solo puedo escuchar el sonido del agua corriendo, la idea de la bañera era cierta.

Después de unos minutos el sonido del agua cesa, abre la puerta con delicadeza y me invita a entrar, me toma de la cara para darme un beso tan intenso que me hace tambalear, se despega de mi cuerpo para despojarme de mi corbata, despacio, uno a uno desprende los botones de mi camisa para quitármela por completo, nunca me cansaré de la forma en la que me mira.

-Déjame ayudarte con tu vestido- intento girarla para bajar el cierre, pero me detiene.

-Hoy déjame hacer el trabajo a mí- posa sus delicados dedos en la hebilla de mi cinturón, lo desprende con cuidado, los segundos que tarda en dejar caer mi pantalón me parecen eternos, con la misma delicadeza se deshace de mi ropa interior, su rosto está totalmente colorado, pero eso no la detiene, pasa una de sus manos sobre mi intimidad haciéndome gemir con intensidad.

Me meto a la bañera, el agua está deliciosa, ella se queda parada a un costado, lleva una de sus manos a la espalda para bajar el cierre de su vestido, con un movimiento lento, baja poco a poco los breteles para dejarlo caer, está completamente desnuda frente a mí, es la mujer más sensual que he conocido, el vapor de la habitación hace que su piel comience a brillar, extiendo mi mano para que entre conmigo.

Se sienta entre mis piernas, dándome la espalda, la rodeo con mis brazos, sus pezones se erizan al sentir el contacto de mi piel, le aparto el cabello para poder besar su cuello, ese lugar que me vuelve tan loco.

Mis manos no pueden quedarse quietas, acaricio su vientre, sus piernas, la parte interna de sus muslos, rozando su intimidad, su respiración comienza a agitarse, mi erección hace presión en sus nalgas, mis manos viajan desde las rodillas hasta sus muslos, repitiendo el roce a su intimidad con más frecuencia, hasta que decido que quiero detenerme allí por completo, mis dedos juegan con sus pliegues mientras Betty arquea su espalda dándome la valentía suficiente para que uno de mis dedos encuentre el camino hacia su interior, me dedico a explorar ese lugar tan íntimo hasta encontrar el punto que la hace estallar de placer.

Después de recuperar el aliento se gira para quedar frente a mí, mientras se acerca para besarme ferozmente, toma mi miembro entre sus manos, su lengua recorre mi boca mientras sus manos hacen maravillas debajo del agua, no puedo concentrarme en el beso mientras ella se encarga de hacerme esto, tiro mi cabeza hacia atrás, se da cuenta que estoy a punto de terminar, se pega aún más a mí, mientras guía con sus manos mi miembro a su intimidad, me reincorporo para poder verla, la espuma se mueve al compás de su cuerpo, dejando rastros en sus senos. Hundo mis brazos en el agua para acentuar sus movimientos, ayudándola con mis manos, terminamos juntos con un orgasmo increíble.

Nos quedamos en la bañera un poco más, tratando de recuperarnos.

-Gracias por hacer lo que hiciste- fue muy valiente al enfrentarse ante tanta gente para demostrarme su amor.

-A mí también me gustó, no es necesario que me agradezcas- con picardía.

-No estoy hablando de lo que acaba de pasar Doctora, hablo de lo que hiciste en el lanzamiento.

-Ha eso- dice como quitándole importancia a un acto tan generoso.

-¿Te arrepientes?- acaricio sus brazos, jugando con el poco de espuma que queda sobre el agua.

Por el brillo de tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora