Por el brillo de tus ojos.

Capítulo 28

Pov Armando

Aunque Betty es muy madura para su edad, aunque se haya convertido en una economista feroz y en una mujer con todas las letras, aún tiene que aprender a ser más segura de sí misma.

Sé que toda la vida sufrió burlas y malos tratos que la hicieron esconderse detrás de la fachada de la inteligencia, pero debe entender, de una vez, que no podemos detenernos ante cada chisme, nuestra relación no puede sufrir por intromisiones de terceros.

Vivir rodeado de personas falsas a las que solo les importa el dinero y escalar en la sociedad me ha demostrado de pequeño que esas relaciones no son más que apariencias, solo cuando conocí a Betty, a Nicolás y a sus padres pude comprender el verdadero significado de tener a personas con quienes poder contar, antes de ellos sentía que mi vida y mis elecciones dependían solo de mí, hoy todo es tan diferente, adoro tener el apoyo de Betty y me emociona también contar con el de sus padres.

Entramos a casa de Betty a cenar, quitarme el pesar de la discusión de la mañana me hizo dar cuenta que moría de hambre.

Disfruto mucho de estas cenas, la dinámica familiar de la que ahora soy parte me hace muy feliz, es increíble la forma en la que cada uno puede compartir sus inquietudes y problemas sin temor a ser juzgado, la forma en la que me escuchan y aconsejan me ayuda a recobrar la tranquilidad que al final del día suelo perder.

-Me alegro que Betty haya recapacitado- dice don Hermes después de cenar, mientras nos dirigimos al living, Betty y doña Julia preparan café en la cocina.

-A mí también don Hermes, Betty es lo mejor para Ecomoda- y para mí, no soportaría trabajar sin poder escaparme a darle besitos cada vez que la extraño.

- ¿Y si hubiera decidido irse, qué pensaría usted? - dice mientras toma su lugar.

-Yo voy a apoyarla don Hermes, pero siempre y cuando sea una decisión sincera, no algo impuesto por los demás- respondo tranquilamente, aunque me doliera esa elección, la acompañaría sin dudarlo.

-Lo mismo le dije, le agradezco por aconsejarla de esa forma- creo que lo tranquiliza muchísimo cuando compartimos la misma opinión, es como si de alguna forma pudiera sentir que su forma de ver la vida seguirá viva en la familia que formaremos con Betty.

-¿No se trata de eso?

-¿Qué cosa?

-Una pareja, ¿no se trata de estar para el otro? Betty estuvo mucho tiempo apoyándome sin pensar en sí misma, yo le aseguro quiero hacer lo mismo para ella, hasta soy capaz de dejar Ecomoda por ella, no lo dude don Hermes, ahora ella es lo más importante para mí- digo sin titubear porque lo haría sin problema.

-Parece que tiene las cosas muy en claro- trata de indagar si realmente soy un hombre tan centrado como parezco en este momento.

-Déjeme decirle que es algo nuevo para mí, usted sabe que yo tuve una relación larga antes de Betty, pero a pesar de apreciar mucho a Marcela nunca la puse delante de mis propias necesidades y deseos, cuando Betty llego a mi vida todo cambió, al principio solo sentía la necesidad de que ella me apoyara, que estuviera de acuerdo en cada paso que quería dar, si no era así comenzaba a dudar hasta de mí mismo, nunca nadie logró ser tan indispensable en mi vida, luego empecé a tomar las decisiones de acuerdo a lo que ella creía mejor para mí y para la empresa, no lo hacía solo porque es una mujer brillante sino porque ella comenzó a ser lo más importante para mí, creo que de alguna forma quería que lo supiera y fue allí cuando me di cuenta que jamás me había enamorado, que a pesar de haber tenido una relación de años era la primera vez que me enamoraba y aquí me tiene, loco por su hija.

-Parece que está listo doctor.

-¿Para qué?

-Para el matrimonio, ¿acaso no es lo que quería? o ¿ya se arrepintió? Porque si está dudando- se pone serio con solo pensar que mis intenciones no eran sinceras.