Pov Beatriz
Pasamos un almuerzo muy agradable junto a mis papás, sé que algo pasó entre Armando y mi papá antes de la comida, Armando estaba visiblemente emocionado después de ese momento, poco a poco mi papá fue abriéndole los brazos a nuestra familia, que hasta hace unos meses atrás era de tres, creo que Armando está descubriendo un mundo desconocido dentro de nuestra dinámica familiar.
No pienso indagar que fue lo que lo puso así, entiendo que hay cosas que debe procesar por sí mismo, yo siempre voy a estar a su lado, por si necesita un consejo o, al contrario, si solo necesita un abrazo mientras lo acompaño en silencio.
Me entristece que un hombre de su edad no haya podido experimentar la calidez del seno familiar antes, a pesar de estar segura que sus padres lo aman como cualquier padre ama a su hijo, el hecho de pertenecer a una clase social elevada hizo que pasara más tiempo junto a nanas y empleados que con su propia familia.
Imagino que debe ser extremadamente difícil lograr combinar las responsabilidades de los negocios con las que trae aparejada la decisión de formar una familia.
Hace tan solo unas semanas atrás me hubiera vuelto loca al tener un descuido como el que tuvimos ayer en la mañana, pero hoy me pasa todo lo contrario, estoy tan segura de lo que tenemos con Armando que, si llegara el regalo de un hijo, me sentiría una mujer completamente bendecida y pondría en pausa mi carrera profesional sin dudar.
Siempre creí que jamás encontraría un hombre que me amara de la forma que me ama Armando, que lograra descubrir bajo mi aspecto la mujer que soy, pensaba mi vida estaba destinada a la soltería, no me disgustaba que mi destino fuera ese, lo hubiera aceptado sin pesar, el hecho de no ser madre era lo único que en algunos momentos llegaba a estrujar mi corazón.
Pensar hoy en tener la posibilidad de llevar en mi vientre a una vida creada por los dos, no hace más que emocionarme, tanto que solo puedo pensar en hacerlo realidad, y aunque quiero disfrutar muchas cosas junto a él, como pareja, creo que un hijo solo podría hacer que todo sea cien veces mejor, solo haría que nuestro amor se multiplique.
Armando tiene razón, debemos comenzar a buscar nuestra casa, lo que realmente me alivia es que mi papá esté feliz por nuestra relación, no será nada extraño para él cuando le contemos sobre nuestra decisión de casarnos.
Pasamos un fin de semana muy bonito, lo único que me quedó pendiente es hablar con Nicolás, creo que no se atreve a dar la cara y no fui capaz de preguntarle nada a Juliana, solo me avisó que había llegado bien en su vuelo, estoy segura que pasó algo, de lo contrario Nicolás hubiera sido el primero en ir a almorzar a mi casa con nosotros.
Nos paramos temprano para ir a Ecomoda, el viernes tenemos la junta, hay muchas cosas para hacer, sobre todo una, la más importante, aunque faltan algunos trámites para hacerla realidad.
Vamos a nuestras respectivas oficinas, durante la mañana firmaremos los contratos con las franquicias que restan para llegar a las ocho que acordamos, el resto de interesados deberán esperar hasta que aseguremos que somos capaces de proveerlas.
Firmamos los contratos de forma ágil, las negociaciones que fuimos haciendo durante semanas anteriores, Nicolás no tarda en llegar, quedamos en reunirnos antes del almuerzo para terminar los informes financieros de lo logrado a partir de las franquicias, más algunas estimaciones de lo que se puede conseguir en seis meses y un año más, a partir de hoy.
-Permiso Betty- un extraño Nicolás hace aparición en mi oficina.
-Pase Nicolás ¿que hubo? - hoy no se me escapa, aunque tenga que cerrar la puerta con llave.
-Me demoré un poco con su papá, hay un proveedor que no quiere liberar los materiales porque nos exigía la firma del presidente, mañana temprano el Dr. debería pasar por la fábrica, el proveedor volverá a ir y necesitamos que autorice a su papá a firmar los remitos- el economista quiere evitar hablar de su vida privada.
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Por el brillo de tus ojos.
FanfictionDespués de la fatídica junta, Beatriz decidió irse con Catalina Ángel a Cartagena, los sucesos de esa parte de la historia se dieron de la misma forma, excepto que Armando jamás fue a su casa a reclamarle nada a Don Hermes y Doña Julia, había llamad...