Capítulo 24

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Pov Beatriz

Me extraña que la experiencia de Juliana con el Dr. Calderón haya sido tan desastrosa, desde que llegué a Ecomoda supe que tenía el mote de mujeriego, que junto a Armando no dejaban modelos por conquistar, que era uno de los solteros más codiciados de la ciudad, me sorprende que no haya podido darle a Juliana la noche que esperaba.

Llego a Ecomoda y voy directo a presidencia, Armando se encuentra sentado en su escritorio, hablando por teléfono, al parecer con su mamá.

-Si mamá, Betty también estará encantada de cenar con ustedes, te dejo porque acaba de llegar- cuelga mientras se levanta rápidamente para acercarse a mí.

-Hola mi vida, ¿todo está bien con tus papás? - pregunto mientras sus brazos me atraen a su pecho.

-Sí, mi mamá quiere cenar con nosotros apenas lleguen a la ciudad, creo que quiere conocer mejor a su nuera- reparte besos por mi rostro, mientras me abrazo a su cuello.

-Espero no decepcionarlos- no soy la novia que esperan para su hijo.

-Tú no puedes decepcionar a nadie mi amor- intento darle varias de las miles de razones por las que ellos pudieran estar en contra de esto, pero me calla con un beso, y no uno pequeño, uno de esos besos que nos dejan sin aliento pero deseando más. Nos detenemos al escuchar el murmullo de las muchachas regresando del almuerzo.

- ¿Cómo te fue con Juliana? - me lleva de la mano hasta el sofá, adoro disfrutar de estos momentos de tranquilidad con él.

-Muy bien, es difícil pasarlo mal con ella, ¿tú almorzaste algo?- sé que puede pasar horas sin comer y ni siquiera darse cuenta.

-Pedimos algo de cafetería con Calderón y comimos aquí, no se sentía muy bien- ahora que lo dice recuerdo haberlo visto algo raro cuando salí al almuerzo.

- ¿Está enfermo? - tal vez es el motivo por el cual no pudo cumplir con su cometido de la noche.

-No te imaginas, una enfermedad que jamás creerías que pueda contraer- me quedo pensando, pero en realidad creo que es capaz de contraer cualquier cosa- está enamorado- suelta sin más con una sonrisa de satisfacción, mientras se tira hacia atrás, disfrutando de la comodidad del sillón.

-¿Enamorado? Eso sí que no lo creo- es una persona que no creo que pueda ser capaz de pensar más allá de sus zapatos.

-Si Betty, tiene cada uno de los síntomas- sonríe aún más, está disfrutando demasiado de esto.

-¿De quién?- no tengo idea de quién pueda ser.

-¿Cómo de quién? De Juliana.

-¿Estás jugando conmigo?- eso sí que no puede ser, apenas si la conoció.

-Para nada, está como un bobo por ella.

-¿Me estás diciendo que el tipo más mujeriego tiene una cita desastrosa y se enamora?- tal vez si hubiera sido la cita perfecta sería más fácil de creer.

-Si.

-Pues lo lamento.

- ¿Por qué?

-Juliana no quiere saber más nada con él- no creo que vuelva a tener oportunidad para resarcirse.

- ¿Tan mal les fue anoche? - creo que el Dr. Calderón no se atrevió a contarles los detalles de la noche.

-Mucho.

-Cuéntame- está demasiado intrigado.

-Ay pero que chismoso jojojo.

-Es que él solo me dijo que no pasó nada.

Por el brillo de tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora